English Deutsch Français Italiano Español Português 繁體中文 Bahasa Indonesia Tiếng Việt ภาษาไทย
Todas las categorías

Es un poeta y dramaturgo argentino del cual solo he encontrado alguno 10 poemas en la red. Me interesesa si alguien tiene libros o archivos con poemas de él.

2006-08-14 12:04:49 · 7 respuestas · pregunta de rodrigoglezmorales 1 en Arte y humanidades Libros y autores

7 respuestas

Lo conozco es más tengo un libro de la colección "Narradores de hoy" que fue editada en los 70, el tema es que no lo encuentro en este momento, de cualquier forma andate a la calle Corrientes que a la altura de Rodriguez Peña hay una librería donde hay de todo, y sino recorré. Ahora si no sos de Baires no te puedo asesorar.

2006-08-15 13:39:55 · answer #1 · answered by laharych 3 · 0 0

mmm no, disculpame por no poder responder a tu pregunta pero gracias por los dos puntos.

buen dia
ciao

2006-08-21 11:43:44 · answer #2 · answered by Anonymous · 0 0

Humberto Constantini fue novelista, cuentista y autor teatral. Busca información en esta página.

www.alternativateatral.com/ficha_persona.asv?codigo_persona=17857

Suerte con lo que buscas.

2006-08-21 10:20:51 · answer #3 · answered by Anonymous · 0 0

no lo conosco quien es?

2006-08-21 09:58:26 · answer #4 · answered by Anonymous · 0 0

No.

2006-08-21 09:38:46 · answer #5 · answered by Rex 3 · 0 0

Ojalá te sirva esto......


HUMBERTO CONSTANTINI



PORTEÑO Y DE ESTUDIANTES

Uno vivió humillado y ofendido,
se sintió negro, paria,
risible minoría,
adventista, croata,
o bicho raro.

Uno aguantó silencios,
miradas bocayunior,
sonrisas riverplei
y condolencias

Uno sufrió, mintió,
dijo no es nada,
se congeló el amor en un descenso,
honestamente quiso sacudir su carga.

Uno debió explicar con voz de tío
que había una vez un Lauri,
y había un Guaita,
y había una delantera,
y había un sueño dragón y una princesa
y había un rey Estudiantes de La Plata

Uno dejó colgada durante veinte años
la foto de Zozaya,
porque sí, porque bueno, por costumbre,
porque le daba no sé qué sacarla.
Y un dia la sacó
como se sacan
los relojes viejos,
el diploma de sexto,
o las nostalgias
(estaba desteñida y amarilla,
y en la pared quedó como una marca
o un fantasma)

Uno se fue,
se rechifló del fútbol,
por despecho
se volvio criticón y sociológico;
se dedicó al latín, al mus, a la política,
al ajedrez, al sánscrito, a la siesta,
a la literatura, a bethoveen,
o simplemente a nada.

Y se indignó
y habló del opio de los pueblos
y la revolución
que se vacía en el vicio de las canchas.

Y aguantó como un hombre,
y vio a su hijo colgar la foto de Rarrin
(justo en aquella marca)
y lo vio bostezar
de tanto cuento viejo y tanto Lauri,
tanta caperucita y príncipe encantado
y tanto rey Estudiantes de La Planta

Uno vivió humillado y ofendido,
se sintió negro, paria,
risible minoría,
adventista o croata
Entonces,
¿se dan cuenta
por qué ando así,
bastante bien últimamente,
con sonrisa de obispo
y con dos alas?




(escrito cuando Estudiantes de La Plata ganó el campeonato mundial de Clubes)



*

¿Y si sí?
¿Si entre tanto Lenin,
coyuntura
y organismo de base,
y compañero,

si entre tanta vigilia y Antiduhring,
entre tanto plenario y cigarrillo,
se nos está infiltrando la ternura
como un disimulado agente de la CIA?

¿y si apoyo la moción
quiere decir
sos linda?

¿y si yo estoy de acuerdo en el planteo
quiere decir
qué bárbaros tus ojos?

¿y si me adhiero
quiere decir sencillamente
que me adhiero?

ojo compañerita,
vigilancia,
que el enemigo acecha.

analicemos el asunto
a nivel de autocrítica

pero un poco más cerca,
mirándonos los ojos,
interminablemente
si es posible.





EL FUTURO

Qué lindo era el futuro,
el futuro
del pizarrón de cuarto grado,
todo hecho con tizas de colores
y una confianza buena,
de las viejas,
de esas que ya no se consiguen
ni pagando al contado.

era realmente lindo, lindo
aquel futuro
del pizarrón de cuarto,
había chicos decentes
tomados de la mano
chicos con las orejas limpias
y las medias derechas
y los dientes seguramente cepillados.

Juro que era lindísmo
el futuro
del pizarrón de cuarto grado
Había toros, libélulas y ríos
había trenes, palomas y silos y aeroplanos
había campos y escuelas y edificios altísimos
había vacas y ovejas
bellamente pastando

Había una iglesia y un trigal
y un puerto con muchísimos barcos
Al fondo, por supuesto,
un ancho sol naciente en amarillo,
con sus ojos, su boca, su sonrisa
en realidad
bastante parecido
al de la tapa del cuaderno 'Sol de Mayo'
pero de todos modos era una maravilla
aquel futuro
del pizarrón de cuarto grado

¡Ah, si pudiera entrar en el futuro!
en el futuro aquel en seis colores
del pizarrón de cuarto grado
Cómo caminaría derechito
hacia el gordo sonriente en amarillo
acogedor, humano
Cómo andaría entre toros, libélulas y ríos
y trenes y palomas y aeroplanos

A lo mejor iría
tomado de la mano
de algún chico decente, buenito, bien peinado
Caminaríamos alegres y llenos de esperanza
porque, es claro...
el camino sería bello y fácil
como eran los caminos del futuro
en el lindo futuro
del pizarrón de cuarto grado

Sin barreras, sin piedras,
sin pozos, sin semáforos
nadie nos pediría documentos
ni nos requisarían baleros subversivos
ni nos sospecharían ladrones
o extremistas o infiltrados

Nadie nos metería, por supuesto,
en un atroz fantasmagórico Ford Falcon,
ni mucho menos iríamos a aparecer al otro dia
junto a un montón de cápsulas servidas,
ni dirían los diarios
con sus letras chiquititas y su fea sintaxis
cosas como "se procedió a identificarlos"

No, no,
sencillamente no,
porque eso no figuraba para nada en el futuro,
porque eso la señorita no lo habia dibujado
con borrador, y tiza y esperanza
en el prolijo y diáfano futuro
del pizarrón de cuanto grado
El cual como se sabe estaba todo hecho
con tizas de colores
con un redondo sol de Sol de Mayo
y una confianza buena,
de las viejas,
de esas que ya no se consiguen
ni pagando al contado




SE SUPONE

Se supone que hay dudas sumamente poéticas,
tristezas avaladas por las musas,
y además endosadas por la Real Academia,
dulces melancolías que esmaltan los crepúsculos
de colores lindísimos.

Se supone que hay penas que ni hechas en medida
para extasiar ñiñitas,
soledades que casi son un coito
de perfectas,
angustias prestigiosas como heridas de guerra,
rompimientos ya escritos con ritmo de bolero:
debemos separarnos,
me acordaré, te acordarás, etcétera.

Se supone que hay tedios elegantes,
desvelos a los cuales
baja chisporroteando el genio desde el techo,
preguntas y temores que ocasionan sonetos,
neurosis aceptables, llevaderas, simpáticas,
borracheras que nacen con el sello de la celebridad,
cansancios que maduran en corazones sabios
y de vuelta.

Se supone,
- es lícito aceptar que existen -
que de acuerdo
a una bibliografía tan bella como extensa
ellos estan allí,
demostrando, brillando, guiando, corrigiendo.

Se supone,
- fácilmente se admite que deben existir-
no es mi intención negarlo, por supuesto.
Simplemente
quería decir, con toda honestidad:
yo no.




PUNTUALIZO

No que me falten dudas o tristezas,
ni que me encuentre en déficit de penas,
ni que sea pobre en soledad o miedos,
ni que no tenga una vulgar neurosis
donde caerme muerto.
No, nada de eso,
gracias a dios
yo tengo
mi cuentita en el banco del esgunfio
como cualquier mortal.

Sólo ocurre
que las penas son bichos nauseabundos,
la soledad voltea como el tifus,
los rompimientos vienen generalmente
con gritos, puertas, odios,
puteadas furibundas,
manos en el pescuezo,
y a veces con un llanto
blando, sonso, de niño , interminable,
mendigando un perdon.

Sólo que la tristeza
es sucia, miserable, austada e inútil,
refractaria a la máquina
y a los lindos colores del crepúsculo.
Sólo que la neurosis,
que quiere que le diga,
se parece bastante a la idiotez.



l





© Humberto Constantini
Envío de Ana Laura Blejer- (Bs. Aires)
Especial para Sensibles del Sur


Gardel

Para mí, lo inventamos.
Seguramente fue una tarde de domingo,
con mate,
con recuerdos,
con tristeza,
con bailables bajito en la radio
después de los partidos.
Seguramente nos dolía una foto en la pared,
algún no tengo ganas,
algún libro.

Yo creo que andaríamos así,
sonsos de aburrimiento,
solitariando viejos para qués,
sin mujer o sin plata,
y desabridos.

Seguramente nos sentimos de golpe
terriblemente solos,
muy huérfanos,
muy niños.
Tal vez tocamos fondo.
Tal vez alguien pensó en el amasijo.


Entonces, qué se yo,
nos pasó algo rarísimo.
Nos vino como un ángel desde adentro,
nos pusimos proféticos,
nos despertamos bíblicos.
Miramos hacia las telarañas del techo,
nos dijimos:

"Hagamos, pues, un Dios a semejanza
de lo que quisimos ser y no pudimos.
Démosle lo mejor,
lo más sueño y más pájaro
de nosotros mismos.
Inventémosle un nombre, una sonrisa
una voz que perdure por los siglos,
un plantarse en el mundo, lindo, fácil,
como pasándole ases al destino."

Y claro, lo deseamos
y vino.
Y nos salió morocho, glorioso, engominado,
eterno como un Dios o como un disco.
Se entreabrieron los cielos de costado
y su voz nos cantaba:
"Mi Buenos Aires querido..."

Eran como las seis,
esa hora en que empiezan los bailables
y ya terminaron todos los partidos.

Humberto Constantini









































Humberto Constantini, cuentista, novelista y autor teatral, nació en 1924 y falleció el 7 de junio de 1987.
Desde 1963, y hasta 1975, publicó Un señor alto, rubio, de bigotes, Tres monólogos, Más cuestiones con la vida,
Una vieja historia de caminantes, Háblenme de Funes, Los héroes de Trelew, y Bandeo. En 1976 se exilió en
México. Regresó al país en enero de 1984. Su novela De dioses, hombrecitos y policías recibió el premio Casa de
las Américas en 1979, y fue traducida al inglés, alemán, hebreo y búlgaro. Con su muerte quedó inconclusa su novela
Rapsodia de Raquel Liberman.

Acerca de este poema
Sobre Carlos Gardel se han escrito y se seguirán sin duda escribiendo toda clase de versos,
en estilos que abarcan desde la unción casi mística hasta la vulgaridad más chabacana.
Me parece que el poema que antecede reúne cada uno de los rasgos, matices, símbolos y
contenidos anímicos expresados en centenares -tal vez miles- de textos que se han propuesto
describir y hasta explicar a Carlitos y al fervor que sentimos por él..
Esta obra de Humberto Constantini me ha parecido, desde que la leí en el diario "Clarín" una
mañana de 1973 -primavera final del peronismo-, la síntesis mejor lograda de esos intentos.
Estudiaba entonces a Martín Heidegger, quien afirma en Holzwege que la poesía -la verdadera,
auténtica y gran poesía-, nombra lo sagrado, alude directamente al Ser que informa y participa
su sentido a todas las cosas.
El "Gardel", de Constantini no es tan sólo una bella y sonora yuxtaposición de versos atinados, un
homenaje más, expresión legítima pero parcial de intuiciones y de sentimientos. Es a mi entender
una clave mayor para conocer a Gardel, una síntesis verdaderamente poética -y por lo tanto,
ontológica- que no cuestiona el sentido de tantos versos que se refieren a la presencia de Carlitos en
nuestros corazones y nuestros espítitus, pero que en su singular hondura los resume y los trasciende.

Conrado De Lucia

2006-08-20 14:34:34 · answer #6 · answered by Mila D 4 · 0 0

No, no lo conosco pero deberias buscar en google o rincon del vago.

2006-08-14 12:11:15 · answer #7 · answered by Repostera06 6 · 0 0

fedest.com, questions and answers