Al Cielo o al Infierno
PARA IR AL CIELO
1. Si quieres pasar la eternidad en el cielo: En este caso te tengo excelentes noticias: El cielo (la vida eterna) es un regalo:
" Porque la paga del pecado es muerte, mas la DADIVA (REGALO) de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro". Romanos 6:23.
2. Este regalo (la vida eterna) no se gana ni se merece:
" Porque por GRACIA sois salvos por medio de la FE; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; NO POR OBRAS, para que nadie se gloríe". Efesios 2:8-9.
Gracia: Favor no merecido Fe:Es lo que se espera, la conviccion de lo que no se ve.
No por obras:
Por ejemplo, si un amigo te regala algo, un reloj, y no es tu cumpleaños, te lo da porque te aprecia, si tu tratas de pagarselo ya sea con dinero o con un regalo, el regalo de tu amigo ya no sería regalo. En otras palabras Dios quiere que aceptemos su regalo y que no tratemos de ganarnolos (Hay gente que cree que se puede ganar el cielo haciendo labores humanitarias, otros subiendo las escaleras de la iglesia de rodillas, otros haciendose religiosos, etc.) No entienden que es un regalo.
3. Pero tenemos TODOS un problema: Somos pecadores:
"por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios," Romanos 3:23 (El pecado nos separa de Dios).
Pecar no solo es matar,robar, destruir, tambien es no amar al projimo, creer que no necesitamos a Dios, etc.
4. Nadie puede salvarse asi mismo:
"Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto". Mateo 5:48
Imagina que van a visitarte tus amistades y tu preparas una salsa; pero cuando hechas el ultimo tomate te das cuenta que esta podrido, les ofrecerias esa salsa? no, verdad, asi un solo pecado arruina nuestra vida. Entiendes por que es imposible llegar al cielo por las buenas obras?.
Para entender estonecesitamos considerar lo que Dios dice de si mismo en la Biblia:
Dios es misericordioso, por lo tanto no nos quiere castigar: .."porque Dios es amor" 1Juan 8b
Dios es justo: por lo tanto tiene que castigarnos los pecados cometidos: "...que de ningún modo tendrá por inocente al malvado"; Exodo 34:7b
Dios resolvio este aparente dilema en la persona de Jesucristo:
La solucion: Cristo: -el infinito Dios- Hombre
" Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad."Juan 1:1,14.
Que hizo: Fue crucificado, murió y RESUCITó para pagar por nuestros pecados y nos compro un lugar en el cielo que nos ofrece gratuitamente
"Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros."Isaias 53:6
Este regalo se recibe por Fe:
Lo que no es:
Mero conocimiento intelectual: Creer en Jesucristo como solo un personaje historico
Fe temporal: Acordarnos de El solo cuando estamos en problemas.
Lo que es: CONFIAR solo en Jesucristo para la vida eterna.
Tiene sentido para ti? Quieres recibir el regalo de la vida eterna?
Permitteme aclarar lo que esto significa:
1. Transferir tu confianza a Cristo,
2. Recibir a Cristo resucitado y vivo y como Salvador,
3. Recibirlo como Señor.
4. Arrepentirse sinceramente de no haberlo tenido a El en primer lugar, de nuestras rebeliones.
Haz esta oracion con todo to corazón, si la dices con tus propias palabras todavia mejor:
Señor:Reconozco que soy pecador y necesito tu perdón. Se que moriste en la cruz por mi, y que resucitaste, me arrepiento de mis pecados, y te pido que me perdones, te invito a entrar en mi corazon y en mi vida. Confio en ti como Salvador y te sigo como Señor. Gracias por salvarme.
Me gustaria que leyeras lo que Jesus dice de la decisión que acabas de tomar:
" De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna." Juan 6:47
PARA IR AL INFIERNO
En cambio para ir al infierno no tienes que hacer nada, todos los que NO tienen a Cristo como su Señor y Salvador LE PERTENECEN A SATANAS.
Se encuentra geograficamente en el centro de la Tierra (el nucleo).
Aunque cavasen hasta el Seol, Amós 9:2
Aqui hay un link:
http://www.hermanomontoya.com y selecciona voces desde el infierno.
2006-08-09 16:53:41
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answer #1
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answered by arethza 4
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¿QUÉ SUCEDE REALMENTE AL MORIR?
5 Lo que sucede cuando fallecemos no es ningún misterio para Jehová, el Creador del cerebro. Él conoce la verdad, y en su Palabra, la Biblia, explica en qué estado se encuentran los difuntos. Allí se enseña con toda claridad este hecho: cuando una persona muere, deja de existir. La muerte es lo contrario de la vida, de modo que los muertos no ven ni oyen ni piensan. Ni una sola parte de nosotros sigue viviendo cuando muere el cuerpo. En efecto, no poseemos un alma o espíritu inmortal.
6 Después de afirmar que los vivos saben que morirán, Salomón escribió que “los muertos [...] no tienen conciencia de nada en absoluto”. Entonces amplió esa verdad fundamental al decir que no pueden amar ni odiar y que “no hay trabajo ni formación de proyectos ni conocimiento ni sabiduría en el [sepulcro]” (Eclesiastés 9:5, 6, 10). De igual modo, Salmo 146:4 dice que cuando alguien muere, “perecen sus pensamientos”; en efecto, se acaban por completo. Lo cierto es que somos mortales y no seguimos viviendo después de la muerte del cuerpo. Nuestra vida es como la llama de una vela. Cuando se apaga, no va a ningún sitio, sino que sencillamente deja de existir.
LO QUE DIJO JESÚS SOBRE LA MUERTE
7 Refiriéndose a un amigo suyo que había fallecido, Jesucristo mencionó el estado en que se encuentran los muertos. Primero dijo a sus discípulos: “Nuestro amigo Lázaro está descansando”. Ellos entendieron que estaba durmiendo, recuperándose de una enfermedad. Pero se equivocaban, pues Jesús les aclaró a continuación: “Lázaro ha muerto” (Juan 11:11-14). Observe que Jesús comparó la muerte a descansar y dormir. Su amigo no estaba ni en el cielo ni en un infierno ardiente. No se había reunido con los ángeles ni con sus antepasados, ni tampoco había vuelto a nacer como una persona distinta. Descansaba en la muerte, como si durmiera profundamente, pero sin soñar. Otros textos bíblicos también dicen que estar muerto es comparable a estar dormido. Por ejemplo, cuando mataron a pedradas al discípulo Esteban, la Biblia dice que “se durmió” (Hechos 7:60). De la misma forma, el apóstol Pablo escribió que algunas personas de su día se habían “dormido” en la muerte (1 Corintios 15:6).
8 ¿Era el propósito de Dios que la gente muriera? Ni mucho menos. Jehová hizo al hombre para vivir eternamente en la Tierra. Como ya hemos aprendido en este libro, Dios colocó a nuestros primeros padres en un hermoso paraíso y los bendijo con salud perfecta. Sin duda quería lo mejor para ellos. ¿Acaso hay algún padre amoroso que desee que sus hijos pasen por los dolores de la vejez y la muerte? ¡Claro que no! Pues bien, Jehová amaba a sus hijos y deseaba que fueran felices en la Tierra para siempre. De hecho, la Biblia dice que Dios ha puesto “el tiempo indefinido [...] en el corazón” de los seres humanos (Eclesiastés 3:11). Así es, nos ha creado con el deseo de vivir para siempre, y ha abierto el camino para que ese deseo se haga realidad.
¿CÓMO LE BENEFICIA CONOCER LA VERDAD SOBRE LA MUERTE?
15 Es todo un consuelo saber lo que enseña la Biblia sobre el estado en que se encuentran los muertos. Como hemos visto, no sufren ni sienten dolor. No hay que tenerles miedo, pues no pueden hacernos daño. No necesitan nuestra ayuda ni tampoco tienen la capacidad de ayudarnos. Ni ellos pueden hablar con nosotros ni nosotros con ellos. Hay muchos líderes religiosos que aseguran que pueden ayudar a los difuntos, y la gente, creyendo esa falsedad, les da dinero. Pero conocer la verdad impide que nos engañen con esas mentiras.
16 ¿Acepta su religión lo que dice la Biblia sobre los difuntos? La mayoría de las religiones no lo hacen. ¿Por qué? Porque Satanás ha influido en sus enseñanzas. Él utiliza la religión falsa para hacer creer a las personas que, después de morir, seguirán viviendo como espíritus en otro lugar. Además, combina esta mentira con otras para alejar de Jehová Dios a los seres humanos. ¿De qué manera?
17 Como ya vimos, algunas religiones enseñan que los malos sufrirán eternamente en las llamas del infierno. Esta creencia insulta a Jehová, pues él es un Dios de amor y nunca atormentaría a nadie de esa manera (1 Juan 4:8). ¿Qué pensaría usted de un hombre que castigara a su hijo metiéndole las manos en el fuego por haberle desobedecido? ¿Sentiría respeto por él? ¿Desearía conocerlo siquiera? Desde luego que no. Seguro que lo consideraría un individuo muy cruel. Pues bien, eso es lo que Satanás quiere hacernos creer: que Jehová tortura a muchas personas con fuego por toda la eternidad, durante millones y millones de años.
18 Satanás también usa a algunas religiones para enseñar que los difuntos se convierten en espíritus a los que los vivos deben respetar y honrar. Según esta creencia, esos espíritus pueden ser amigos poderosos o enemigos terribles. Creyendo esta mentira, muchas personas los temen, los honran y les rinden culto. La Biblia, en cambio, enseña que los muertos están durmiendo y que solo debemos adorar al Dios verdadero, Jehová, quien nos ha creado y nos ha dado todo (Revelación 4:11).
19 Cuando conocemos la verdad sobre los muertos, ya no nos engañan las mentiras religiosas. Además, entendemos mejor otras enseñanzas de la Biblia, como por ejemplo, la promesa de vivir eternamente en el Paraíso. Esta esperanza se vuelve muy real para nosotros cuando aprendemos que los difuntos no van a vivir como espíritus a otra parte.
20 Hace muchos siglos, el fiel Job hizo esta pregunta: “Si un hombre [...] muere, ¿puede volver a vivir?” (Job 14:14). En otras palabras, ¿es posible devolver la vida a quienes duermen en la muerte? La respuesta que da la Biblia es muy consoladora, como veremos en el próximo capítulo.
“Alma” y “espíritu”: ¿qué significan realmente estas palabras?
CUANDO oye las palabras alma y espíritu, ¿qué le viene a la mente? Muchas personas creen que estos términos definen algo que los seres humanos llevamos dentro, algo que no muere ni puede verse. Opinan que, cuando fallecemos, esa parte invisible de nosotros se separa del cuerpo y sigue viviendo en algún lugar. Como es una idea muy común, la gente suele sorprenderse al aprender que eso no es lo que la Biblia enseña, ni mucho menos. Entonces, ¿qué son el alma y el espíritu según la Palabra de Dios?
LA PALABRA “ALMA” EN LA BIBLIA
Hablemos primero del alma. Como usted recordará, casi toda la Biblia se escribió originalmente en hebreo y griego. Al referirse al alma, los escritores bíblicos emplearon el término hebreo néfesch y el griego psykjé. En conjunto, los dos aparecen más de ochocientas veces en las Escrituras, y la Traducción del Nuevo Mundo los traduce siempre por “alma”. ¿Cómo se usan en la Biblia las palabras “alma” y “almas”? Se refieren básicamente a 1) las personas, 2) los animales o 3) la vida que tienen tanto las personas como los animales. Veamos varios pasajes que muestran estos tres sentidos.
Personas. “En los días de Noé, [...] unas pocas personas, es decir, ocho almas, fueron llevadas a salvo a través del agua.” (1 Pedro 3:20.) Aquí está claro que “almas” quiere decir seres humanos: Noé, su esposa, sus tres hijos y sus nueras. Además, en Éxodo 16:16 se dio este mandato a los israelitas: “Recojan [el maná] [...] según el número de almas que tenga cada uno de ustedes en su tienda”. En otras palabras, la cantidad de maná dependería del tamaño de la familia. Las palabras “alma” o “almas” también se refieren a personas en pasajes tales como Génesis 46:18, Josué 11:11, Hechos 27:37 y Romanos 13:1.
Animales. En el relato bíblico de la creación leemos: “Dios pasó a decir: ‘Enjambren las aguas un enjambre de almas vivientes, y vuelen criaturas voladoras por encima de la tierra sobre la faz de la expansión de los cielos’. Y Dios pasó a decir: ‘Produzca la tierra almas vivientes según sus géneros, animal doméstico y animal moviente y bestia salvaje de la tierra según su género’. Y llegó a ser así” (Génesis 1:20, 24). A los peces, animales domésticos y animales salvajes se los llama en este pasaje con la misma palabra: “almas”. A las aves y otros animales también se les aplica este término en Génesis 9:10, Levítico 11:46 y Números 31:28.
La vida de la persona. A veces, la palabra “alma” se refiere a la vida de alguien. Por ejemplo, Jehová le dijo a Moisés: “Han muerto todos los hombres que buscaban tu alma” (Éxodo 4:19). ¿Qué era lo que buscaban los enemigos de Moisés? Querían quitarle la vida. También leemos que, muchos años antes, cuando Raquel estaba dando a luz a su hijo Benjamín, le fue “saliendo el alma de ella (porque murió)” (Génesis 35:16-19). Entonces, Raquel perdió la vida. Pensemos, además, en estas palabras de Jesús: “Yo soy el pastor excelente; el pastor excelente entrega su alma a favor de las ovejas” (Juan 10:11). Jesús entregó su alma, es decir, su vida, a favor de la humanidad. En todos los anteriores pasajes, la palabra “alma” se refiere claramente a la vida de alguna persona. Encontramos más ejemplos de este sentido del término “alma” en 1 Reyes 17:17-23, Mateo 10:39, Juan 15:13 y Hechos 20:10.
Si continúa estudiando la Palabra de Dios, verá que no hay en ella ni un solo versículo que combine la palabra “alma” con otras como “inmortal” o “eterna”. Por el contrario, las Escrituras muestran que el alma es mortal, que ciertamente muere (Ezequiel 18:4, 20). Eso explica que la Biblia se refiera a un cadáver con la expresión “alma muerta” (Levítico 21:11).
¿QUÉ ES EL “ESPÍRITU”?
Veamos ahora cómo emplean las Escrituras el término “espíritu”. Algunas personas creen que se usa como equivalente de “alma”. Pero no es así. La Biblia deja claro que el “espíritu” y el “alma” son dos cosas distintas. ¿En qué se diferencian?
Los escritores bíblicos usaron el término hebreo rúaj y el griego pnéuma para referirse al “espíritu”. La propia Biblia aclara qué sentido tienen. Por ejemplo, Salmo 104:29 dirige este comentario a Jehová: “Si les quitas su espíritu [rúaj], expiran, y a su polvo vuelven”. Además, Santiago 2:26 declara que “el cuerpo sin espíritu [pnéuma] está muerto”. En estos versículos, está claro que la palabra “espíritu” se refiere a lo que infunde vida al cuerpo, pues sin él estaría muerto. Por esta razón, la palabra rúaj no solo se traduce en la Biblia “espíritu”, sino también “fuerza”, es decir, fuerza de vida. Así, Dios dijo lo siguiente sobre el Diluvio de Noé: “Voy a traer el diluvio de aguas sobre la tierra para arruinar de debajo de los cielos a toda carne en la cual está activa la fuerza [rúaj] de vida” (Génesis 6:17; 7:15, 22). Por consiguiente, el “espíritu” se refiere a una fuerza invisible, a la chispa de la vida que anima a todas las criaturas.
El alma no es lo mismo que el espíritu. El cuerpo necesita el espíritu para funcionar, de manera muy parecida a como un aparato de radio necesita la electricidad. Pensemos en un aparato de radio portátil. Cuando le ponemos pilas, la electricidad almacenada en ellas pone en marcha el aparato. Sin pilas, sencillamente no funciona. Y ese es también el caso de los aparatos de radio que se conectan a un enchufe. Pues bien, ocurre algo parecido con el espíritu: es la fuerza que imparte vida al cuerpo. Lo mismo que la electricidad, no tiene sentimientos ni puede pensar. En efecto, el espíritu es una fuerza impersonal. Sin embargo, cuando nuestros cuerpos dejan de tener este espíritu, o fuerza vital, ocurre como dijo el salmista: “Expiran, y a su polvo vuelven”.
Eclesiastés 12:7 dice que, al morir el hombre, “el polvo [del cuerpo] vuelve a la tierra justamente como sucedía que era, y el espíritu mismo vuelve al Dios verdadero que lo dio”. Cuando el espíritu, o fuerza vital, abandona el cuerpo, este muere y regresa a su origen: la tierra. De igual modo, la fuerza vital regresa a su origen: Dios (Job 34:14, 15; Salmo 36:9). Pero esto no quiere decir que la fuerza vital realmente viaje hasta el cielo. Más bien, significa que, cuando alguien muere, es Jehová quien decide si vivirá o no en el futuro. Por así decirlo, su vida queda en manos de Dios. El poder divino es lo único que puede devolver a alguien el espíritu, o fuerza vital, de modo que vuelva a vivir.
¡Cuánto nos tranquiliza saber que eso es lo que Dios hará con las personas que descansan en “las tumbas conmemorativas”! (Juan 5:28, 29.) Cuando llegue el momento de resucitarlas, Jehová les formará nuevos cuerpos y hará que vuelvan a la vida infundiéndoles espíritu, o fuerza vital. ¡Qué felicidad habrá!
2006-08-09 21:12:22
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answer #5
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answered by juaniyo38 1
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