Esto depende del concepto al que te refieras.
Tomando el punto que mencionas sobre lo que podemos ver y tocar creo que estas confundiendo las formas que puede tomar la materia con la naturaleza dinamica de la materia, que no se crea ni se destruye (tiene posibilidades infinitas).
Otro ejemplo son los números que pueden seguir contandose indefinidamente.
2006-08-09 23:02:47
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answer #1
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answered by Muhadibb 2
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Hay cosas finitas y otras infinitas. Tu puedes dibujar un circulo e infinitamente lo puedes recorrer sin llegar a un final pero sabes de antemano que en cierto punto del circulo pasaras por donde comenzaste pero el caso del universo solo imaginate que llegues al final, entonces, que hay despues, es algo de no acabar, eso es el infinito.
2006-08-09 10:08:31
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answer #2
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answered by Mitus 1
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infinito es eso que no podemos explicar con terminos comunes y que hasta mas alla de nuestro alcance
2006-08-09 08:40:05
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answer #3
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answered by Ben 7
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existe por ejemplo el universo es infinito
2006-08-09 08:33:54
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answer #4
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answered by Anonymous
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El punto de arranque de la filosofía de Nicolás de Cusa es la definición de «máximo», que es un axioma. Este concepto de «máximo» no es en el fondo más que un concepto de «infinito» presentado de un modo relativista, pues «máximo» y «mínimo» son relativos en principio. Mayor y menor nos remiten siempre a un término de comparación. En este caso, ese término es el «ser» o la «existencia». Entre los existentes es lógico –pues no todos son iguales– que haya diferentes modos o grados de existir. Suponer entonces que en esa graduación hay dos extremos es perfectamente aceptable. Por este camino llegaríamos a designar en la realidad los dos polos, tan reales como la realidad en la que nos basamos. Inmediatamente se ve que este camino nos llevaría a admitir un máximo relativo y no absoluto. El mayor de los existentes no se ve por qué haya de ser absolutamente máximo, infinito.
El camino seguido por Cusa es buscar los polos de la existencia no en el ser real, sino en el concepto de ser. Es obvio que conceptualmente «máximo ser» e «infinito» se identifican. El máximo pensable es el ser concebido como infinito, sin ninguna limitación. Esta transposición en el término de la comparación pasándolo del ser real al conceptual lo realiza Cusa dialécticamente mediante el concepto de «posibilidad». Es verdad que no define el «máximo» como San Anselmo, «quo maius cogitari nequit», sino «quo malus nihil esse potest»{1}. Aparentemente se coloca en el plano existencial: mayor que el cual nada puede existir. Pero al introducir el concepto de «poder» pasa de la realidad al concepto. Se trata del máximo existente posible: «El máximo es máximamente de hecho todo lo que puede ser»{2}. Ahora bien, la posibilidad indica exclusivamente una carencia de contradicción conceptual, no una necesidad existencial. Pero en el caso del máximo existente posible, va incluida la existencia, pues de lo contrario, dejaría de ser posible. Esta forma del argumento ontológico recuerda la de Leibniz. En el caso de Dios, posibilidad y existencia van indisolublemente unidos{3}.
Esta relación entre posibilidad y existencia recibe un tratamiento más explícito en la obra «De visione Dei»{4}. Compara el infinito actual, Dios, y el infinito potencial, la materia primera. Dios es aquel ser en quien poder ser y ser coinciden, es todo ser posible por ser infinito: «Pues Tú, Dios, que eres la máxima infinitud, en quien veo que todo poder ser existe actualmente... así poder ser todas las cosas, en el infinito ser es ser el mismo infinito... por consiguiente, el poder ser absoluto y el absoluto ser en acto, en Tí, Dios mío, no son sino Tú, Dios mío infinito». En Dios hay una identidad absoluta entre poder ser y ser (posse [4] est = Possest). Es todo ser posible. Es una manera de decir que es infinito, pues no puede ser ni mayor ni menor de lo que es al ser todo ser posible, es decir, infinito{5}. La conclusión en forma de argumento ontológico se impone. Si el máximo no existe actualmente sería imposible su existencia. Si por definición es todo ser posible, no existir equivale a negar su definición o posibilidad. Pero esta negación es totalmente imposible.
La dialéctica de Cusa nos coloca en un contexto parmenídeo jugando con la contraposición «ser-nada». Obsérvese que no se dice «Ser-no ser», sino «ser-nada» y es en esta perspectiva donde nos hemos de colocar. De la nada no puede surgir nada. Es un axioma indiscutible. Luego el ser es anterior a la nada. La nada no es más que negación de ese ser primigenio. Si este ser anterior a la nada no existiera, no existiría nada{6}. Pues si la nada es anterior al ser, «¿quién hubiera producido el ser a partir del no ser?» La conclusión es que si algo existe, hay un ser anterior a la nada y por consiguiente, que escapa a toda negación. Si algo existe, hay un ser necesario anterior a todo no-ser, a toda negación, a la nada. No tiene frente a sí ningún límite, es todo ser posible: infinito. En Leibniz, la formulación del argumento ontológico se puede sintetizar diciendo que si el ser necesario es posible, existe. Defendiéndose del ataque del paso indebido del orden lógico al real, remacha su argumento diciendo que «si el ser necesario no existe, no hay ser posible»{7}. Esta afirmación de Leibniz nos recuerda la de Cusa: «eliminado el infinito nada existe»{8}. La definición del máximo incluye su existencia. Al analizar el concepto del ser que es todo ser posible, nos encontramos con la necesidad de que exista realmente. La demostración expuesta en el cap. 6º del libro 1º de la «Docta Ignorantia» sobre la existencia de Dios resulta comprensible sólo a la luz de este presupuesto: nada puede existir si no existe el máximo. La definición del máximo termina con la afirmación de que «es actualmente todo ser posible». Esta fórmula equivale a decir que el máximo es infinito o pleno, sin ninguna restricción: «maximum vero tale necessario est infinitum»{9}.
En el fondo, Cusa parte de la noción de infinito, primer existente. Su negación equivale a negar toda existencia, lo que es absurdo. Ahora bien, si es infinito es todo ser posible{10}. Si el máximo es el máximo existente posible, su vinculación con el infinito es evidente. Todo finito puede ser siempre más o menos. Sólo el infinito escapa a esta cualidad. Por eso puede decir que «altísimo es lo que no puede ser más alto: sólo la infinita es esa altura»{11}. El infinito implica ser todo ser posible. Por consiguiente, no tiene sentido alguno hablar de aumento ni disminución. Por eso es el máximo (no puede ser mayor) y a la vez mínimo (no puede ser menor). El infinito está fuera de toda adquisición o pérdida de ser. [5]
Esta vinculación de «posibilidad» e «infinito» merece aclararse más por la importancia que tiene en todo el pensamiento de Cusa. La mera posibilidad no puede justificar ninguna existencia.
Si sólo hubiera posibilidad, no existiría nada. La posibilidad es condición necesaria, pero no suficiente para explicar totalmente la existencia. Toda posibilidad implica siempre una actualidad. Así, toda existencia que ha sido posible exige una causa que explique el paso del poder al ser. Llegamos a un primer principio que no ha podido ser «posible», pues equivaldría a decir que no es lo primero, a que el «posse fieri» es anterior al ser, lo que es imposible en un orden absoluto. En esta relación de potencia-acto nos encontramos con el concepto de «acto puro». Cusa lo define en términos de «infinitud», de «todo ser posible». Por consiguiente, no puede ni aumentar ni disminuir (máximo y mínimo). Esta consideración lleva aneja la de «igualdad»: siempre idéntico, no sólo en sí mismo, sino en relación con los demás seres. Por consiguiente, este ser siempre igual cumple la función de ser la medida de todos los seres (causa ejemplar){12}. Es también causa eficiente, pues sólo él explica con su acción el que existan otros seres que no son puramente actuales. El concepto de «acto puro» lleva en germen la idea de Dios como «explicación y complicación». Si Dios es todo por ser infinito, todo está en El y El en todo. Así llegamos a una definición de Dios, que en el fondo es punto de partida y no de llegada: «Solus Deus est possest quia est actu quod esse potest».
En esta dialéctica de acto y potencia para Cusa es evidente la existencia del Acto puro, del «possest» en su terminología. Los seres potenciales podrían no existir. El único que no puede no ser es el «possest», aquel en quien poder ser y ser se adecúan, porque es todo ser posible, infinito. Su existencia es evidente. Si algo existe, existe algo necesario. Este es el sentido de su afirmación de que «así como no podemos negar los seres finitos, así tampoco el infinito». Tras esta posición axiomática del infinito, surge su análisis. Hay un paralelismo entre las afirmaciones de la «Docta Ignorantia» sobre el máximo y las de «De visione Dei» sobre el infinito. Máximo e infinito son en el fondo lo mismo. Lo que no tiene límites (in-finito) escapa por definición a toda cuantificación y mensurabilidad de todo orden y, por consiguiente, a todo aumento y disminución (máximo-mínimo).
Este concepto de infinito es el fundamento de la incognoscibilidad de Dios, de la «coincidentia oppositorum», de Dios «complicatio-explicatio omnium». En una palabra, es la idea clave de toda la filosofía de Nicolás de Cusa. Todas las tesis fundamentales derivan de esta idea. Concretamente, refiriéndonos a Dios, el fundamento de su simplicidad es la infinitud. Composición y finitud son sinónimos, como simplicidad e infinitud. [6] Estrechamente vinculado con el aspecto de la simplicidad infinita está la inmutabilidad. Si el máximo es en acto todo ser posible, no tiene ningún sentido el cambio o movimiento, que implica no ser todo ser posible. Para comprender mejor el pensamiento de Cusa, hay que tener en cuenta su método apriorístico. Definido el máximo en función de su infinitud, surgen lógicamente una serie de propiedades. Del mismo modo que Parménides, definido el ser, puede darnos una serie de cualidades analizando el concepto de ser, así analizado el concepto de infinito una serie de propiedades que determinan mejor a Dios. A lo largo de su vida, Cusa ha intentado clarificar su noción de infinito con diversas propiedades. Contraponiendo las del finito e infinito, son las siguientes:
Complicatio
Unidad
Eternidad
Simplicidad
Igualdad
Identidad
Inmutabilidad
Quietud
Punto
Explicatio
Pluralidad
Tiempo
Composición
Desigualdad
Diversidad
Mutabilidad
Movimiento
Magnitud.
Si aceptamos el concepto de infinito, la columna de la izquierda revela las cualidades o propiedades que derivan necesariamente del concepto mismo de máximo. A la inversa, admitir la finitud supone admitir todas las propiedades de la derecha. Lo interesante es observar que estas propiedades son derivadas dialécticamente del concepto de finito o infinito, sin que la existencia real tenga intervención alguna. Si hacemos un resumen de lo expuesto, podríamos decir que la definición del máximo es la del máximo existente posible, es decir, infinito, existente realmente, único, simple e inmutable. En esta misma primera definición del máximo se señala su coincidencia con el mínimo. Parece difícil esta coincidencia si por mínimo entendemos el ser de menor entidad. Pero aquí, mínimo significa el ser que en su entidad no puede ser menor de lo que es. Ahora bien, el infinito no puede ser mayor de lo que es, pero tampoco en modo alguno menor de lo que es. Se aclara la coincidencia teniendo en cuenta que en los finitos puede haber aumento y disminución. Nada hay que no pueda ser mayor o menor de lo que es. Decir que en Dios máximo y mínimo coinciden no es en el fondo más que decir la inmutabilidad del infinito al ser plenitud de ser.
El infinito es también el fundamento de otra afirmación famosa de Cusa: la coincidencia de opuestos en Dios. Todas las cosas están en Dios de un modo compatible con su simplicidad [7] infinita. La única manera de que una pluralidad esté en una simplicidad es haciendo que los elementos se identifiquen perdiendo su diferenciación y, por consiguiente, su pluralidad. Dios, que es todo ser posible, implica o complica todos los existentes reales pero unificándolos en su ser absolutamente simple, donde dejan de ser diversos para identificarse{13}. En realidad, como se verá más adelante, la «coincidencia oppositorum» no es más que el aspecto lógico de otra afirmación ontológica: «complicatio omnium».
2006-08-09 08:28:44
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answer #5
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answered by jesy 2
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El universo es infinito, o vos encontraste el final??
2006-08-09 08:20:29
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answer #6
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answered by Anonymous
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Todo tiene un principio y un fin. Todo lo que este contenido en el Todo (ustedes lo llaman Dios) es finito. La infinitud esta dada por el conocimiento de la esencia del Todo, y el Todo es y debe ser incognoscible. Ademas nuestras mentes finitas no pueden abarcar tales conocimientos.
2006-08-09 08:19:44
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answer #7
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answered by Carlo G. 4
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DIBUJA UN OCHO BIEN HECHECITO,,, Y DIME,,,, DONDE EMPIEZA Y DONDE TERMINA,,,, ESE ES EL INFINITO,,,,, ALGO QUE NO TIENE PRINCIPIO NI FIN,,,,,,, ASI EL ESPACIO,,, LOS NUMEROS,,,, LA VIDA ETERNA,, ETC ETC ETC,,,, GRACIAS,,, Y SALUDOS,,,,,,
2006-08-09 08:19:19
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answer #8
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answered by oscar_galaviz2001 2
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no creo que se pueda definir en terminos mortales
2006-08-09 08:18:05
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answer #9
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answered by silverbat001 4
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Ay brother, de cuál fumaste, tu pregunta es demasiado PROFUNDA.
Bueno, tenemos una calabacita por cabeza, y no nos alcanza para comprender lo maravilloso e infinito del universo. Es como si quisieras que una hormiga aprenda ecuaciones de 3er grado, y trigonometría avanzada, robótica, y ecuaciones diferenciales. Cuáááándo!! :)
2006-08-09 08:17:52
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answer #10
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answered by gabrielllx 4
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