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Me dejaron una tarea en la escuela, es para mañana y es urgente... donde puedo encontrar de la prehistoria, el paleolitico superior en internet? ... alguien sabe?

2006-08-24 12:41:25 · 6 respuestas · pregunta de Anonymous en Arte y humanidades Historia

6 respuestas

Acá va:

http://www.artehistoria.com/historia/contextos/80.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/Paleol%C3%ADtico_Superior
http://www.elestrecho.com/arte-sur/paleo.htm
http://enciclopedia.us.es/index.php/Paleol%EDtico_Superior
http://www.pais-global.com.ar/oh/oh01.htm
http://www.juntadeandalucia.es/cultura/bibliotecavirtualandalucia/aprende/historia.cmd?tema=paleolitico_superior
http://www.xtec.es/~csoria1/apunts/castellano/paleolitico.htm
http://www.paleorama.es/paleoliticosuperior.htm
Mucha suerte! =0)

2006-08-24 12:43:47 · answer #1 · answered by Anonymous · 0 0

http://www.paleorama.es/paleoliticoinferior.htm
Con muy buenas ilustraciones de los objetos encontrados correspondientes a cada período.
Suerte!

2006-08-25 04:46:36 · answer #2 · answered by gabytur 4 · 0 0

GOOGLE.COM.

SUERTE!






Estilo: Prehistoria

FICHA


> Prehistoria
Fechas: 30.000 a.C - 2.500 a.C.














La aparición de los primeros restos del Homo Sapiens Sapiens hacia el 40.000 a.C. se asoció a la aparición de los primeros objetos de intención artística, y no a las meras herramientas, ya desarrolladas con el Homo Habilis. Estos objetos son pequeñas esculturas de cariz mágico-religioso, en su mayoría mujeres símbolo de fertilidad, que hoy conocemos como Venus. La pintura esperó algo más para hacer acto de presencia, puesto que requiere una elaboración conceptual superior a la de la escultura: se trata de recoger mentalmente la imagen de un objeto tridimensional para traducirlo a una representación bidimensional, en el caso de una imagen naturalista. En el caso de un símbolo, la elaboración alcanza complejos niveles de sofisticación, puesto que ha de concebirse como un elemento no existente en la Naturaleza. Las primeras pinturas aparecieron en el Paleolítico Superior, hacia el 25.000 a.C. Contra todo pronóstico, son extremadamente naturalistas, basadas en una observación minuciosa de la naturaleza, que se visualiza mentalmente, se conceptualiza para representar lo que el ojo ve y no lo que la mente sabe que en realidad es el objeto (que es la forma de representación de la pintura egipcia). Además, a la vez que se pintan estas imágenes naturalistas, se complementan con símbolos y signos completamente abstractos, en la misma zona. Estas primeras pinturas no son más que grabados arañados en las paredes de cuevas del suroeste francés, entre el 25.000 y el 20.000 a.C. La aparición de pigmentos no se dio hasta el 18.000 a.C. La gama cromática es terrosa, con predominio de rojos, negros, amarillos y ocres, más algún tono violeta derivado del manganeso. Los colores provienen de minerales naturales que se molían hasta reducirlos a polvo, sin ningún aglutinante como el aceite (véase la técnica del óleo), sino aplicados directamente sobre una superficie caliza húmeda, la pared de una cueva. La forma de aplicarlos consiste en frotar los contornos con el dedo, con palitos masticados o con brochitas y esponjas de pluma, pelo o musgo. Para el interior de la figura, el polvo del pigmento se introducía en huesos horadados, como tubos, para soplarlo sobre la superficie rocosa. Esta técnica es la que se usa para las imprimaciones de manos: el artista apoyaba su mano, generalmente la izquierda, y con inquietante frecuencia mutilada de alguno de los dedos, sobre la pared, y soplaba encima el color; al retirar la mano quedaba el vaciado de la huella en la pared. Las pinturas rupestres como cultura aparece hacia el 15.000 a.C. y su máximo exponente lo representan las pinturas de Altamira y las Cuevas de Lascaux. Por su ubicación en el triángulo franco-cantábrico es fácil determinar que los asentamientos de humanos más poblados y evolucionados se encontraban en esta región, aunque al mismo tiempo se han encontrado restos en México, Oriente Próximo o los Urales. Las pinturas rupestres descubiertas más tempranamente fueron las de Altamira, que se creyeron una broma del propietario del terreno, dada su sorprendente calidad. Hasta 1940, año en que se descubrió Lascaux, no se apreciaron las de Altamira como auténticas. En esta región, la pintura rupestre sigue las mismas características. La primera es la técnica usada, que se describe más arriba. La segunda y más evidente es el tema: animales, por encima de cualquier otro elemento, que puede ser el hombre, muy raramente. El hombre aparece en escuetas escenas, pintado de una manera esquemática, que sorprende frente a la elaboración de los animales. La mujer nunca aparece pintada en el Paleolítico. Pero sí se pintan símbolos y signos, que se asocian a emblemas de fertilidad. Los animales representados son los habituales del ecosistema imperante, normalmente de especies de gran tamaño, plasmados con tal verosimilitud a pesar de hacerse de memoria, que parecen estar dotados de vida. El naturalismo, sin embargo, se halla encuadrado en ciertos convencionalismos, como es el hecho de mantener siempre el perfil para pintar caballos, mamuts y bisontes, y el frente para venados. El lugar para estas pinturas son cuevas de hasta varios centenares de metros de profundidad; y se localizan en los lugares más recónditos, tras laberintos, gateras, lagos interiores... para llegar a veces a un diminuto habitáculo donde se acumulan unas sobre otras cientos de siluetas. Obviamente, no estaban realizadas para la exhibición pública, sino para unos poquísimos iniciados en los secretos de la cueva y de la pintura. La propia cueva ofrece a veces protuberancias naturales que se aprovechan para sugerir formas de animales, pero no es una regla habitual. La forma de representación carece del enmarcamiento que ofrece un cuadro o una hoja de papel. Se distribuyen las figuras sobre un espacio libre e irregular, sin segundo plano, sin línea de suelo ni de horizonte. Los animales se confrontan, sin mantener las mismas proporciones de tamaño, e incluso con frecuencia se superponen en un mismo lugar. Este hecho ha llevado a pensar que el acto de pintar es un ritual mágico, que se lleva a cabo sobre un lugar de características sagradas, de ahí que se reutilice periódicamente. La regularidad de los repintes insinúa la posible regulación a través de rudimentarios calendarios (ciclos astronómicos, migraciones animales, etc.) El significado en cualquier caso se nos escapa. Es muy probable que se refiera a la representación de una cosmología mitológica, en la cual cada animal es el emblema de un poder sobrehumano. Pero también se han ligado con rituales de caza, en los cuales, pintar el animal favorece su caza. O con creencias funerarias, totémicas, y otras. En el Mesolítico, hacia el 8.000 a.C. aparece por primera vez la figura humana como protagonista de la representación, esta vez con mujeres incluidas. La zona en esta ocasión se circunscribe al Mediterráneo, con una preponderancia muy especial del Levante español. Las figuras humanas más antiguas se encontraron en Sicilia. Consisten en unas escenas en las cuales se agrupan unos personajes desnudos, plasmados con naturalidad, de cuerpos atléticos en ejercicios dinámicos que sugieren algún tipo de danza o acrobacia. Las pinturas levantinas se datan hacia el 5.000 a.C. y se descubrieron en la década de 1930. Se diferencian de las pinturas rupestres del Paleolítico en que no se realizan en lo más recóndito de una cueva, sino en abrigos naturales, casi expuestos a la vista. La conservación ha sido posible en primer lugar a lo benigno del clima mediterráneo, y en segundo a la formación de velos de estalagmitas sobre ellas, que las protegen y las hacen casi invisibles en muchos casos: es necesario mojarlas para apreciarlas; esto impide atentados de vandalismo, pero al mismo tiempo dificulta su reproducción mecánica (grabado, fotografía...). Las escenas más frecuentes en la pintura levantina están protagonizadas por grupos de seres humanos, hombres y mujeres, ocupados en diversas tareas agrícolas y ganaderas, como la recolección de miel o el pastoreo de rebaños. La última fase de la pintura prehistórica se desarrolla durante el Neolítico, un período revolucionario en el cual aparece la agricultura y el establecimiento de comunidades sedentarias en Oriente Próximo y Medio hacia el 8.000-6.000 a.C. La pintura plasma ya escenas correctamente construidas, aunque todavía carecen de marco o línea de suelo. La técnica se perfecciona notablemente: los pigmentos ya no se aplican directamente sobre la roca, sino sobre la roca preparada con yeso, lo que las hace más vívidas y precisas. Sin embargo, pese a los adelantos, durante el final del Neolítico, en las Edades de Piedra, Bronce y Hierro, el desarrollo de nuevos materiales condujo a cierto abandono de la pintura a favor de la escultura, la cerámica y las primeras construcciones arquitectónicos, como el famoso Stonehenge.

2006-08-24 19:46:51 · answer #3 · answered by mmm 7 · 0 0

El Paleolítico Superior representa quizás el momento en que mejor podemos conocer el desarrollo de los elementos sociales durante el Paleolítico. Así, veremos la aparición del arte como elemento característico de la cultura. Éste va a representar en buena medida la objetivación de aspectos de tipo religioso o social. Así, el arte podría tener motivos religiosos ligados a la concepción por parte de los grupos humanos de una vida trascendente o de la ideologización de determinados conceptos. Económicamente siguen siendo cazadores, con una vida anímica diferente a la nuestra, que somos agricultores, lo que dificulta nuestra capacidad de comprensión de sus últimos significados. Esta diferente actividad económica hace que sean motivaciones distintas a las actuales lo que complica en muchos casos sus posibilidades de interpretación. La aparición del arte nos habla de la riqueza de la vida espiritual, pues el concepto de un arte por razones puramente estéticas está ya superado como fundamento exclusivo, aunque éste no se pueda excluir en la interpretación de aspectos como la presencia de artes decorativas sobre elementos de uso cotidiano. Otra novedad es el desarrollo de las técnicas de trabajo de la pleura. Se multiplican las hojas o láminas, que son lascas cuya longitud tiende a ser el doble que la anchura. Estas hojas tienen muchas ventajas, pues con esta forma de tallado casi todas las hojas son iguales y permiten un mejor aprovechamiento de la materia prima. Además, al ser todas iguales permite una mejor, o más fácil, transformación de los útiles. Con un modelo estandarizado de soporte, con poco trabajo, se pueden hacer gran variedad de útiles. De esta forma vemos cómo mientras que para el Paleolítico Medio la industria se podría caracterizar con la lista tipológica de F. Bordes de 63 tipos, para el Paleolítico Superior se hace necesaria una lista de 92 tipos como la propuesta por D. de Sonneville-Bordes y J. Perrot o incluso una lista ampliada de 105, propuesta por el grupo de Burdeos y, sin embargo, aún dejan fuera muchos elementos. Esto representaría una ventaja económica y permite un mayor control social sobre estos elementos. Así veremos cómo a lo largo del Paleolítico Superior se detecta una fuerte tendencia a la regionalización, entendiéndola como el desarrollo por parte de los grupos humanos de elementos tipológicos de distribución restringida, no sólo en el tiempo, sino también en el espacio. Hay una gran tipología formal de los instrumentos, pero que utilitariamente se reducen más o menos a 10, según los distintos análisis de huellas de uso realizados por diferentes autores. Es decir, hay diferencias formales, no funcionales, que tienen validez de cohesión de grupo. Un grupo hace los instrumentos de una determinada forma para distinguirse de otros grupos. Otra característica del Paleolítico Superior es el uso de materias duras animales, como el hueso o el asta, como materia prima para hacer instrumentos. En el Paleolítico Inferior y Medio el hueso se usaba aprovechando sus formas naturales como punzones, o trabajándolo por retoque como la piedra. En el Paleolítico Superior será el uso del asta para hacer instrumentos lo que marcará la tecnología. Con el asta se tiene una materia que permite una gran flexibilidad formal y que a la vez es lo suficientemente dura como para servir en la fabricación de instrumentos. También su superficie se puede trabajar, dando lugar a gran número de instrumentos sobre los que el artesano proyecta su individualidad. Por su variedad formal se pueden dividir en: útiles ofensivos como las azagayas, que aparecen desde inicios del Paleolítico Superior hasta el Magdaleniense (30.000 al 9000), piezas apuntadas de fuste alargado con la base preparada para el enmangue. Arpones o piezas cuyo fuste se presenta denticulado, con dientes proyectados hacia la base y cuyo enmangue presenta distintas formas de sujeción. Estos aparecen en el Magdaleniense y el Aziliense (13.000 al 7000), el arpón perdura después del Paleolítico Superior, siguiendo hasta el Mesolítico (hasta el 3000). Las azagayas y arpones, por su variedad formal y la presencia de decoraciones, han servido para distinguir las distintas fases del Paleolítico Superior. Junto a ellos encontramos también útiles de uso cotidiano como los punzones, que son puntas aguzadas y que conservan parte de la articulación. Lo mismo que agujas, a menudo perforadas, cuya forma es la misma que las actuales. La mejora de las técnicas de talla hace que el trabajo de la piedra necesite una mayor precisión, por lo que se prefieren percutores de asta o hueso. Hay dos tipos principales de percutores: cinceles y compresores. Los cinceles son fragmentos de hueso que en un extremo presentan esquirlas. Los compresores suelen ser elementos planos con huellas de presiones sobre la piedra. También empiezan a encontrarse en abundancia elementos sin utilidad activa sino social: son los adornos como los colgantes, normalmente dientes perforados, a menudo caninos de carnívoros o de ciervo, cuya importancia social provoca a veces la aparición de imitaciones en piedra. También las conchas de moluscos, que no sólo se utilizan como collares, sino que pueden llegar a formar adornos muy complejos como los encontrados en los enterramientos de Grimaldi, donde apareció un bonete con 3.000 conchas, o en Sungir, con un complejo ajuar; lo que hace pensar que se encontraban formando parte de los vestidos de los cadáveres. Como vemos, el desarrollo de la tecnología de las materias duras animales permite una mayor plasticidad de los elementos y la posibilidad de detectar a través de ellos la presencia de elementos de socialización grupal. En el Paleolítico Medio los grupos humanos se diversifican socialmente, apareciendo yacimientos con una funcionalidad específica. Durante el Paleolítico Superior estas divisiones se intensifican mucho (por otro lado, no podemos olvidar que se conservan más yacimientos de esta época que de cualquier otra anterior, con lo que es más fácil encontrar yacimientos diversificados por funciones). Los grupos del Paleolítico Superior nos permiten estudiar así una mayor complejidad social. Hay muchos yacimientos al aire libre con todo tipo de formas, desde yacimientos estacionales hasta estructuras muy complejas. También podemos identificar yacimientos vinculados con la trashumancia de animales. Incluso se puede plantear la existencia de territorios específicos para cada grupo humano delimitado. Aparecen los santuarios artísticos, en sentido muy amplio, tanto grandes conjuntos (Altamira o Lascaux) como lugares con pequeñas representaciones. En el Paleolítico Superior hay un mayor desarrollo de las estructuras de habitación, no tanto por un aumento demográfico, sino por una mejor conservación de yacimientos. Es una etapa geológica reciente y los grupos ya tienen un nivel cultural desarrollado. Por eso los yacimientos son más espectaculares. De este modo, se documentan muchas estructuras de habitación al aire libre de varios tipos. Hay cabañas que continúan los modelos de Olduvai DK o las de Terra Amata, de forma cónica, muy fáciles de desmontar y trasladar. Junto a éstas, en lugares situados en las regiones del norte de Europa, las cabañas tienden a ser más robustas y a ser fabricadas con un sistema de pies derechos y cubrición de pieles, apareciendo en conjuntos que nos permiten plantear la existencia de poblados. Más al norte, en la llanura ruso-polaca, aparecen muchos hábitats construidos con restos de elefantes que permiten una construcción permanente o semipermanente. Éstos se fabrican con huesos de mamut cazados por el grupo o, dado el número de restos necesarios, que como veremos es muy alto, se recogen también huesos de otros animales muertos. Son estructuras muy complejas y sólidas, que heredan los modelos de yacimientos del Paleolítico Medio como Molodova V. El mayor conocimiento del Paleolítico Superior nos permite saber mejor cómo vivían. La multiplicación de descubrimientos de habitaciones al aire libre es importante, porque nos permite conocer el número de personas que han podido vivir, mientras que el mundo de las cuevas obliga a considerar un espacio controlado por las dimensiones de la misma. Hay varios tipos de cabañas, algunas muy grandes (40-10 m2) en las que podría vivir una familia extensa, junto a pequeñas cabañas (5-6 m2). Esto hace pensar que los grupos humanos tuvieron una alternancia en el tipo de las ocupaciones ligada a su vida social. En invierno o en épocas de clima adverso, los grupos humanos tendían a agruparse (más posibilidades de alimentación y más calor); en verano tenderían a disgregarse formando núcleos pequeños en zonas distintas, con lo que aumentan las posibilidades de obtención de recursos. Este esquema de doble ocupación parece que existía en el Paleolítico Superior. En el mundo de las cuevas, como dijimos, es más difícil ver la forma de habitación. También aparecen yacimientos en cuevas grandes y en cuevas pequeñas, lo que hace pensar que la ocupación sería de doble esquema. No se sabe si la ocupación en cuevas grandes o pequeñas responde al clima, porque es más suave en el sur de Europa. Lo que sí hay es una ocupación en diferentes alturas de la montaña, lo que indica el aprovechamiento de los diferentes pisos ecológicos. Durante el Paleolítico Superior contamos, como ya hemos dicho, con más yacimientos conocidos, por lo que también poseemos más datos para interpretar las estrategias al existir más restos de animales. Las especies habituales son los cérvidos como el reno y el ciervo, junto a los elefantes, bóvidos y équidos en la Europa oriental. Todos muy útiles económicamente: de ellos se obtiene la carne, la piel y la cuerna o el marfil. Los animales secundarios son, según las áreas, los grandes bóvidos, los caballos y las cabras (las ovejas salvajes no se conocen en el Paleolítico Superior europeo). Al ser una caza muy selectiva, se puede observar el aprovechamiento de las distintas especies. Los animales se cazaban y se descuartizaban en el lugar de la caza, sólo se transporta al hábitat las partes ricas en alimentos (así, en los yacimientos no aparecen columnas vertebrales y sí muchas extremidades). Se aprecian, a veces, variaciones en el esquema: de los animales grandes sólo aparecen las extremidades (la carne del lomo, por ejemplo, se llevaría sin huesos) y, en cambio, los animales pequeños, como las cabras, aparecen enteras. Por otro lado, además de herbívoros, también hay carnívoros, de los que sobre todo aparecen los cráneos y las falanges (lo que indica que fueron cazados por la piel, no para comer). También abundan otros animales como los osos. No está claro si los osos fueron cazados o si el oso utilizó la caverna para invernar y murió (como indica la abundancia de cachorros y osos viejos). La presencia de animales en yacimientos no siempre se debe a causas humanas. También aparecen hienas o huesos roídos por ellas (cuando el grupo humano emigraba, las hienas entrarían y usarían las cuevas). Lo mismo podemos decir de los restos de micromamíferos tales como ratones o musarañas. Su presencia se detecta, sobre todo, en las capas superficiales de los niveles o en los momentos de abandono, período en el cual las rapaces ocupan las cuevas, arrojando las egagrópilas o bolas de deyección en las que encuentran las partes no digeribles de los pequeños animales que forman su dieta.

2006-08-24 19:44:38 · answer #4 · answered by titanium1970 2 · 0 0

Período del Paleolítico que se extiende aproximadamente entre el año 33.000 a.C. y hasta aproximadamente el año 9.000 a.C.

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Características generales
Coincide con los últimos períodos de las glaciaciones wurmienses, de clima muy frío aunque con intervalos templados. También se caracteriza por que las especies humanas de los anteriores períodos como los Neandertales comienzan a tener problemas para subsistir, y una nueva, recién salida de África, las comienza a sustituir. El homo sapiens sapiens u hombre de Cro-magnon.

Desglose del nombre de los períodos y su clima:

2006-08-24 19:44:23 · answer #5 · answered by cyber-fem 4 · 0 0

aqui, mira

http://es.wikipedia.org/wiki/Paleol%C3%ADtico_Superior

http://www.artehistoria.com/historia/contextos/80.htm

si no en google hay mas resultados ;)

saludos

2006-08-24 19:43:26 · answer #6 · answered by Anonymous · 0 0

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