La novela empieza con Edmond Dantès volviendo a Marsella, donde se encuentra con su familia y sus amigos. AllÃ, el lector se entera de que es el primer oficial del barco, a punto de recibir una promoción de capitán, y también de que está a punto de casarse con una bella catalana, Mercédès.
Se revela que el anterior capitán, Leclére, que era un acérrimo defensor del ahora exiliado Emperador Napoleón, encomendó a Dantès en su lecho de muerte que entregara un paquete al gran mariscal Maréchal Bertrand, que se encontraba exiliado en la isla de Elba. Durante su visita, habló con el propio Napoleón, que le pidió que entregara una carta confidencial a un hombre en ParÃs.
Sin embargo, el inocente Dantès no se da cuenta de cómo afecta su fortuna a los que él considera sus amigos. Danglars, el jefe de cargamento que envidia la promoción de Edmond, y Fernand, que ama a Mercédès, pretenden acusar a Edmond como agente bonapartista; es enviado al procurador y magistrado Villefort. Aunque Villefort se convence enseguida de la inocencia de Edmond y está a punto de dejarlo en libertad, descubre que el destinatario no es otro que su propio padre, Noirtier, un importante bonapartista. Sin embargo, el hijo ha denunciado a su padre para mejorar sus relaciones con el actual régimen realista, y un resurgimiento de las especulaciones sobre su verdadera lealtad podrÃa dañar irrevocablemente su carrera y evitar su inminente boda con una conocida familia aristócrata. Para enterrar este secreto, Villefort envÃa a Edmond a pudrirse indefinidamente en el infame Castillo de If.
Escape hacia la riqueza
Durante el encarcelamiento, Dantès comienza a perder el juicio lentamente. Empieza rezando a Dios por su liberación, pero sigue sufriendo año tras año, y al cabo intenta suicidarse por inanición. Sin embargo, cuando le ronda la muerte, recupera la voluntad para vivir al escuchar el sonido de otro prisionero cavando. Poco después se encuentra con el otro prisionero, el abate Faria, con quien forma una profunda amistad. Faria se convierte en su instructor en varios temas, desde la historia a las matemáticas, el lenguaje y la filosofÃa. Como resultado de sus conversaciones con Faria, Dantès empieza a juntar las piezas de la trama que le condenó a su penuria actual. Ãl y Faria trabajan durante largas horas en un túnel de escape, pero el viejo y enfermizo Faria no sobrevive para verlo terminado. Sabiéndose moribundo, Faria le confÃa a Dantès el escondite de un gran tesoro en la isleta de Montecristo. A continuación, Dantès se escapa mediante el sencillo recurso de ocupar el lugar del cuerpo de Faria, aunque está a punto de morir cuando los carceleros, en lugar de enterrar el cuerpo como él suponÃa, lo atan con pesadas cadenas y lo lanzan al mar por un barranco cercano.
Tras su escapada, Dantès, después de pasar tres meses entre contrabandistas, recupera el tesoro y se reinventa como el enigmático conde de Montecristo. Su larga estancia en prisión le ha cambiado fÃsicamente, tanto que sus antiguos socios no le reconocen; mentalmente, dándole un conocimiento mucho más profundo y amplio; y socialmente, gracias al acceso a su gran riqueza. Sin embargo, quizás el mayor cambio es psicológico; de un joven idealista se ha convertido en un hombre sombrÃo e intenso, casi obsesionado con sus planes de hacer pagar tanto a los que le han hecho bien como a los que le han hecho mal.
Recompensas
Dantès regresa a Marsella para retomar contacto con sus seres queridos, pero sólo halla desesperación. Tomando distintas personalidades, desde un abate italiano a un banquero inglés, Edmond Dantès puede confirmar sus sospechas a través de Caderousse, al que visita disfrazado, fingiendo cumplir el último deseo de Edmond. De su antiguo vecino descubre que todos los que le traicionaron han triunfado en la vida; Fernand se ha convertido en un conde y par de Francia, Danglars en un barón y en el banquero más rico de ParÃs, y Villefort en la personificación de la justicia parisina como Procureur du Roi. Es más, Fernand se ha casado con Mercédès y tienen un hijo, Albert.
Mientras tanto, los amigos de Edmond han sufrido en manos del destino. Al principio de la novela, M. Morrel es el rico y amigable propietario de un negocio naval en alza. Pero durante el encarcelamiento de Edmond, Morrel sufrió una trágica serie de desventuras, y en el momento en el que Edmond regresa a Marsella no tienen nada más que a sus dos hijos, Julie y Maximilian, y unos cuantos criados leales. La compañÃa está al borde de la bancarrota, y Morrel piensa en suicidarse. Al descubrir esto, Dantès restituye anónimamente la fortuna de Morrel justo a tiempo, bajo el seudónimo de "Sinbad el marino".
Venganza
Diez años después de su viaje a Marsella, Dantès empieza su búsqueda de venganza, habiendo dedicado la década anterior preparándose fÃsica y mentalmente para las tareas que tenÃa planeadas. Resurge en Roma, donde se da a conocer brevemente a Franz d'Epinay y Albert de Morcerf. A continuación se traslada a ParÃs y se presenta en sociedad, convirtiéndose en la sensación de todo ParÃs. El conde contrae amistad y confianza con sus enemigos, y maquina la destrucción de cada uno de ellos.
Manipula a Danglars para que le dé un "crédito ilimitado" de seis millones de francos, y manipula la bolsa para destruir la fortuna de Danglars, cobrando los seis millones solo cuando Danglars está al borde de la bancarrota y forzándole a huir a Italia. Montecristo tiene una esclava griega, Haydée, cuya famila y hogar en Yanina fueron destruidos por Fernand durante una guerra. Manipula a Danglars para que investigue el suceso, que es publicado en un periódico. El artÃculo es retirado, pero luego se republica. Fernand es llevado a juicio para afrontar los cargos. Haydée testifica contra él, y Fernand queda deshonrado. Es más, Mercédès, que parece conocer la verdadera identidad de Montecristo, confiesa la historia completa de su juventud a su hijo Albert, que casi se bate en duelo con Montecristo tras culparle de la deshonra de su padre. Albert y Mercédès abandonan a Fernand, que se suicida.
La familia de Villefort está dividida. Valentine, la hija que tuvo con su primera esposa Renée, va a heredar toda la fortuna de la familia, pero su segunda esposa, Heloise, pretende reclamar la fortuna para su hijo Edouard. Montecristo conoce las intenciones de Heloise y, de forma aparentemente inocente, le proporciona una toxina capaz de curar a una persona con una gota, y de matarla con una sobredosis. Heloise asesina a un sirviente de la casa, Barrois (sin querer), a los Saint-Mérans, suegros de Villefort, e intenta asesinar a Valentine. Mientras tanto, Montecristo atormenta a Villefort con su antigua aventura amorosa con la mujer de Danglars y con el hijo que tuvieron. Villefort pensaba que habÃa nacido muerto, y lo enterró detrás de una casa de Auteuil que Montecristo compra posteriormente. El hijo fue rescatado de su tumba y criado por el sirviente de Montecristo, Bertuccio. En su adultez, entra en ParÃs disfrazado como conde Andrea Cavalcanti, tan sólo revelándose a Villefort cuando es arrestado por el asesinato de Caderousse. Montecristo salva a Valentine y, mediante Noirtier, Villefort se entera de que Heloise es la asesina. Se confronta con ella, y ella entra en pánico y se mata junto a su hijo Edouard. Estos terribles sucesos, al tiempo que Montecristo revela su identidad a Villefort, le hacen perder el juicio.
Redención
Sin embargo, las cosas son más complicadas de lo que Dantès anticipó. Sus esfuerzos para destruir a sus enemigos y proteger a los pocos que le defendieron se entremezclan horriblemente. Maximilian Morrel se enamora de Valentine de Villefort, y el niño Edouard de Villefort es envenenado por su madre, haciendo que Dantès se cuestione su papel como agente de la venganza de Dios. Viendo que su ira se iba extendiendo lentamente más allá de lo que él pretendÃa, Dantès cancela el resto de su plan y toma medidas para equilibrar las cosas. Aunque la venganza sobre sus enemigos no está completa del todo, deja en libertad a su enemigo final e indemniza a los que quedaron envueltos en el caos resultante, aplicándose asà también sus propios criterios de justicia. En el proceso, se conforma con su propia humanidad y es capaz de encontrar cierto perdón para sus enemigos y para sà mismo.
Personajes de El conde de Montecristo
Hay muchos personajes en este libro, y la importancia de muchos de ellos no es inmediatamente obvia.
Edmond Dantès — También conocido como el conde de Montecristo, Sinbad el marino, Abate Busoni y Lord Wilmore. Inicialmente Dantès es un marinero experimentado y generalmente querido que parece tener suerte en la vida, incluyendo a una bella prometida (Mercédès) y una inminente promoción a capitán de barco.
Abate Faria — sacerdote y sabio italiano; hace amistad con Edmond mientras ambos son prisioneros en el Castillo de If, y revela el secreto de Montecristo a Edmond. Se convierte en un padre figurado para el conde de Montecristo mientras Edmond está en prisión.
Fernand Mondego — Más tarde conocido como conde de Morcerf. También está enamorado de Mercédès y hará lo que sea para conseguirla.
Danglars — Inicialmente el sobrecargo del mismo barco que Dantès. AnsÃa ser rico y poderoso, y ve a Dantès como un obstáculo para sus ambiciones.
Gérard de Villefort — Un procurador real que ha denunciado a su propio padre (Noirtier) para proteger su carrera.
Mercédès Herrera — La prometida de Edmond Dantès al comienzo de la historia. Más tarde se casa con Fernand Mondego mientras Dantès está en prisión.
Gaspard Caderousse — Un conocido deshonesto de Dantès.
Albert de Morcerf — Hijo de Mercédès y del conde de Morcerf. Hace amistad con Montecristo en Roma; visto por Montecristo como el hijo que debÃa haber tenido con Mercédès.
Maximilian Morrel — Hijo del patrón de Edmond, M. Morrel; tras el escape de Edmond, Maximilian se convierte en un buen amigo para el conde de Montecristo, aunque intenta forzar a Montecristo a que cambie muchos de sus planes.
Bertuccio — El mayordomo del conde de Montecristo, un sirviente muy leal.
Benedetto — Hijo ilegÃtimo de Villefort y Hermine d eNargonne (ahora baronesa Hermine Danglars); criado por Bertuccio (sirviente de Montecristo) y su cuñada, Assunta. Asesino y ladrón. Vuelve a ParÃs como Andrea Cavalcanti.
Morrel — Un armador de barcos de buen corazón que trata a Dantès con amabilidad.
Noirtier — Un antiguo bonapartista vigoros que ahora está paralÃtico por un ataque. Está a cargo de su hijo Villefort, su nieta Valentine y el leal sirviente de la familia, Barrois.
Valentine de Villefort — La hija de Villefort y su primera esposa.
Haydèe — La hija de Alà Pachá, vendida como esclava y más tarde adquirida por Dantès.
Luigi Vampa — Un infame bandido que opera en Roma y los alrededores.
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Influencias
Dumas tuvo varias influencias directas de otros textos y tradiciones al escribir la novela. Gran parte de la complicada trama, las estratagemas y las alusiones a una noción romántica de Oriente procede de Las mil y una noches. La referencia más directa es la existencia en gran parte del libro del personaje con el alias de Simbad el Marino, aludiendo a alguien que ha viajado a muchos lugares exóticos.
Alexandre también conoció a Fray José Custódio de Faria, el abate Faria, un monje indo-portugués que fue uno de los pioneros del estudio cientÃfico de la hipnosis. Es representado por el personaje del monje 'loco' encarcelado en el Château.
Otra posible influencia es la noción del pseudo-veneno como elemento conductor de la historia de los dos amantes. Es un tema recurrente en la literatura, especialmente en Romeo y Julieta. Los dos jóvenes amantes son comparados explÃcitamente con PÃramo y Tisbe en cierto momento.
Una influencia proviene de un viaje de caza que planeó Dumas con el sobrino de Napoleón en la isla de Montecristo. Tras saber que tendrÃa que estar en cuarentena durante un tiempo, Dumas cambió de opinión y volvió a casa. Dumas decidió usar Montecristo en el tÃtulo de una novela, pero no tenÃa argumento para ella. Mientras pensaba en el argumento, recordó la ficha policial del arresto e injusto encarcelamiento de un zapatero al que le habÃan tendido una trampa sus amigos. El zapatero se hizo amigo de un predicador en la cárcel y, por una serie de sucesos afortunados se convirtió en el heredero de la enorme riqueza del predicador. Una vez libre, utilizó su riqueza para exigir venganza sobre los que habÃan conspirado para encarcelarle.
También fue una influencia para las falsas acusaciones de Dantès la historia real de François-Eugene Vidocq – el primer detective del mundo.
Las dos novelas de José Rizal –Noli Me Tangere y El Filibusterismo– estaban fuertemente inspiradas por esta novela. Los personajes principales de ambos libros fueron modelados a partir de Edmond Dantès.
La influencia posterior de El conde sobre la cultura popular es inconmensurable. Dos descendientes de su linaje son James Bond y El Zorro (y La pimpinela escarlata, y Batman, y...). Las novelas y pelÃculas de James Bond giran alrededor de un personaje que, como el conde, es infinitamente conocedor de todo lo que tiene calidad (lo mismo es cierto para los villanos de Bond), y que utiliza su conocimiento para vencer a sus enemigos. El Zorro, como el conde, es un aristócrata disfrazado, vengador de las injusticias. La diferencia es que el Zorro está enmascarado y lucha contra enemigos públicos, no personales (aunque la distinción es a menudo dudosa).
Temas
El libro tiene una trama rica y compleja con multitud de personajes. Aunque es ficción popular, eso no significa que carezca de un singificado más allá de la historia. Gran parte de las cuestiones temáticas de la novela se centran en la lealtad, la venganza y el servicio a Dios. Dantès se obsesiona completamente con buscar la justicia. Para los que le ayudaron se convierte en un espÃritu guardián. Para los que le perjudicaron, se convierte en el ángel vengador de Dios. Todos los que le traicionaron son enfrentados a la justicia de una manera que refleja la traición original. Sin embargo, la primera vez que sale perjudicado un espectador inocente en el transcurso de su venganza, se da cuenta de que solo Dios es capaz de dispensar justicia, y cesa en sus intentos de castigo.
Algunos han argumentado que las grandes habilidades de Dantès le convierten en un personaje flojo, ya que la semidivina perfección de su determinación elimina todo desarrollo del personaje.
2006-09-02 18:36:17
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answer #2
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answered by Anonymous
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