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12 respuestas

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Las cosas ocultas de la masonería
Hay mucho secreto en la masonería. Desde el principio mismo el Aprendiz Aceptado es mantenido a la sombra con relación al significado pleno de los símbolos del Oficio. No se le ofrece una comprensión mayor hasta que haya demostrado ser digno de recibir verdades más profundas.
El masón no solo debe guardar los secretos de la Logia, sino que debe hacer juramentos acompañados de severas penas si alguna vez escoge revelarlos. Según Carl H. Claudy, un ex Gran Maestro de Masones, las penas masónicas buscan inspirar terror en el candidato. Claudy dice que, si el candidato rompe su juramento, experimentará la humillación que sentiría cualquier hombre que haya roto un juramento solemne. Pero aún más, experimentará "la ira de Dios blasfemado. El horror de un pecado del cual no hay ninguno superior".{26}

La declaración anterior es un ejemplo de la información errónea bajo el cual el masón suele trabajar. La idea de que Dios reconoce y sostiene el juramento del masón a un dios pagano es, simplemente, no bíblica. Sin embargo, el mandato bíblico para el creyente es "No juréis en ninguna manera . . . Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede". {27} En otras palabras, el Señor deja bien en claro que todo lo que se jura fuera de "sí" o "no" viene de la boca del Diablo.

El Dios cristiano no es un dios de temor y desventura, sino un Dios de compasión y misericordia. El autor masónico y masón grado 33 Manly P. Hall identifica la naturaleza de la fuerza cósmica a la que el masón debe su lealtad. Dice que "el masón promedio, así como el moderno estudiante de los ideales masónicos, poco se da cuenta de la obligación cósmica que asume cuando comienza su búsqueda de las sagradas verdades de la Naturaleza . . . Cada masón sabe que un juramento roto trae con él una terrible penalidad . . . Cuando un masón jura que dedicará su vida a (la masonería) . . . y luego contamina su templo vivo . . . está rompiendo un juramento que impone no horas sino edades de desventura". (28) El masón no está ofreciendo su lealtad al Dios del cristianismo, sino al dios panteísta de la Naturaleza.

Albert Mackey, autor de Encyclopedia of Freemasonry (Enciclopedia de la masonería), ofrece varias razones por las que los no masones objetan el secreto masónico. Sin embargo, hay solo cuatro que él acepta como verdaderas. Primero, que es un juramento. Segundo, que se hace antes de ser comunicados los secretos. Tercero, que está acompañado por ciertas ceremonias supersticiosas. Y cuarto, que es acompañado por una penalidad.{29}

Se le hace creer al candidato que las penalidades que acompañan a los juramentos que hace son llevadas a cabo realmente. En ningún momento se le dice que estas penalidades son simplemente simbólicas. Mackey afirma que las penalidades no deben ser infligidas por la Logia sino por Dios. Él dice que "las penalidades rituales de la masonería . . . están en manos, no del hombre sino de Dios, y deben ser infligidos por Dios, y no por el hombre".{30} La Logia se coloca en una situación precaria cuando presume que Dios protegerá su paganismo haciendo morir a sus detractores.

El mayor problema para el masón cristiano es que, al tomar los juramentos del Oficio, y vivir su vida de acuerdo a estos juramentos, ha abierto la puerta para que Lucifer le quite su relación con el Dios vivo.

2006-08-31 06:21:57 · answer #1 · answered by Anonymous · 0 0

existen desde los albores de la humanidad...
han ido con la corriente que les convenia para subsistir

2006-08-31 08:19:56 · answer #2 · answered by madita85 3 · 0 0

«La masonería tiene una tradición luciferina»



Robert Ambelain, alto grado de varios ritos y toda una autoridad masónica, confirma esta tesis

Gabriel López de Rojas, masón iniciado en 1992, que en la actualidad posee todos los grados del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, Gran Maestre y fundador de la organización paramasónica «Orden Illuminati» y autor de varios libros de masonería y sociedades secretas como la «Guía Internacional de las Sociedades Secretas» (Ediciones G,1998) o «Masonería: historia, ritos y misterios» (Ediciones G, 2002) ha explicado a LA RAZÓN que «uno de los misterios más profundos de los ritos masónicos, la leyenda de Hiram Abiff, desvela la tradición luciferina de la masonería».

«La leyenda masónica de Hiram Abiff, asociada al tercer grado masónico ¬Maestro¬, e incorporada a la masonería especulativa entre 1720 y 1723, es claramente luciferina», explica Gabriel López de Rojas.

La masonería asocia de forma mítica sus orígenes a una leyenda situada durante la construcción del Templo de Salomón por Hiram Abiff (también Abív o Abif), un fundidor de Tiro e hijo de una viuda de la tribu de Neftalí, que dividió a sus obreros en aprendices, compañeros y maestros. Cada grado poseyó un santo y seña que guardaban en secreto. Hiram fue asesinado por unos compañeros que intentaban conocer la palabra secreta, y los instrumentos que sirvieron para asesinarlo fueron el compás, la escuadra y un mazo, símbolos que presiden las Logias en la actualidad. El espíritu de Hiram se habría encarnado en el nuevo Maestro, del que recibirían su sabiduría todos los maestros masones, conocidos como los «hijos de la viuda» en relación a dicho fundidor de Tiro y cuya figura está muy presente en el ritual del grado tercero de la masonería.

«Luciferismo masónico»

El fundador de la Orden Illuminati comenta que la leyenda masónica «que aparece en la maestría masónica de Hiram Abiff, un fundidor que envió el Rey de Tiro a Salomón, y en quién moraba el espíritu de la sabiduría, el maestro masón por excelencia» explica «que a Hiram se le presentó en sueños Tubal Caín (que es además palabra de paso del Compañero en el rito Francés y del Maestro en el Escocés Antiguo y Aceptado), un antepasado suyo, que le transmitió la tradición luciferina». «Tubal Caín reveló a Hiram que éste era descendiente de Iblis o Samael, es decir, de Lucifer, que, según la leyenda masónica, copuló con Eva y era padre de Caín». López de Rojas también hace notar que la leyenda masónica indica que «la hermana de Tubalcaín era Naema, la madre de todos los demonios, porque procedía del lado de Caín».

Robert Ambelain, toda una autoridad entre los masones, con todos los grados del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, incluido el 33°; todos los grados del Rito Escocés Rectificado, incluidos los de la Orden Interior y todos los grados del Rito de Memphis-Misraïm, hasta el 95° incluido, entre otras muchas «credenciales» masónicas, explica en su libro «El secreto masónico» (Ed. Martínez-Roca) la leyenda de Hiram Abiff del mismo modo, asegura, antes de exponer su genealogía, que ésta «hará temblar a ciertos francmasones cándidos, que identifican a Hiram con Cristo» y habla de Iblis, el primer antepasado del fundidor, llamándolo «el Ángel Rebelde, el Tentador, el Ángel de la muerte». Añade además Ambelain que «de esta tradición extraña nació un hábito, el de denominar valle al lugar en que se reúnen ciertos altos grados de la masonería» y continúa afirmando que «en hebreo, la palabra se traduce por Gehenna, término que designa el plano infernal en la religión judía», entre otras «espeluznantes» explicaciones.

LA RAZÓN ha preguntado sobre la posible relación entre masonería y luciferismo contenida en la leyenda de Hiram Abiff a Ascensión Tejerina, Gran Maestra de la Gran Logia Simbólica Española (GLSE), quien ha expresado «sentirse sorprendida» por la pregunta y ha afirmado no tener «conocimiento alguno sobre ese tema», rechazando dicha relación e indicando que «para mí, la masonería es sobre todo una escuela de pensamiento y de reflexión ética». En la página web de la GLSE, sin embargo, aparece una bibliografía en la que se recomienda el «Diccionario de la Francmasonería» (Akal, 1997) con las siguientes palabras: «Pone a disposición del lector las claves para acercarse a la realidad interior de la Orden y descubrir los perfiles del camino iniciático». Su autor, Juan Carlos Daza, que, según se afirma en el libro, es o fue miembro del Gran Consejo Simbólico de la GLSE, recoge en dicho diccionario la leyenda de Hiram prácticamente exacta a como lo hacen Ambelain y López de Rojas. En la obra dice además que en el sentido alegórico de dicho relato se encuentra «el secreto más verdadero del grado de maestro masón». Prosigue diciendo que «la conexión gnóstica podemos constatarla en el Eblis (Lucifer), que no es satán, sino el Ángel caído de Venus ».

Este diario también ha consultado al Gran Maestro Provincial de Castilla de la Gran Logia de España ¬obediencia masónica más numerosa en afiliación de nuestro país¬, Manuel Moreno, quien ha negado «categóricamente que la masonería tenga algo que ver con el concepto luciferino», explicando que la leyenda de Hiram Abiff, expuesta tal como hacen Robert Ambelain o López de Rojas, es una versión subjetiva y argumentando que «si esta relación fuese cierta, se habría mencionado así en las condenas papales».

¿Satán o el «dios de la Luz»?

López de Rojas, junto con otros muchos masones (como Juan Carlos Daza), insiste en no identificar al «dios de la Luz» de la masonería o la «Luz» masónica, con Satanás. En su opinión «esa identificación es producto del maniqueísmo de los Padres de la Iglesia católica». A esta objeción Ricardo de la Cierva, autor de «La masonería invisible», opone un texto masónico reconocido. El historiador se remite a uno de los autores masónicos más citados y respetados, Albert Pike. «Así ¬explica a LA RAZÓN¬ en su libro Morals and Dogma of the Ancient and Accepted Scottish Rite of Freemasonry , Pike dice textualmente: LUCIFER (en mayúsculas en el original), ¿el Portador de la Luz! ¿Extraño y misterioso nombre, dado al Espíritu de las tinieblas!». De la Cierva afirma que Pike «se refiere a lo que todo el mundo entiende por Lucifer, y para que no haya duda lo explica sobre la marcha: el Espíritu de las Tinieblas , es decir el Demonio, Satán, que a la vez es el Portador de la Luz, la Luz masónica que se conserva para los iniciados».

2006-08-31 07:43:40 · answer #3 · answered by Nia Mia 5 · 0 0

Son opositores de Dios, incluso en su rito cuando llegan al grado 33 se les comunica la gran verdad de que sirven al diablo y entregan a su familia a el generando una maldicion generacional, mi fuente: mi propia experiencia, mi tatarabuelo materno grado 33, mi bisabuelo materno grado 33, mi abuelo materno grado 33 afortunadamente yo rompi gracias a Jesús con esta maldicion.

Shalom

2006-08-31 06:18:11 · answer #4 · answered by L. Jethro Gibbs 4 · 0 0

No, nada de eso.
Saludos!!

2006-08-31 06:14:58 · answer #5 · answered by Rorro 4 · 0 0

No, para nada... pero a los cristianos no les va la filosofía de los masones, por lo que lo toman como una afrenta...

2006-08-31 06:14:46 · answer #6 · answered by Ivan Onix 7 · 0 0

los masones no tienen nada en contra del cristianismo incluso te dire que dentro de la iglesia catolica hay grupos como los jesuitas que son fervientes participantes de la masoneria y eso lo puedes corroborar visitando queretaro y sus iglesias o misiones donde la mayoria muestra simbolos masones en sus construcciones.

2006-08-31 06:11:03 · answer #7 · answered by azul 2 · 0 0

Si, tienes que tener cuidado y saber mas para protegerte.
visita www.finaldelostiempos.com.mx. Saludos.

2006-08-31 06:08:06 · answer #8 · answered by MIGUEL ANGEL 2 · 0 0

no, de hecho estudian el cristianismo.

2006-08-31 06:05:14 · answer #9 · answered by el_b0rt 2 · 0 0

No, se dedican a discutir ideas filosóficas

2006-08-31 06:04:19 · answer #10 · answered by C6 7 · 0 0

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