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las cosas o materiales q le brindaron pararealizar la expedición

2006-08-05 11:29:28 · 2 respuestas · pregunta de edgar.b 1 en Educación Eduación primaria y secundaria

2 respuestas

porque el hijo de mil, no tuvo la mejor idea de plantearce proque los barcos desaparecian en el horizonte, asi penso qe la tierra no era plana, si no redonde, y lo que el queria era llegar a La India, y bueno de ahi saben como sige la historia, llegaron a Ameriaca, mataron a casi todos los habitantes, nos robaron el oro y todas las cosa de valor, pregntales de quien es el oro de las iglesias que hasta hoy en dia se ve...

2006-08-05 11:34:53 · answer #1 · answered by Assilemana 4 · 0 0

Bueno, por lo visto requieres de mucha información, espero darte la necesaria y por si acaso te anexo una dirección de internet.

CRISTÓBAL COLÓN.

La interpretación de las Capitulaciones de Santa Fe ha dado origen a diversas controversias. De ellas, quizá la más importante sea la de su mismo carácter. Algunos investigadores propugnan que tuvieron carácter de concesión graciosa de Isabel y Fernando. Otros, en cambio, explican que tenían más bien un carácter de contrato. La diferencia entre ambas concepciones radica en que en el primer caso, los monarcas podían modificar las condiciones de la gracia; mientras que en el segundo, el contrato estaba amparado por el Derecho Natural, que obligaba a su cumplimento incluso a los reyes. Esta cuestión ya se suscitó en tiempos de Colón y de su heredero directo, y entonces tuvo una gran importancia y fue debatida en enconados pleitos. Las investigaciones deducen que las Capitulaciones fueron, en esencia, un contrato.

Los Reyes se titularon en las Capitulaciones «señores de los mares océanos», denominación excesiva y contraria al referido tratado:

-En primer lugar, se reconoció a Colón el título de Almirante en todas las islas y tierras «que por su mano e yndustria se descubrieran o ganaran», como dice el mismo documento. Sus prerrogativas serían iguales a las del Almirante de Castilla, y las obtendría con carácter hereditario para sus sucesores. No es un título puramente honorífico sino que era el título de mayor jerarquía dentro de la nobleza castellana, pero también llevaba anejos importantes derechos económicos.

-También le correspondió al marino el título de Virrey y Gobernador General de todas las tierras que descubriese, con la facultad de proponer ternas de candidatos a la elección real para cubrir todos los cargos de gobierno que debieran nombrarse en dichas tierras.

-Le tocó la décima parte de todas las riquezas que se descubriesen y la misma proporción de los beneficios del comercio en los límites del Almirantazgo.

-Le fue asignada la facultad de juzgar en toda una serie de litigios que se suscitasen en torno a las citadas mercancías.

-Y se le permitió «contribuir con la octava parte en la armazón de navíos que fueran a tratar y negociar a las tierras descubiertas. A cambio recibiría otra octava parte de las ganancias».

Todas estas concesiones estaban condicionadas por el éxito de la empresa. Pocos días después, el 30 de abril del mismo 1492, los Reyes Católicos ampliaron aún más dichas gracias, convirtiendo en hereditario el título de Virrey y reconociéndole la categoría de «Don». Y en 1495, los monarcas accedieron a su pretensión de tener la exclusividad para fletar expediciones de descubrimiento, aunque fue una prerrogativa que le duró muy poco tiempo.

En conjunto, son unas concesiones exorbitadas, que contrastan con la política autoritaria de los Reyes Católicos, intentando limitar las prerrogativas de los poderes internos de sus reinos. De hecho, le reconocieron a Colón -tal como afirma Chaunu, «un inmenso e ilimitado señorío, de tradición feudal, salvo la soberanía de los Reyes, que quedaba muy recortada en sus atribuciones». Sin embargo, reproducía las cartas de donación concedidas por los reyes de Portugal a los que habían descubierto islas al oeste de las Azores.

Entre los documentos expedidos por los Reyes Católicos el 30 de abril de 1492 sobresale una provisión dirigida a los vecinos de Palos de la Frontera, que les ordenaba servir con dos carabelas durante doce meses, en virtud de unas penas impuestas con autoridad. El costo de la expedición fue estimado en 2.000.000 de maravedís, más el sueldo de Colón. En contra de la idea popular de que fue sufragado por «las joyas de Isabel la Católica», la mitad de dicho dinero lo prestó el ya citado Luis de Santángel con fondos de la Santa Hermandad, la cuarta parte la aportó el mismo Colón -que los pidió prestados-, y la cantidad restante probablemente la derramaron banqueros y mercaderes italianos residentes en Andalucía.

La provisión del 30 de abril de 1492 fue leída el 23 de mayo de dicho año en la iglesia de San Jorge, en Palos, hecho que se puede considerar como el inicio de la partida de la expedición.

Colón comunicó las órdenes reales que traía para las otras autoridades de los demás puertos del Atlántico andaluz, conminándoles a que le auxiliasen en cuanto fuera menester. De todas formas, ni los hombres de Palos de la Frontera, ni los de los demás puertos se mostraron dispuestos a prestarle su colaboración: por el objetivo indeterminado del viaje y por el hecho de que Colón fuese desconocido para los marineros de la zona, lo que hacía que no confiasen en absoluto en él.

En estas condiciones, resultó fundamental la ayuda que le prestaron los hermanos Pinzón, cuya amistad le procuraron los monjes de La Rábida. Los Pinzón eran marinos que habían ganado grandes riquezas y prestigio como comerciantes de salazones -desde los mares del norte hasta Italia-, como corsarios e, incluso, por haber participado en las recientes guerras contra Portugal. Colón también contó con la ayuda de los Niño y los Quintero.

Martín Alonso Pinzón tuvo una intervención tan decisiva tanto en la recluta de hombres como en la de barcos que Colón le prometió que partiría con él las ganancias de la expedición.

Si bien Colón mandó embargar unos barcos en Moguer, no los debió utilizar. Al parecer, fue Martín Alonso Pinzón quien contrató los barcos definitivos, pues él conocía bien las condiciones de los navíos de la región, y es posible que los hubiera tenido a su servicio. La expedición partió con tres barcos, dos carabelas y una nao: una flota de configuración similar a la utilizada por Bartolome Dias en 1487-1488.

La nao era La Gallega, rebautizada como La Santa María, propiedad de Juan de la Cosa, natural de Santoña, pero vecino del Puerto de Santa María.

La carabela de menor tonelaje era La Santa Clara, rebautizada como La Niña, propiedad de Juan Niño, vecino de Moguer, y la pagaron los vecinos de Palos.

La Pinta era de Cristóbal Quintero, vecino de Palos, y probablemente fue requisada, pues su dueño iba en el viaje «de mala voluntad».

Sobre las características técnicas de estos barcos hay estimaciones bastante divergentes, ya que a veces resulta difícil señalar las equivalencias entre las medidas antiguas y las actuales:

-La Santa María tenía una eslora de 29 metros, tres palos, velamen redondo y un tonelaje que Morrison estimó en más de 100 tm. de arqueo -capacidad de carga de 100 toneles-, y que, en cambio, Molinari afirmó que era de 325 tm. Fue comandada directamente por Colón; su contramaestre fue Juan de la Cosa y los pilotos, Sancho Luis de Gama y Bartolomé Roldán.

-La Pinta tenía una eslora de 22 metros, tres palos, velamen redondo y la mitad de tonelaje que La Santa María. Fue capitaneada por Martín Alonso Pinzón, el contramaestre fue su hermano Francisco Martín Pinzón y el piloto, Cristóbal García Sarmiento.

-La Niña tenía una eslora de 24 metros, desplazaba un tonelaje algo menor que La Pinta. Tenía tres palos con velas latinas, pero fueron cambiadas en la escala de Canarias por otras redondas. Fue mandada por Vicente Yáñez Pinzón, su contramaestre fue Juan Niño y el piloto, t tal vez, Pero Alonso Niño.

Según Alicia Gould, partieron 87 tripulantes y otros 9 marinos. No obstante, otros investigadores han elevado la cifra de expedicionarios hasta 120 hombres. En su mayor parte, los tripulantes eran andaluces, de Palos y localidades vecinas, aunque había algunos vascos y hombres de otras procedencias. También viajaron cuatro penados -un homicida y tres acusados de cohecho. Asimismo, la expedición contó con un médico, un cirujano, un escribano, un intérprete que conocía el árabe y el hebreo; en cambio, no se embarcó ningún sacerdote, lo que ha dado lugar a toda una serie de disquisiciones sobre los objetivos del viaje y la mentalidad de Colón.

2006-08-07 14:39:06 · answer #2 · answered by Busca_respuestas 6 · 0 0

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