Jesús enseñó a sus discÃpulos a pedir en oración: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre”. La Biblia indica que nuestro Padre celestial, cuyo nombre es Jehová, es superior a su Hijo. Por ejemplo, Jehová es “desde siempre hasta siempre”. Pero también dice que Jesús es el “Primogénito de toda la creación”. El hecho de que Jehová es superior lo expuso Jesús mismo al decir: “El Padre es más grande que yo” (Mateo 6:9; Salmo 90:1, 2; Colosenses 1:15; Juan 14:28, Biblia de Jerusalén Latinoamericana). Sin embargo, la doctrina de la Trinidad sostiene que el Padre y el Hijo son “igualmente Dios”.
La superioridad del Padre sobre el Hijo, asà como el hecho de que el Padre es alguien aparte, se hacen patentes también en las oraciones de Jesús, como la que hizo antes de su ejecución: “Padre, si deseas, remueve de mà esta copa [es decir, una muerte ignominiosa]. Sin embargo, que no se efectúe mi voluntad, sino la tuya” (Lucas 22:42). Si Dios y Jesús son “iguales en esencia”, según afirma la doctrina de la Trinidad, ¿cómo pudiera la voluntad, o el deseo, de Jesús parecer diferente a la voluntad de su Padre? (Hebreos 5:7, 8; 9:24.)
Además, si Jehová y Jesús fueran el mismo, ¿cómo podrÃa ser que uno estuviera al tanto de asuntos que el otro desconociera? Por ejemplo, Jesús dijo con relación al tiempo del juicio de este mundo: “Respecto a aquel dÃa o la hora, nadie sabe, ni los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre” (Marcos 13:32).
La Trinidad no es una enseñanza ni de Jesús ni de los primeros cristianos. Es una enseñanza de la Iglesia. En su número de 1999 acerca de la Trinidad, la revista The Living Pulpit señaló: “A veces parece que todo el mundo asume que la doctrina de la Trinidad es una enseñanza teológica cristiana establecida”, pero añadió que no es “una idea bÃblica”.
La New Catholic Encyclopedia (1967) trata en detalle la doctrina de la Trinidad y admite: “El dogma trinitario es en definitiva un invento de finales del siglo IV... La fórmula ‘tres Personas distintas y un solo Dios’ no se arraigó firmemente antes de finales del siglo IV y, desde luego, no se asimiló en la vida cristiana ni en su confesión de fe con anterioridad a esa fecha”.
Martin Werner, profesor de la Universidad de Berna (Suiza), hizo esta observación: “Dondequiera que en el Nuevo Testamento se hace referencia a la relación de Jesús con Dios, el Padre —sea en lo que respecta a su venida como hombre o a su posición como MesÃas—, se concibe y representa categóricamente como subordinada”. Está claro que lo que creÃan Jesús y los primeros cristianos es muy distinto de la doctrina de la Trinidad que enseñan hoy dÃa las iglesias.
--¿Se llamó “Dios” a Jesús?--
Aunque Jesús nunca afirmó que fuera Dios, en la profecÃa de IsaÃas se alude a él como el gobernante designado por Jehová con los términos “Dios Poderoso” y “PrÃncipe de Paz”. La profecÃa añade: “De la abundancia del regir principesco y de la paz no habrá fin” (IsaÃas 9:6, 7). De modo que, en calidad de “PrÃncipe”, Jesús —el hijo del Gran Rey, Jehová— regirá el gobierno celestial del “Dios Todopoderoso” (Ãxodo 6:3).
Sin embargo, alguien pudiera preguntar: “¿En qué sentido es Jesús un ‘Dios Poderoso’? Además, ¿no dijo el apóstol Juan que Jesús es Dios?”. En la Biblia de Jerusalén Latinoamericana (BJL), Juan 1:1 dice: “En el principio existÃa la Palabra y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios”. Hay quienes afirman que este versÃculo indica que “la Palabra”, que nació en la Tierra como el niño Jesús, es el Dios todopoderoso. ¿Están en lo cierto?
Si este versÃculo se interpretara como que Jesús es el Dios todopoderoso, estarÃa contradiciendo la declaración anterior: “La Palabra estaba junto a Dios”. Alguien que está “junto a” otra persona no puede ser al mismo tiempo la persona a la que acompaña. Por esa razón, un buen número de versiones de la Biblia en diversos idiomas hacen una distinción, dejando claro que la Palabra no era el Dios todopoderoso. Por ejemplo, algunos biblistas ofrecen las siguientes lecturas de este pasaje: “Un ser divino era el Proyecto”, “la Palabra era divina” y “dios era la Palabra”.
Ciertos versÃculos de la Biblia que en griego utilizan una construcción similar a la de Juan 1:1 usan la expresión “un dios”, con minúscula. Por ejemplo, refiriéndose a Herodes Agripa I, la multitud exclamó: “¡Es un dios el que habla...!”. Y cuando Pablo sobrevivió a la picadura de una serpiente venenosa, la gente empezó a llamarlo “un dios” (Hechos 12:22; 28:3-6, BJL). Asà pues, referirse a la Palabra, no como Dios, sino como “un dios”, está en armonÃa tanto con la gramática griega como con las enseñanzas bÃblicas (Juan 1:1).
Hay que tener en cuenta el modo en que Juan identificó a “la Palabra” en el primer capÃtulo de su Evangelio. “La Palabra vino a ser carne y residió entre nosotros —escribió—, y tuvimos una vista de su gloria, gloria como la que pertenece no a Dios, sino a un hijo unigénito de parte de un padre.” De modo que “la Palabra”, que vino a ser carne, vivió en la Tierra como el hombre Jesús y fue vista por la gente. Por lo tanto, la Palabra no puede haber sido el Todopoderoso, respecto a quien Juan dice: “A Dios ningún hombre lo ha visto jamás” (Juan 1:14, 18).
Ahora bien, ¿por qué razón, cuando Tomás vio a Jesús resucitado, exclamó: “¡Mi Señor y mi Dios!”? Como se ha indicado, Jesús es un dios en el sentido de que es divino, pero no es el Padre. Jesús acababa de decir a MarÃa Magdalena: “Asciendo a mi Padre y Padre de ustedes y a mi Dios y Dios de ustedes”. Es preciso tener presente también la razón por la que Juan escribió su Evangelio. Tres versÃculos después del relato acerca de Tomás, Juan explicó que lo escribió para que sus lectores creyeran que “Jesús es el Cristo el Hijo de Dios”, no Dios mismo (Juan 20:17, 28, 31).
2006-09-01 09:59:53
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answer #2
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answered by blacKSun is John Locke 3
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Sí, Jesús es Dios.
San Juan 1:1 "En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, Y EL VERBO ERA DIOS.
San Juan 1:14 " Y aquel Verbo FUE HECHO CARNE, Y HABITÓ ENTRE NOSOTROS( y vimos su gloria, gloria como del Unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.
2 Juan 5: 7,8,9 y 10
7 Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: El Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno.
8 Y tres son los que dan testimonio en la tierra: el Espíritu, el agua y la sangre; y estos tres concuerdan.
9 Si recibimos el testimonio de los hombres, mayor es el testimonio de Dios; porque este es el testimonio con que Dios ha testificado acerca de su hijo.
10 El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo; el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo.
2006-08-28 13:51:25
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answer #9
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answered by Roe 7
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