En una cirugía de 15 horas
Cambiar de pene será posible
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Un grupo de médicos en México adelanta un proyecto con el fin de cambiarle el órgano reproductor masculino a pacientes que hayan sufrido de algún tipo de malformación. “No es para pacientes que deseen mejoría estética o mayor erección”, señalan los especialistas.
En México, un grupo de médicos trabaja en el trasplante del órgano reproductor masculino. Se trata de un procedimiento único en el mundo, que busca corregir malformaciones en el pene por efecto de alguna enfermedad o accidente, entre otras circunstancias.
Actualmente existen múltiples métodos reconstructivos del mismo. Sin embargo, no son ciento por ciento curativos. La mayoría de los pacientes sufren de problemas al orinar y al tener relaciones sexuales. Es por ello que los especialistas mexicanos le apuestan a la sustitución y no a la reconstrucción.
De acuerdo con el jefe del Servicio de Cirugía Plástica del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán de México, Martín Iglesias Morales, el proyecto no tiene como fin el mejoramiento estético del miembro.
Es, ante todo, un trabajo de investigación médica para quienes sufren ambigüedad de genitales por deficiencias genéticas y hormonales desde el nacimiento.
Desde Ciudad de México, Morales habló con El Espectador y contó todos los pormenores de este novedoso trasplante.
¿Cómo nació la idea de hacer un trasplante de pene?
Nació como un producto del tratamiento de pacientes con ausencia de pene. Esta deficiencia ocasiona micropene y bolsa escrotal hendida, que al nacimiento dan la apariencia de genitales femeninos. Así, tomando en cuenta el éxito en el trasplante de órganos como el riñón, el corazón, el hígado, la mano, entre otros, el proyecto de trasplante de pene apareció como una necesidad y esperanza para estos pacientes.
¿Qué quiere decir pacientes con micropene?
Este tratamiento está dirigido a aquellos pacientes que carecen de pene por causas traumáticas, infecciosas, oncológicas o congénitas. O bien para pacientes que tienen micropene, es decir, penes que miden de 3 a 5 cm de longitud. No es para pacientes que tienen un pene de características normales y deseen mejoría estética pura o mejorar la erección.
¿El trasplante implica los testículos?
No. El trasplante de pene incluye glande, cuerpo de pene, uretra, cuerpos esponjosos y cuerpos cavernosos. Estos últimos son los que dan la erección.
¿De dónde sacarán los donantes?
Esta posibilidad será sometida a juicio por parte del Comité de Ética del hospital y posteriormente se enviará el protocolo al Centro Nacional de Trasplantes, para que pueda solicitarse el pene a los familiares de donantes vivos con muerte cerebral comprobada.
Éstos deberán cumplir con todos los criterios de inclusión de donantes, además de los específicos para el trasplante de pene, como son ausencia de enfermedades que afecten la uretra.
El pene trasplantado, ¿qué características debe tener con respecto al del paciente?
Debe ser, desde el punto inmunológico, lo más compatible posible. Esto quiere decir que el donador debe ser preferentemente de la misma raza y color de piel que el receptor.
Esto ya implica ciertas características en dimensiones del pene porque, por ejemplo, la raza negra tienen mayor longitud y grosor de pene y la raza oriental es la que tiene menor longitud y grosor. Así que una vez que el pene donador sea inmunológicamente compatible, las otras variables no serán tomadas en cuenta.
¿Qué enfermedades se podrán evitar con dicha intervención?
No es un tratamiento preventivo, es de rehabilitación. La ausencia de pene en el hombre mutila indiscutiblemente su esencia fundamental de ser. Esto ocasiona inseguridad en sus relaciones con las personas de su mismo sexo y frustra sus relaciones íntimas con las del sexo opuesto. Adicionalmente, las molestias y dificultades en la micción (orina) complican más la situación. Este tratamiento, por lo tanto, es de rehabilitación.
¿Quiénes están trabajando en el proyecto y desde cuándo?
El proyecto se inició hace un año y se está desarrollando en el Instituto donde laboro. El equipo de trabajo está conformado por el doctor Leonardo Bravo, cirujano plástico; el doctor Mariano Sotomayor, urólogo; la doctora Josefina Alberú, jefa del Departamento de Trasplantes del Instituto; médicos pasantes del servicio de cirugía plástica y yo.
¿Qué riesgos correrá el paciente?
Son pocos y son como cualquier cirugía, a pesar de lo prolongado de la misma, de 15 horas aproximadamente. Si desafortunadamente ésta fracasara, el paciente quedaría como antes, es decir, con poco pene. Con el fracaso se pierde dinero, pero más importante, se pierden las esperanzas que el paciente tiene de rehabilitarse. Quirúrgicamente, es el mismo riesgo que el paciente tiene si es sometido a las reconstrucciones tradicionales.
Los riesgos médicos están unidos a la administración de medicamentos inmunosupresores que son necesarios para evitar el rechazo del implante. Estos medicamentos pueden producir linfomas, infecciones, diabetes, insuficiencia renal, etc. Por lo anterior, será necesario un control médico riguroso. Es importante mencionar que existen pacientes que han recibido un trasplante renal, así como inmunosupresores durante 30 años, sin tener complicaciones importantes.
Es el paciente quien decide si acepta o no el trasplante. Mi experiencia en el tratamiento de pacientes jóvenes que carecen de pene es que prefieren uno normal que les permita mejor su calidad de vida. Por eso aceptan los riesgos.
¿Ya hay casos?
De reconstrucción. Recuerdo a un paciente que nació con micropene y ceguera congénita, el cual a sus 20 años solicitó la reconstrucción de pene porque deseaba tener relaciones sexuales.
¿Qué personas podrán someterse al trasplante?
Básicamente quienes tengan entre 18 y 55 años de edad. Es decir, al inicio de su sexualidad y cuando es mayor de edad para decidir el tratamiento, por supuesto con el apoyo de sus padres. La edad límite máxima de 55 años es debido a la dificultad en la regeneración nerviosa.
En términos jurídicos, ¿es legal dicha práctica en México?
Terminada la investigación, será sometida al Comité de Ética del hospital y si es aprobada, será enviada al Centro Nacional de Trasplantes para legalizarla.
¿Cuánto le valdrá al paciente una intervención de este tipo?
No es posible estimar los costos de la cirugía, debido a que está en fase experimental.
¿Cuentan con algún tipo de financiación?
Por el momento no. La investigación ha sido financiada por el Instituto, pero estamos buscando financiamiento, ya que el período de mantenimiento y observación es costoso.
En concreto, ¿qué avances ha tenido dicho trasplante?
Iniciamos con la integración de un comité médico quirúrgico con el objetivo de lograr el trasplante de pene en un lapso de tres años. Actualmente estamos en la fase experimental, con los objetivos específicos de entender la circulación e inervación del pene como una unidad independiente para ser trasplantada tanto en el perro como en el humano.
Hemos logrado trasplantar un pene completo, incluyendo los cuerpos cavernosos, de un perro a otro y el pene ha logrado sobrevivir en su totalidad y ha logrado la erección. Es una cirugía que requiere la técnica microquirúrgica. Seguiremos con la segunda fase, que es la observación durante uno o dos años para ver su evolución. Este tipo de proyecto es único en el mundo.
¿Qué piensan los mexicanos de dicha iniciativa?
Esta investigación no ha sido divulgada ni sometida a la opinión pública. Sin embargo, hemos pensado que habrá limitaciones debido a falta de cultura en la donación de órganos, junto con el machismo.
Debo agregar que todos estos proyectos de trasplante de mano, cara y pene son vigilados minuciosamente por los médicos y cuando demuestren su utilidad, tendrán aplicaciones clínicas mundialmente.
2006-08-19 22:16:22
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answer #7
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answered by Anonymous
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