Parafraseando a Denisse Dresser, AMLO dio correctamente con el diagnóstico de la enfermedad que padece nuestro país, la injusticia, la triste repartición de la riqueza, el que haya poca gente nadando en lo superfluo, cuando la inmensa mayoría carece de lo necesario e indispensable.
No obstante, AMLO se equivocó (y cada vez está haciendo más grandes sus pifias) en la cura. La confrontación, los empujones, las groserías no son la salida. AMLO está quemando los puentes, se está cortando la mano, antes de darla a torcer (o de extenderla para el diálogo). En verdad, creo que se está volviendo loco, megalómano.
Es decir, de verdad creo que él se ve a sí mismo como el Salvador de México. Hoy salió publicada en la Prensa (ese diario de lectura popular) una foto que me hizo reflexionar muchísimo, camino a mi trabajo. La foto es de AMLO, abrazando a dos niños, éstos empapados en lágrimas. Como Jesucristo.
AMLO se ha dedicado en boicotear y restarle credibilidad a las instituciones, al IFE, al TRIFE, a la población que no votó por él, a los funcionarios de casilla, al Ing. Cárdenas, a sus propios seguidores. El nos pide que creamos y le tengamos fe sólo a Él (sí, en mayúsculas). Él va a salvar a México, a condición que sea a su manera o ningún otra. Como Jesucristo.
He ahí el problema, viejo. AMLO ya perdió el suelo. El se cree la imagen que tiene de sí mismo. Ya no es alguien pragmático (ya dejó la senda de la política, para tomar la del paladín de la Justicia, lo Correcto y la Noble -otra vez, con mayúsculas), sino alguien perdido en el mundo de sus propias ideas y nociones de la realidad. Ya no es un bombero, sino un incendiario. Ninguna sociedad -ninguna- necesita esto.
Yo soy de los indecisos que el día de la elección se inclinó por él. Hoy, soy de los que -a la luz de los hechos-, reconocen que en verdad, no era la mejor opción.
Creo que el presidente de México debe tener un profundo respeto y apego a las instituciones y a la Ley. De lo contrario, corremos el riesgo de que un Salvador nos rescate de nosotros mismos, por el tiempo que sea necesario, le pese a quien le pese y cueste lo que cueste. Yo, en verdad, prefiero que me gobiene un ser humano lleno de defectos y contradicciones, a un Salvador que ha visto lo Bueno, lo Malo y lo Deseable.
AMLO no se da cuenta del enorme capital político que consiguió en estas elecciones y que está quemando demasiado rápido. No está viendo más allá del presente inmediato, sin planear cómo emplear ese capital en un futuro a mediano plazo, para lograr aquellos fines nobles que deben ser alcanzados. Creo que en el México actual, ya no se pueden tapar los oídos a los reclamos. El autoritarismo está muerto. AMLO debe privilegiar el diálogo para que sus ideales ingresen a la agenda nacional.
En resumen (y me duele mucho admitirlo), yo vote por el PRD, hoy día me doy cuenta de que me equivoqué, así que si volvieran a haber elecciones, votaría por Felipe Calderón.
Y a Monika 17 que es tan valiente como para afirmar que llegará AMLO a la presidencia aunque se derrame sangre, yo tan sólo le pregunto, ¿cuál sangre se va a derramar primero? ¿la tuya? ¿la de tus hermanos? ¿la de tu papá? Por gente fanática e irracional como tú, los perredistas tienen la fama que tienen.
A ver qué pasa.
2006-08-07 10:41:31
·
answer #1
·
answered by Joseph Knecht 4
·
2⤊
1⤋
Por el PAN, por ellos voté la vez pasada y lo volvería a hacer, sobre todo al ver las aberraciones que ha dicho y hecho AMLO
2006-08-07 10:24:02
·
answer #2
·
answered by Carmina 4
·
2⤊
0⤋