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2006-08-31 18:04:33 · 7 respuestas · pregunta de pepe el popular (antes el ñoño) 1 en Mascotas Reptiles

7 respuestas

pupu

2006-09-03 06:13:34 · answer #1 · answered by Anonymous · 0 2

Cuando estés BORRACHO o DROGADO, no hagás preguntas ... No se te ENTIENDE NADA.

2006-09-01 01:11:36 · answer #2 · answered by magosho 3 · 2 1

Consulta Mito-wsky?

2006-09-01 11:29:42 · answer #3 · answered by Anonymous · 0 0

Pero si es muy facil! MY TO! o mito como lo escribiste, osea que yo tambien! Habias sido bilingue! por eso no te entendian!

2006-09-01 01:25:00 · answer #4 · answered by Silvia M 5 · 0 0

TAMBIEN YO

2006-09-01 01:10:23 · answer #5 · answered by Anonymous · 1 1

Si supiera tu pregunta trataría de responderla...

2006-09-01 01:07:13 · answer #6 · answered by Fran 4 · 1 1

Que te parece este?
El Rey Midas - Mitología Griega

El dios del vino y la alegría, Dionisos, tenía entre su cortejo muchos sátiros, genios de la naturaleza que tenían forma de hombre de la cintura para arriba, pero que tenían patas y cola de macho cabrío, además de un miembro viril de gran tamaño y siempre erecto. Bebían vino constantemente, y perseguían a la ménades y a las ninfas para saciar su lujuria. El más anciano de los sátiros era Sileno. Tenía la nariz chata, ojos de toro y una gran barriga. Cabalgaba sobre un asno, pues en su permanente ebriedad no podía sostenerse por sí mismo.

En una ocasión, después de una gran fiesta, Sileno se extravió y fue encontrado por campesinos, quienes lo capturaron sin reconocerlo y lo llevaron en presencia de Midas, el gran rey de Frigia. Midas había sido iniciado en los misterios dionisíacos, y reconoció inmediatamente a Sileno. Lo liberó de sus cadenas y le rindió grandes honores, tras lo cual lo condujo de regreso al cortejo de Dionisos.

El dios agradeció amablemente al rey, y le ofreció concederle un deseo. Midas, quien gustaba de grandes lujos y era avaricioso, pidió entonces que todo lo que tocara se transformara en oro puro. Dionisos aceptó, y Midas muy contento regresó a su palacio.

Tal como Dionisos había prometido, todo objeto que el rey tocara se tranformaba en el precioso metal. Las estatuas, las telas, las lanzas y las columnas del palacio no tardaron en convertirse en valiosos objetos. Satisfecho, Midas se acomodó en su trono dorado y ordenó que se le trajera vino. Pero en cuando la bebida tocó sus labios, se transformó en polvo de oro, que el rey tuvo que escupir. Igual pasó con un trozo de pan, que se convirtió en un bloque de oro. La carne y las frutas se transformaban en metal, y muy pronto Midas fue acosado por el hambre y la sed. Ni siquiera sus amigos y su familia osaban ayudarlo, pues temían acercarse y ser convertidos en estatuas de oro.

Dejando un rastro dorado tras de sí, Midas corrió en busca de Dionisos, y le pidió que le retirara el regalo. Dionisos le dijo que debía lavarse las manos y la cara en el río Pactolo. Midas siguió este consejo, y aunque el río se llenó de hojuelas de oro, pronto Midas volvió a la normalidad. Desde ese entonces el oro abunda en las orillas del Pactolo.

Esta no fue la única de las desventuras de Midas. Años antes, la diosa Atenea había recogido un hueso, le hizo agujeros y creó la primera flauta. En una fiesta de los dioses había tocado el instrumento, pero Hera y Afrodita se burlaron al ver las mejillas de Atenea infladas al soplar. La diosa se trasladó de inmediato a Frigia para ver su reflejo en un río, y al darse cuenta de que las otras tenían razón, arrojó la flauta lejos de sí, maldiciendo a quien la tocara.

Este resultó ser el sátiro Marsías, quien encontró la flauta y en poco tiempo se convirtió en un gran flautista. Orgulloso por la belleza de su música desafió al dios Apolo a un duelo musical. Midas pasaba cerca del lugar donde se realizaba la competencia, y sin que nadie pidiera su opinión declaró que el arte de Marsías era superior. Apolo de inmediato hizo que las orejas del rey se tranformaran en orejas de asno. Marsías fue vencido por Apolo y desollado.

Avergonzado, Midas ocultó sus enormes orejas bajo la corona. El único que sabía el secreto era su peluquero, quien tenía prohibido divulgarlo bajo pena de muerte. Pero el hombre no podía soportar la presión del silencio, salió al campo, abrió un agujero en el suelo y confió a la Tierra el secreto del rey Midas. En ese lugar crecieron cañas, y al ser agitadas por el viento susurraban: "El rey Midas tiene orejas de asno..." Pronto toda Frigia y los reinos vecinos supieron la afrenta que sufría Midas, que tuvo que soportar la vergüenza el resto de sus días.

2006-09-01 01:15:26 · answer #7 · answered by Lord Cuauhtli 3 · 0 1

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