La arroba, este símbolo que hoy se asocia a Internet, está tan de moda como la propia red. No solo se le utiliza para evocar la modernidad y la era digital, también se le dan otros usos más literarios. Por ejemplo es bastante frecuente que algunos internautas lo utilicen para identificar a colectivos humanos de ambos sexos, tratando de evitar la terminología clásica que es más explícita hacia uno solo de esos sexos. Es esta intención igualitaria la que ha inspirado el slogan utilizado por la izquierda española en una de sus últimas campañas: "Somos necesari @ s".
Dicho esto, ya puede entenderse fácilmente que la arroba también se utilice para indicar quien es el autor o propietario intelectual de un documento.
@ Antonio Caravantes (DE Antonio Caravantes)
Tomlinson eligió este carácter concreto porque estaba infrautilizado: daba lugar a pocas confusiones puesto que no podía formar parte del nombre de usuario ni del nombre del servidor, y era poco utilizado en otros aspectos. Si se hubiera elegido otro carácter para las direcciones de correo, ahora no estaríamos hablando de la arroba, y no habría transexuales que eligiesen ese carácter como identificativo artístico. Por el año 1971 Tomlinson no podía calcular las consecuencias sociales de aquella elección que a él le parecía tan trivial en ese momento.
Pero el símbolo de la arroba esconde otras curiosidades: ¿Por qué estaba en el teclado si realmente no se usaba con frecuencia? ¿Qué había representado antes ese carácter? Para responder a estas preguntas hemos de remontarnos algunos siglos atrás.
Gráficamente, el símbolo de la arroba también procede del latín, y más concretamente de contraer las letras de la palabra AD, que significa "hacia" (también "en", "hasta", "a", "sobre" o "cerca", según los autores). En la edad media estaba muy de moda ligar (adherir o incluso solapar) las letras contiguas de la misma palabra. Las letras A y D (minúsculas) solían representarse con sus partes principales solapadas, y el rabito inferior derecho de la "a" terminaba levantándose verticalmente, para recordar también a la letra "d". Con el tiempo, este último rasgo vertical fue volcándose hacia la izquierda, de forma similar a lo que sería el número 6 visto en un espejo. Luego, el rasgo final fue tumbándose sobre la parte central del carácter, para terminar casi rodeándola y envolviéndola en una especie de "látigo espiral". Todavía, puede reconocerse parcialmente esta evolución, puesto que algunas fuentes tipográficas representan mayores o menores curvaturas en el trazo final.
Por cierto, la palabra latina AD se traduce al inglés como AT, lo que aporta la relación entre esta arroba latina y la arroba informática que comentábamos antes: son la misma cosa.
En español se dice "arroba", pero otros idiomas utilizan expresiones mucho más descriptivas, que hacen referencia a la espiral final o a su supuesta semejanza con el rabo de algún animal: así, en Sueco se dice "alfa-manguera" (alfaslang); en danés, "a-con-rama" (snabel-a); en holandés "cola-de-mono" (apestaartje); en francés, "caracol" (scargot); en italiano, "caracola" (chiocciola); en noruego, "bollo espiral" (kanel-bolle), etc... En España también hay quien usa la palabra "ensaimada" que igualmente designa un bollo espiral típico de Mallorca. Y también he oído, en entornos muy informales, que se la llama "oreja" u "orejilla" por su similitud con este órgano humano.
También es una medida de peso: son 11.5 kilos.
Saludos a todos
2006-08-22 12:52:24
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answer #1
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answered by JOSSS 5
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La inventó el Emperador Claudio I de Roma en el siglo I para usarse en vez de escribir "en". Desde su invención se había usado mucho hasta recientemente. Se utiliza también como símbolo en Física e Ingeniería con su uso original.
2006-08-22 12:51:24
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answer #2
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answered by ANTONIO D 6
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