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29 respuestas

ni cielo, ni infierno, a pudrirse al ataud, o a incinerarse

2006-08-15 20:59:22 · answer #1 · answered by Anonymous · 1 1

LA VIDA
La vida es un maravilloso regalo de nuestro Padre Dios y debemos saber apreciarla y aprovecharla. Es lamentable que muchísimos hombres actuales vivan su vida como si fueran a vivir aquí eternamente. Sólo piensan en el placer, en las fiestas, en las cosas materiales y en buscarse un “futuro” aquí abajo. Sin embargo, deben saber que esta vida es sólo un paso para la eternidad, un examen, una prueba o, como diría el libro de Job, un servicio militar (7,1).

Por eso, debes vivir con la mirada alta, con la frente serena, con la mente puesta siempre en Dios, que te espera al final del camino. No puedes darte el lujo de perder el tiempo, de “matar” el tiempo. Realmente es muy triste ver muchos hombres que pierden su vida sin hacer nada útil. Se pasan horas y horas viendo televisión, paseando sin saber adónde, hablando por hablar o simplemente durmiendo. ¡Cuánto tiempo perdido! ¡Cuántas vidas perdidas! ¡Qué tristeza, llegar al final de la vida con las manos vacías!

Otros, por el contrario, están tan sobrecargados de trabajo, que nunca tienen tiempo para Dios y, a veces, ni siquiera para su propia familia. Viven corriendo, como persiguiendo el tiempo, queriendo ganar tiempo, pasan por la vida apresurados, atropellados, enloquecidos, desbordados, nerviosos. Siempre de mal humor, sin paz ni tranquilidad. Y no pueden hacer todo lo que quisieran, porque “no tienen tiempo”. Les gustaría rezar, ayudar a los demás, estar más tiempo con la familia, pero “no tienen tiempo “. “No tienen tiempo” para pensar ni para leer. Al final, se darán cuenta de que todos sus trabajos no valían nada para la eternidad, porque sólo trabajaban para sí mismos. Triste final de una vida alocada, que puede terminar antes de “tiempo”, al menos antes del tiempo que ellos quisieran.

Por eso, aprovecha bien tu tiempo, no lo malgastes. El tiempo es oro, un regalo de Dios para crecer en el amor; pero es un regalo fugitivo que, si no lo usas, se te va de las manos. Nunca digas que no tienes tiempo; tienes tiempo suficiente para cumplir fielmente tu misión, pero no tienes tiempo extra, sólo tienes el tiempo necesario.

Vive cada momento presente con intensidad y con amor. El amor es lo que da sentido a tu vida. Vive cada minuto de sesenta segundos que te lleven al cielo. Sé amable y delicado con todos. Toma tu vida en serio, porque sólo se vive una sola vez, no hay una segunda oportunidad, no hay reencarnación. Aprovecha el tiempo al máximo y da lo mejor de ti mismo. Vive cada momento con gratitud y generosidad. Dale a tu Padre Dios los “Buenos días” cada mañana al despertar. No te lamentes de tu pasado para deprimirte, sino para arrepentirte y rectificar tus errores. No seas mediocre, aspira siempre a lo más alto y más profundo, a las alturas de la divinidad. Debes ser santo, ni más ni menos. Pídele esta gracia todos los días a tu Padre Dios. Y no te olvides que Dios te ha encomendado una misión en este mundo que no se la ha encomendado a ningún otro. Si tú no la cumples, habrá un vacío en el mundo. Sé fiel a tu vocación, cumple fielmente tu misión. Sé agradecido y piensa en ese Dios Amor que te ha creado y te llama a una felicidad eterna.

Vive con Él, por Él y para El. Vive con amor y por amor. La vida es una sucesión de cosas pequeñas que, divinizadas por el amor, construyen la eternidad. Sin amor, estarás “muerto” en vida. Por eso, decía Guy de Larigaudie:



“Sólo hay una cosa importante en la vida:
el amor a Dios, un amor inmenso, sin medida,
un amor de Chiquillo que adora a su madre,
un amor total, que nos arrastra por completo en
cada instante de la vida hacia Dios “




LA MUERTE
La muerte es una de las realidades más ciertas de la existencia humana. San Juan Bosco, el gran educador de la juventud, les decía a los jóvenes estas palabras latinas: “Horno, humus; farna, fumus; finis, cinis”, que significan: “El hombre es barro; la fama es humo; el fin, ceniza”. Por eso, la Iglesia nos dice el miércoles de ceniza: “Acuérdate de que eres polvo y en polvo te vas a convertir”. Ojalá que el pensamiento de la muerte nos ayude a vivir con seriedad la vida. Recuerdo que, cuando era joven seminarista, por las noches, había un hermano que, antes de dormir, decía en voz alta una oración que comenzaba: “Acordémonos, hermanos, que hemos de morir y podría ser esta noche “. Y esto no sólo vale para los religiosos, sino para todos.

Es conocido que en siglos pasados, en muchos pueblos de Francia, los serenos gritaban por la noche: “Vigilad, Vosotros que dormís. Rezad por los muertos”. Si de algo estamos seguros, es de que un día vamos a morir. Ante la realidad de la muerte no vale la edad, la fama, el poder o la gloria. La muerte no respeta a nadie y nos ni vela a todos ante el más allá. Los santos la esperan y la desean con ilusión para encontrarse con el Padre Dios. Los hombres mundanos la temen y la rechazan y les parece algo absurdo y sin sentido. Para ellos, sólo tiene sentido el gozo y el placer en este mundo. Por eso, prefieren no hablar de este tema. La muerte es hoy el gran tabú para muchos de nuestros contemporáneos. Un tabú del que no se debe hablar y se debe ocultar lo más posible. En otro tiempo, el gran tabú el sexo y se ocultaba a los niños todo lo referente a él, pero sí se les permitía asistir al moribundo o al velorio del familiar difunto. Hoy se inicia a los niños en el sexo desde temprana edad, pero se evita hablar ante ellos de la muerte. Ya no se tiene el velorio en las casas, ése es un problema técnico para las agencias funerarias, adonde no se lleva a los niños. Los cementerios están construidos “a la americana”, con parques placenteros, con muchas flores, para evitar el mal gusto del pensamiento de la muerte.

Sin embargo, la muerte es una realidad y debemos enfrentarla con realismo, porque puede venimos en cualquier momento. Todos estamos en lista de espera. Pero, si somos creyentes, ¡qué diferencia al pensar que la muerte no es el final, sino el comienzo de una nueva vida, que es el puente entre esta vida y la vida eterna, que es la puerta de entrada al cielo! ¡Piensa en la eternidad! ¡Vive para la eternidad!

Tú eres “astronauta” de la eternidad. Ése es tu destino, una vida eterna, feliz o infeliz, que te espera después de esta vida ¿Estás preparado para morir? ¿Estás en paz con Dios? ¿Tienes listas las maletas? No te preocupes tanto en acumular dinero u otras cosas. No pienses tanto en tener y tener y tener cosas, que no te podrás llevar. Acumula en tu corazón un tesoro de amor que te puedas llevar a la vida eterna. ¿Has pensado en tantos conocidos y familiares que “fueron” y ya no “son”? ¿Qué harías ahora, si tu médico te dijera que tienes cáncer y sólo te quedan dos meses de vida? Toma en serio la realidad de la muerte para que puedas tomar en serio tu vida. Si vives con amor, la muerte será para ti un maravilloso encuentro con el Dios Amor, con el Padre Dios, que te espera y te ama y quiere hacerte feliz eternamente en el cielo. Pero no olvides que también existe una muerte eterna, que existe el infierno, y podría ser también para ti. ¿Dónde estarás dentro de cien años, cuando ya hayas muerto? Eso depende de ti. Si amas, tendrás vida; si odias y haces el mal, podrás estar “muerto” y sin felicidad eternamente en el infierno.


“La muerte no es el final sino el comienzo de una nueva vida”

Fuente(s):
En vez de basarte en opiniones ajenas, te sugiero que busques tus propias conclusiones:

http://es.catholic.net
http://www.corazones.org
http://www.vatican.va/phome_sp.htm...
http://www.mexicosiemprefiel.com/...
http://www.counselingcatholics.com/...
http://regnummariae.org/
http://www.churchforum.org.mx/
http://www.enciclopediacatolica.com/...
http://www.redcatolica.net/
http://catolicos.deamerica.net/...
http://www.esglesia.org/

En muchos de ellos hay consultores en linea que te podran aserorar mucho mejor que yo.

Saludos

2006-08-16 04:07:19 · answer #2 · answered by DOLOR EN LA VIDA! 2 · 1 0

Mayda, no te tortures con la idea del infierno; es aberrante pensar, desde una perspectiva cristiana que, supuesto que Dios es nuestro Padre, y además perfecto, ¿qué padre enviaría a sus hijos a semejante horror, por muy perversos que éstos hubieran sido?. Esto, por supuesto no quita que la persona tiene una faceta buena y otra mala; es la buena la que ha de trabajar, entre otras cosas porque pienso firmemente que el ser "buena gente" en todos los sentidos, nos ayuda a nosotros mismos.

2006-08-20 00:31:00 · answer #3 · answered by ? 2 · 0 0

¿Hay vida después de la muerte?
¿Tenemos un espíritu inmortal?
¿Qué ha pasado con el infierno?
“SI UN hombre físicamente capacitado muere, ¿puede volver a vivir?”, preguntó el patriarca Job hace unos tres mil quinientos años (Job 14:14). Esta pregunta ha desconcertado a la humanidad durante milenios. A lo largo de los siglos, las distintas civilizaciones han reflexionado sobre el tema, y han ido surgiendo diferentes teorías.

Muchos cristianos nominales creen en el cielo y el infierno, mientras que los hindúes tienen fe en la reencarnación. En cuanto a la idea musulmana, el emir Muawiyah, ayudante en un centro religioso islámico, dice: “Creemos que habrá un día de juicio después de la muerte, en el que nos presentaremos ante Dios, Alá, como si compareciéramos ante un tribunal”. Según la fe islámica, Alá evaluará entonces el comportamiento de cada persona y la enviará al paraíso o al infierno.

En Sri Lanka, tanto budistas como católicos dejan las puertas y ventanas abiertas de par en par cuando hay una defunción en la familia. Encienden una lámpara de aceite y colocan el ataúd con los pies del fallecido en dirección a la puerta principal. Estas medidas, según piensan ellos, facilitan la salida de la casa al espíritu del difunto.

De acuerdo con Ronald M. Berndt, de la Universidad de Australia Occidental, los aborígenes australianos creen que “el espíritu de los seres humanos es indestructible”. Ciertas tribus africanas piensan que después de la muerte, la gente común se convierte en fantasmas, mientras que las personas destacadas llegan a ser espíritus ancestrales, los cuales, como líderes invisibles de la comunidad, merecen que se les honre y se les eleven peticiones.

En algunos países, las creencias respecto al estado de los muertos son una mezcla de tradiciones locales y cristianismo nominal. Por ejemplo, muchos católicos y protestantes del África occidental siguen la costumbre de cubrir los espejos cuando muere alguien, para que nadie mire en ellos y vea el espíritu del difunto.

En realidad, las respuestas a la pregunta de qué sucede cuando morimos son diversas. No obstante, todas tienen un factor común: existe algo dentro del hombre que es inmortal y sobrevive a la muerte. Hay quienes sostienen que este “algo” es un espíritu. Por ejemplo, en algunos lugares de África y Asia, y en la zona del Pacífico que abarca Polinesia, Melanesia y Micronesia, muchas personas creen en un espíritu —no en un alma— inmortal. De hecho, ciertos idiomas ni siquiera cuentan con el término alma.

¿Tenemos un espíritu? ¿Sale del cuerpo al morir? Si así es, ¿qué le sucede? Y ¿qué esperanza hay para los muertos? No debemos pasar por alto estas preguntas, pues, sin importar nuestros antecedentes culturales o religiosos, la muerte es una realidad que debemos encarar. ¿Tenemos un espíritu inmortal?

“TODA Escritura es inspirada de Dios y provechosa para enseñar, para censurar, para rectificar las cosas, para disciplinar en justicia”, escribió el apóstol Pablo (2 Timoteo 3:16). En efecto, la Biblia es un libro que dice la verdad pues proviene del Dios verdadero, Jehová (Salmo 83:18).

Como Creador de todas las cosas, incluidos los seres humanos, él conoce bien lo que sucede cuando morimos (Hebreos 3:4; Revelación [Apocalipsis] 4:11). Y a través de su Palabra inspirada, la Biblia, ha suministrado respuestas veraces y satisfacientes a las preguntas sobre el más allá.


El espíritu se puede asemejar a la electricidad
¿Qué es el espíritu?
En la Biblia, las palabras que se traducen por “espíritu” significan fundamentalmente “aliento”, pero implican mucho más que el acto de respirar. Por ejemplo, el escritor bíblico Santiago señala: “El cuerpo sin espíritu está muerto” (Santiago 2:26). Por lo tanto, el espíritu es aquello que da vida al organismo.

Esta fuerza vivificante no puede ser simplemente el aliento, o aire, que circula por los pulmones. ¿Por qué no? Porque después de cesar la respiración, las células corporales permanecen vivas por un corto tiempo, “durante varios minutos”, según The World Book Encyclopedia. Por eso se puede practicar la resucitación. Ahora bien, una vez extinguida la chispa de la vida que anima las células del cuerpo, es inútil intentar recuperarla. No hay aliento, o aire, que pueda revivir siquiera una célula. El espíritu, por tanto, es la fuerza de vida invisible —la chispa— que mantiene vivas las células y a las personas. Dicha fuerza se sostiene mediante la respiración (Job 34:14, 15).

¿Está activo el espíritu solamente en el ser humano? La Biblia nos ayuda a llegar a la conclusión correcta sobre este asunto. El sabio rey Salomón reconoció que los seres humanos y los animales “tienen un solo espíritu”, y preguntó: “¿Quién hay que conozca el espíritu de los hijos de la humanidad, si asciende hacia arriba; y el espíritu de la bestia, si desciende hacia abajo a la tierra?” (Eclesiastés 3:19-21). De modo que, según las Escrituras, los animales tienen espíritu al igual que nosotros. ¿Cómo es posible?

El espíritu, la fuerza de vida, puede compararse a la corriente eléctrica que fluye por una máquina o un electrodoméstico. Aunque es invisible, puede efectuar diversas funciones, dependiendo del tipo de aparato que active. Por ejemplo, una estufa eléctrica genera calor, una computadora procesa información y un televisor reproduce imágenes y sonidos. Sin embargo, la corriente eléctrica nunca adquiere las características del artefacto que hace funcionar. Sigue siendo meramente una fuerza. De modo parecido, la fuerza de vida no asume ninguna de las características de los seres que anima. Carece de personalidad y capacidad de pensar. Tanto las personas como los animales “tienen un solo espíritu” (Eclesiastés 3:19). Así pues, cuando alguien muere, su espíritu no sigue viviendo en otro lugar como criatura espiritual.

Entonces, ¿en qué estado se encuentran los muertos? Y ¿qué le sucede al espíritu tras la muerte?



“Polvo eres y a polvo volverás”
“A polvo volverás”
Cuando el primer hombre, Adán, desobedeció deliberadamente el mandato divino, Dios le dijo: “Con el sudor de tu rostro comerás pan hasta que vuelvas al suelo, porque de él fuiste tomado. Porque polvo eres y a polvo volverás” (Génesis 3:19). ¿Dónde se encontraba Adán antes de que Jehová lo creara del polvo? En ningún sitio. Sencillamente no existía. Así que cuando Jehová Dios le anunció que ‘volvería al polvo’, no le estaba diciendo que iba a ser transferido a un mundo de espíritus, sino que iba a perecer y volver a formar parte de los elementos del suelo. Al morir, regresaría a un estado de inexistencia. De modo que su castigo fue la muerte —la ausencia de vida—, no el paso a otro mundo (Romanos 6:23).

¿Qué puede decirse de las demás personas fallecidas? Eclesiastés 9:5, 10 explica claramente en qué condición se encuentran: “Los muertos nada saben [...;] no hay obra, ni actividad mental, ni ciencia, ni sabiduría en el sepulcro” (Ediciones Sigal). Por tanto, la muerte es sinónimo de inexistencia. El salmista escribió que cuando alguien muere, “sale su espíritu, él vuelve a su suelo; en ese día de veras perecen sus pensamientos” (Salmo 146:4).

Queda claro, pues, que los muertos ya no existen. No saben nada. No pueden vernos ni oírnos ni hablarnos. No pueden ayudarnos ni hacernos daño, por lo que no hay ninguna razón para temerlos. Pero ¿qué significa el que ‘salga’ el espíritu en el momento de la muerte?



La resurrección producirá gozo duradero
El espíritu “vuelve al Dios verdadero”
La Biblia indica que cuando la persona muere, “el espíritu mismo vuelve al Dios verdadero que lo dio” (Eclesiastés 12:7). ¿Quiere decir esto que una entidad espiritual viaja literalmente a través del espacio hasta encontrarse en presencia de Dios? Desde luego que no. En la Biblia, el verbo volver no denota necesariamente un movimiento real de un lugar a otro. Por ejemplo, los israelitas infieles recibieron esta exhortación: “‘Vuelvan a mí, y yo ciertamente volveré a ustedes’, ha dicho Jehová de los ejércitos” (Malaquías 3:7). En el caso de Israel, ‘volver’ a Jehová implicaba abandonar su mal proceder y regirse otra vez por las justas normas divinas. En el caso de Jehová, ‘volver’ a Israel significaba que mostraría favor a su pueblo de nuevo. En ambos casos, la acción de ‘volver’ se refería a un cambio de actitud, y no a un desplazamiento geográfico literal.

Así mismo, cuando el espíritu “vuelve” a Dios, no se traslada de la Tierra al ámbito celestial. Una vez que la persona pierde esa fuerza de vida, solo el Altísimo tiene la capacidad de devolvérsela. De modo que el espíritu “vuelve al Dios verdadero” en el sentido de que toda esperanza de vida futura para ella depende por completo de Dios.

Fijémonos, por ejemplo, en lo que dicen las Escrituras sobre la muerte de Jesucristo. El evangelista Lucas relata: “Jesús llamó con voz fuerte y dijo: ‘Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu’. Cuando hubo dicho esto, expiró” (Lucas 23:46). Jesús no se fue literalmente al cielo en el momento en que su espíritu salió de él, pues no resucitó hasta el tercer día y tardó otros cuarenta días más en ascender al cielo (Hechos 1:3, 9). Más bien, cuando estaba a punto de morir, Jesús dejó su espíritu en manos de su Padre, con la total confianza de que Jehová podía devolverle la vida.

En efecto, Dios puede hacer que alguien viva de nuevo (Salmo 104:30). ¡Qué maravillosa perspectiva se presenta ante nosotros!

Una esperanza segura
La Biblia dice: “Viene la hora en que todos los que están en las tumbas conmemorativas oirán [la] voz [de Jesús] y saldrán” (Juan 5:28, 29). Así es, Jesucristo prometió que los que se hallan en la memoria de su Padre resucitarán. Entre ellos, sin duda, se contarán los siervos de Jehová, quienes han ido en pos de la justicia. No obstante, millones han muerto sin demostrar si cumplirían o no las normas justas de Dios. O bien no conocían sus requisitos, o bien les faltó el tiempo necesario para hacer cambios. Estas personas también se hallan en la memoria de Dios y serán resucitadas, pues la Biblia señala: “Va a haber resurrección así de justos como de injustos” (Hechos 24:15).

Hoy la Tierra está saturada de odio, conflictos, violencia, derramamiento de sangre, contaminación y enfermedades. Si los muertos volvieran a la vida en medio de semejantes condiciones, con toda seguridad, la felicidad inicial no tardaría en desvanecerse. Ahora bien, el Creador ha prometido que pronto terminará con la actual sociedad mundial controlada por Satanás el Diablo (Proverbios 2:21, 22; Daniel 2:44; 1 Juan 5:19). Entonces se hará realidad una sociedad humana justa, “una nueva tierra” (2 Pedro 3:13).

En ese momento, “ningún residente dirá: ‘Estoy enfermo’” (Isaías 33:24). Hasta desaparecerá la angustia de la muerte, puesto que Dios “limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado” (Revelación 21:4). ¡Qué magnífica perspectiva para los que estén en las “tumbas conmemorativas”!

Cuando Jehová elimine la maldad de la Tierra, no destruirá al recto junto con el malvado (Salmo 37:10, 11; 145:20). De hecho, “una gran muchedumbre” de gente “de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas” sobrevivirá a “la gran tribulación” que acabará con el actual mundo perverso (Revelación 7:9-14). Por consiguiente, habrá una gran multitud que dará la bienvenida a los resucitados.

¿Anhelamos volver a ver a nuestros seres queridos que han muerto? ¿Queremos vivir para siempre en el Paraíso en la Tierra? Entonces debemos adquirir conocimiento exacto de la voluntad y los propósitos divinos (Juan 17:3). Es la voluntad de Jehová que “hombres de toda clase se salven y lleguen a un conocimiento exacto de la verdad” (1 Timoteo 2:3, 4).

2006-08-18 18:16:26 · answer #4 · answered by nadamas09 2 · 0 0

Después de la muerte no hay nada. Todo eso de la vida en 'EL MÁS ALLÁ' es una invención de nuestros antepasados prehistóricos que se sentían muy desamparados frente a las fuerzas de la naturaleza y sobre todo frente a LA MUERTE y lo que representa de ausencia de los seres queridos.

2006-08-18 11:54:41 · answer #5 · answered by juanferpt 3 · 0 0

mmmmmm,,, quizá después de muertos el dolor como tal no existe, eso es físico. Si tu alma no se ha liberado del sufrimiento, quizá su vibración continúe angustiada. Por eso te recomiendo que practiques el Budismo. Puedes creer o no la reencarnación. Si crees, tu alma será sana después de la muerte física. Si no, puedes limpiar tu Karma en el presente y comprender que el infierno y el cielo son formaciones mentales de tus estados mentales que proyectas sobre tus vecinos.

XDDD

2006-08-18 11:51:48 · answer #6 · answered by songoku 3 · 0 0

Yo recuerdo donde estaba antes de nacer y supongo que volveré allí cuando llege la hora de volver.
En ese sitio, no tenemos ojos, pero vemos por miles de ojos, no tenemos oidos pero oimos a miles a la vez y les contestamos con mensajes mudos telepaticamente.
En ese sitio solo existe el amor y la unión al padre y entre todos nosotros.
Y sobre el infierno he visto videos de gente mala que murió por un momento y dice que lo vió y que cambió sus vidas, yo no creo en el infierno, porque creo que el mayor castigo que puede tener una persona mala es verse obligada a vivir en el amor.

2006-08-18 11:17:40 · answer #7 · answered by patolucas 4 · 0 0

despues de la muerte hay tres caminos uno causal otro neutral y otro ascensional. El causal es el que te lleva a pasar por lo que has hecho pasar a los demas o sea segun siembres asi recogeras otro es el neutral donde se va para los que han pasado su vida sin ton ni son o sea que no han hecho daño pero tampoco han ayudado y el otro es el ascensional por la vida ejemplar que has tenido en la vida de conocimiento ayuda y hermandad entoncer al encarnar de nuevo vas a ir a mundos de la misma vibracion humana y espiritual que has desarrollado en tu ultima encarnacion

2006-08-17 18:32:01 · answer #8 · answered by makankel 2 · 0 0

nadie sabe que es lo que existe después de la muerte porque si en determinado caso se asegura que si yo muero me voy a el cielo o el infierno por favor matenme para ir al cielo
una cosa es lo que te puede decir la biblia que es la palabra de dios y otra es la doctrina adquirida por la iglesia cualquiera sea esta....

2006-08-17 15:33:57 · answer #9 · answered by john_z1 1 · 0 0

La Biblia enseña claramente que los muertos están inconscientes y sin vida en la tumba. Note lo que dice Eclesiastés 9:5, 10 (Val) en cuanto a la condición de los muertos: “Porque los que viven saben que han de morir: mas los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido. Todo lo que te viniere á la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el sepulcro, adonde tú vas, no hay obra, ni industria, ni ciencia, ni sabiduría.” Esto significa que los muertos no pueden hacer nada y no pueden sentir nada. Sus pensamientos han cesado, como declara la Biblia: “No confiéis en los príncipes, ni en hijo de hombre, porque no hay en él salud. Saldrá su espíritu, tornaráse en su tierra: en aquel día perecerán sus pensamientos.

¿QUÉ ES EL INFIERNO?
18 Muchas organizaciones religiosas enseñan que los inicuos son atormentados por la eternidad en el fuego del infierno. Pero, ¿enseña esta creencia la Palabra de Dios? Quizás usted sepa el significado que la organización eclesiástica con la cual usted se asocia le da al “infierno,” pero, ¿ha investigado el que se le da en las Escrituras? ¿Qué es el infierno según la Biblia?

19 En las Escrituras Hebreas de la Biblia la palabra “infierno” se usa como traducción para la palabra hebrea sheol. Esta palabra aparece un total de 65 veces. En la Versión Valera, Revisión de 1960, sheol se traduce “Seol” 63 veces y “sepulcro” 2 veces. Pero en la popular Versión Valera de 1934 sheol se traduce “sepulcro” 31 veces; “sepultura,” 13; “infierno,” 11; “abismo,” 3; “profundo,” 3; “huesa,” 2; “hoyo profundo,” una vez; y “fosa,” una vez. La Versión Torres Amat (1925), católica, traduce sheol “sepulcro” 16 veces; “infierno,” 34; “infiernos,” 3; “infierno o sepulcro,” 2; “muerte,” 2; y “muera,” “sepultura,” “fajas mortuorias,” “infierno o muerte,” “infiernos o sepulcro,” “profundo,” “a punto de morir” y “abismo,” una vez cada una. En las Escrituras Griegas Cristianas se usa a veces la palabra “infierno” como traducción de la palabra griega hades. La Versión Valera traduce hades “infierno” 8 veces e “infiernos” 2 veces para las diez veces que aparece la palabra. La Valera Revisada deja la palabra como “Hades” en cada caso. La Versión Torres Amat la traduce “infierno” 7 veces; “sepulcro,” 2 veces; “profundo del infierno” una vez.

20 ¿Es el infierno un lugar caliente? ¿Se refieren sheol y hades a algún lugar donde los inicuos sufran después de la muerte? Es claro que no es así, porque ya hemos visto que los muertos no están conscientes y por lo tanto no pueden sufrir. La Biblia no se contradice en cuanto a la condición de los que están en el infierno. Esto lo prueba el hecho de que la Biblia dice que Jesús estuvo en el infierno. (Hechos 2:31, Val) Cuando el apóstol Pedro declaró esto en el día del Pentecostés, él claramente quiso decir que Jesús había estado en la sepultura, no en un lugar de tormento ardiente. (1 Corintios 15:3, 4) Al decir esto el apóstol citó del Salmo 16:10 [15:10, TA]. Aquí se usó la palabra hebrea sheol, y en Hechos 2:31 se usa la palabra griega hades para verter esa palabra. Esto muestra que sheol y hades se refieren a la misma cosa. El “infierno” bíblico es realmente la sepultura de la humanidad.

21 Para más prueba de esto, considere el caso de Job, un siervo justo de Dios que sufrió mucho. Él oró a Dios, según la versión católica Scío de San Miguel: “¿Quién me dará, que me cubras en el infierno [sheol; el sepulcro, Val, TA], y me escondas, hasta que pase tu furor, y me aplaces el tiempo, en que te acuerdes de mí?” (Job 14:13) ¡Qué irrazonable pensar que Job deseaba protección en el infierno si éste fuera un lugar ardiente de fuego! Se desprende claramente que este “infierno” es sencillamente la sepultura, y Job deseaba ir allí para que sus sufrimientos terminaran. Tanto la gente buena como la gente mala va al “infierno” de la Biblia, la sepultura común de toda la humanidad.

2006-08-16 12:01:50 · answer #10 · answered by puchi 2 · 0 0

ps lo que describes es precisamente el infierno!!!

2006-08-16 11:05:39 · answer #11 · answered by Anonymous · 0 0

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