Post-umbra
de Juan de Dios Peza
Con letras ya borradas por los años,
en un papel que el tiempo ha carcomido,
símbolo de pasados desengaños,
guardo una carta que selló el olvido.
La escribió una mujer joven y bella.
¿Descubriré su nombre? ¡no!, ¡no quiero!
pues siempre he sido, por mi buena estrella,
para todas las damas, caballero.
¿Qué ser alguna vez no esperó en vano
algo que si se frustra, mortifica?
Misterios que al papel lleva la mano,
el tiempo los descubre y los publica.
Aquellos que juzgáronme felice,
en amores, que halagan mi amor propio,
aprendan de memoria lo que dice
la triste historia que a la letra copio:
«Dicen que las mujeres sólo lloran
cuando quieren fingir hondos pesares;
los que tan falsa máxima atesoran,
muy torpes deben ser, o muy vulgares.
»Si cayera mi llanto hasta las hojas
donde temblando está la mano mía,
para poder decirte mis congojas
con lágrimas mi carta escribiría.
»Mas si el llanto es tan claro que no pinta,
y hay que usar de otra tinta más obscura,
la negra escogeré, porque es la tinta
donde más se refleja mi amargura.
»Aunque no soy para sonar esquiva,
sé que para soñar nací despierta.
Me he sentido morir y aún estoy viva;
tengo ansias de vivir y ya estoy muerta.
»Me acosan de dolor fieros vestigios,
¡qué amargas son las lágrimas primeras!
Pesan sobre mi vida veinte siglos,
y apenas cumplo veinte primaveras.
»En esta horrible lucha en que batallo,
aun cuando débil, tu consuelo imploro,
quiero decir que lloro y me lo callo,
y más risueña estoy cuanto más lloro.
»¿Por qué te conocí? Cuando temblando
de pasión, sólo entonces no mentida,
me llegaste a decir: "te estoy amando
con un amor que es vida de mi vida".
»¿Qué te respondí yo? Bajé la frente,
triste y convulsa te estreché la mano,
porque un amor que nace tan vehemente
es natural que muera muy temprano.
»Tus versos para mí conmovedores,
los juzgué flores puras y divinas,
olvidando, insensata, que las flores
todo lo pierden menos las espinas.
»Yo, que como mujer, soy vanidosa,
me vi feliz creyéndome adorada,
sin ver que la ilusión es una rosa,
que vive solamente una alborada.
»¡Cuántos de los crepúsculos que admiras
pasamos entre dulces vaguedades;
las verdades juzgándolas mentiras
las mentiras creyéndolas verdades!
»Me hablabas de tu amor, y absorta y loca,
me imaginaba estar dentro de un cielo,
y al contemplar mis ojos y mi boca,
tu misma sombra me causaba celo.
»Al verme embelesada, al escucharte,
clamaste, aprovechando mi embeleso:
"déjame arrodillar para adorarte";
y al verte de rodillas te di un beso.
»Te besé con arrojo, no se asombre
un alma escrupulosa y timorata;
la insensatez no es culpa. Besé a un hombre
porque toda pasión es insensata.
»Debo aquí confesar que un beso ardiente,
aunque robe la dicha y el sosiego,
es el placer más grande que se siente
cuando se tiene un corazón de fuego.
»Cuando toqué tus labios fue preciso
soñar que aquél placer se hiciera eterno.
Mujeres: es el beso un paraíso
por donde entramos muchas al infierno.
»Después de aquella vez, en otras muchas,
apasionado tú, yo enternecida,
quedaste vencedor en esas luchas
tan dulces en la aurora de la vida.
»¡Cuántas promesas, cuántos devaneos!
el grande amor con el desdén se paga:
Toda llama que avivan los deseos
pronto encuentra la nieve que la apaga.
»Te quisiera culpar y no me atrevo,
es, después de gozar, justo el hastío;
yo que soy un cadáver que me muevo,
del amor de mi madre desconfío.
»Me engañaste y no te hago ni un reproche,
era tu voluntad y fue mi anhelo;
reza, dice mi madre, en cada noche;
y tengo miedo de invocar al cielo.
»Pronto voy a morir; esa es mi suerte;
¿quién se opone a las leyes del destino?
Aunque es camino oscuro el de la muerte,
¿quién no llega a cruzar ese camino?
»En él te encontraré; todo derrumba
el tiempo, y tú caerás bajo su peso;
tengo que devolverte en ultratumba
todo el mal que me diste con un beso.
»Mostrar a Dios podremos nuestra historia
en aquella región quizá sombría.
¿Mañana he de vivir en tu memoria...?
Adiós... adiós... hasta el terrible día».
Leí estas líneas y en eterna ausencia
esa cita fatal vivo esperando...
Y sintiendo la noche en mi conciencia,
guardé la carta y me quedé llorando.
2006-08-05 02:56:10
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answer #1
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answered by Anonymous
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El mejor método disponible en línea para rejuvenecer su cuerpo es, sin duda este http://joven.remedios-naturales.info
Le sugiero que nos da un vistazo, ya que funciona muy bien!
2014-12-04 15:02:35
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answer #2
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answered by ? 2
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Si ambicionas detener el prejuicio del cuerpo y emprender a crecer esto lo consigues con el programa de entrenamiento F4X.
El sistema F4X es el fundamento del metodo Vieja Escuela, Nuevo Cuerpo que se encuentra aquí https://tr.im/1MCIG
El programa Vieja Escuela, Nuevo Cuerpo pone sus bases en la hormona del crecimiento, la HC. La HC es responsable de gran parte de los resultados milagrosos que obtendrás después de cada ejercicio. Con este programa tus articulaciones serán más fuertes y no se desgarrarán.
Con este programa igualmente adelgazaras y ganaras musculo porque este sistema trabaja casi todos los músculos para que tu cuerpo sea más vital saludable benéfico, mas fortalecido y sentirse más joven y lleno de vida.
2016-07-01 20:12:56
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answer #3
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answered by ? 3
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Si, es de Juan de Dios Peza. Para esta y otras poesías entra a la página www.poesi.as.com
Te darás cuenta que hay otro poema con ese título.
Si te gusta la poesía, te gustará esta página.
Suerte.
2006-08-05 03:11:16
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answer #4
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answered by Luz 6
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El autor es Juan de Dios Peza (1852-1910)
Gran poeta Méxicano
Nace en 1852 en la ciudad de México Juan de Dios Peza,
quien es bendecido con una preclara inteligencia, a la vez que
con un medio ambiente propicio para desarrollar todos sus
talentos, pues al ingresar en 1969 a la Escuela Nacional
Preparatoria inmediatamente se convierte en el alumno
predilecto de un gran pensador Mexicano; Ingacio Ramírez,
"El Nigromante" Al egresar de ese centro de estudios
ingresa a la Escuela de Medicina donde establece gran
amistad con otro grande de aquel tiempo; Manuel Acuña.
Quien lo llega a estimar al grado de llamarlo "hermano".
Peza, fue un hombre liberal, el liberalismo estaba
en boga en aquella época, su entusiasmo y apasionamiento
por dicho movimiento lo llevo a renunciar a sus estudios
para entregarse de lleno al periodismo.
En 1878 es nombrado secretario de la legación de México
en España, al lado de Riva Palacio. Y de nuevo su destino
lo lleva a unirse a otras grandes luminarias de aquella época
pues en Madrid se rodea y sociabiliza con personajes como
el politico Castelar, y escritores como Núñez de Arce, Campoamor y Selgas.
Al regresar a México empieza a poner su candidatura
para lograr puestos publicos y es electo diputado al Congreso
de la Unión. Siguieron otros cargos publicos en lo sucesivo,
pero sin abandonar las letras, como poeta tiene un estilo único,
es realista a la vez que lleno de infinita ternura. Canta al
hogar y a sus hijos. Entre los libros que publico estan:
Hogar y Patria, La Lira de la Patria, El Arpa del Amor, Recuerdos
y Esperanzas, Flores del Alma y Vinos Festivos. Muere en 1910
Año en el cual el pais estaba a punto de entrar en otra gran conflagracion.
Mas datos
Juan de Dios Peza nació en una familia conservadora ( su
padre fue ministro durante la intervención ) pero como discípulo
de Ramírez y Altamirano figuró entre los jóvenes poetas
liberales. A la vez Hipanófilo y nacionalista,
Se empeñó en versificar castizamente y en hacer poemas con
motivos y escenarios locales. Diplomático, dio a conocer en
Madrid a los poetas de este país ( La lira mexicana, antología)
Y escribió para nosotros sus Recuerdos de España. Periodista
de prosa suelta y clara que todavía es francamente legible ( De
la gaveta íntima, Benito Juárez), comediógrafo y fundador de la
primera sociedad de autores mexicanos, fue sobre todo poeta
muy admirado en los países de lengua española y traducido
inclusive al japonés. Su esposa lo abandonó y esta tragedia
convirtió a Peza en el "cantor del hogar". En vida fue
castigado por su inmensa popularidad, aunque el célebre
ataque de Brummel en Poetas mexicanos contemporáneos
(1884). Las ediciones modernas de sus obras que ha hecho
Porfirio Martínez Peñaloza nos permiten revisar las ideas
turinarias. A menudo se encuentran en Peza poemas
admirables, como "En las ruinas de Mitla", y siempre una
facilidad y abundancia en la versificación que, si lo ponen a
distancia de lo que por ahora consideramos poesía, también lo
hacen digno del respeto que Le Corbussier reclamaba para todo
trabajo bien hecho. Históricamente la importancia de Peza es
crucial: su empleo del habla cotidiana, su prosaísmo,
Limpió la lengua poética del peso muerto que arrastraba
nuestro romanticismo y preparó, sin saberlo y tal vez sin
quererlo, el advenimiento de los modernistas.
POST-UMBRA
Con letras ya borradas por los años,
en un papel que el tiempo ha carcomido,
símbolo de pasados desengaños,
guardo una carta que selló el olvido.
La escribió una mujer joven y bella.
¿descubriré su nombre? ¡No!, ¡no quiero!
pues siempre he sido, por mi buena estrella,
para todas las damas, caballero.
¿Qué ser alguna vez no esperó en vano
algo que si se frustra, mortifica?
Misterios que al papel lleva la mano,
el tiempo los descubre y los publica.
Aquellos que juzgáronme felice,
en amores que halagan mi amor propio,
aprendan de memoria lo que dice
la triste historia que a la letra copio:
“Dicen que las mujeres sólo lloran
cuando quieren fingir hondos pesares”;
los que tan falsa máxima atesoran,
muy torpes deben ser, o muy vulgares.
Si cayera mi llanto hasta las hojas
donde temblando está la mano mía,
para pode decirte mis congojas
con lágrimas mi carta escribiría.
mas si el llanto es tan claro que no pinta,
y hay que usar otra tinta más oscura,
la negra escogeré, porque es la tinta
donde más se refleja mi amargura.
Aunque no soy para soñar esquiva,
sé que para soñar nací despierta.
Me he sentido morir y aún estoy viva;
tengo ansias de vivir y ya estoy muerta.
Me acosan de dolor fieros vestigios,
¡qué amargas son las lágrimas primeras!
pesan sobre mi vida veinte siglos,
y apenas cumplo veinte primaveras.
En esta horrible lucha en que batallo,
aun cuando débil, tu consuelo imploro,
quiero decir que lloro y me lo callo,
y más risueña estoy cuanto más lloro.
¿Por qué te conocí? Cuando temblando
de pasión, sólo entonces no mentida,
me llegaste a decir: “Te estoy amando
con un amor que es vida de mi vida”
¿Qué te respondí yo? Bajé la frente,
triste y convulsa te estreché la mano,
porque un amor que nace tan vehemente
es natural que muere muy temprano.
Tus versos para mi conmovedores,
los juzgué flores puras y divinas,
olvidando, insensata, que las flores
todo lo pierden menos las espinas.
yo, que como mujer, soy vanidosa,
me vi feliz creyéndome adorada,
sin ver que la ilusión es una rosa,
que vive solamente una alborada.
¡Cuántos de los crepúsculos que admiras
pasamos entre dulces vaguedades;
las verdades juzgándolas mentiras,
las mentiras creyéndolas verdades!.
Me hablabas de tu amor, y absorta y loca,
me imaginaba estar dentro de un cielo,
y al contemplar mis ojos y mi boca,
tu misma sombra me causaba celo.
Al verme embelesada, al escucharte,
clamaste, aprovechando mi embeleso:
“déjame arrodillar para adorarte”;
y al verte de rodillas te di un beso.
te besé con arrojo, no se asombre
un alma escrupulosa y timorata:
la insensatez no es culpa. besé a un hombre
porque toda pasión es insensata.
debo aquí confesar que un beso ardiente,
aunque robe la dicha y el sosiego,
es el placer más grande que se siente
cuando se tiene un corazón de fuego.
Cuando toque tus labios fue preciso
soñar que aquel placer se hiciera eterno.
mujeres: es el beso un paraíso
por donde entramos muchas al infierno.
después de aquella vez, en otras muchas,
apasionado tú, y yo enternecida,
quedaste vencedor en esas luchas
tan dulces en la aurora de la vida.
¡Cuántas promesas, cuántos devaneos!
El grande amor con el desdén se paga:
toda llama que avivan los deseos
pronto encuentra la nieve que la apaga.
te quisiera culpar y no me atrevo,
es, después de gozar, justo el hastío:
yo que soy cadáver que me muevo,
del amor de mi madre desconfío.
Me engañaste y no te hago ni un reproche,
era tu voluntad y fue mi anhelo;
reza, dice mi madre cada noche;
y tengo miedo de invocar al cielo.
Pronto voy a morir; esa es mi suerte;
¿quién se opone a las leyes del destino?
Aunque es camino oscuro el de la muerte,
¿Quién no llega a cruzar ese camino?
En él te encontraré; todo derrumba
el tiempo, y tú caerás bajo su peso;
tengo que devolverte en ultratumba
todo el mal que me diste con un beso.
Mostrar a Dios podremos nuestra historia
en aquella región quizá sombría.
¿Mañana he de vivir en tu memoria...?
Adiós... adiós... hasta el terrible día.
Leí las líneas y en eterna ausencia
esa cita fatal vivo esperando...
y sintiendo la noche en mi conciencia,
guardé la carta y me quedé llorando.
No se si te evacue la duda, suerte !!!
2006-08-05 03:10:21
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answer #5
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answered by Jorge 4
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si, es de juan de dios peza......
busca en algun libro de recopilaciones
suerte
2006-08-05 03:02:16
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answer #6
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answered by jolie 4
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Puede ser que sea de Juan de Dios Peza, pero no sé el nombre del libro
2006-08-05 02:52:09
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answer #7
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answered by morena 5
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No se quien es, pero Becquer no es
2006-08-05 02:47:28
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answer #8
·
answered by agua_de_mar_annie 5
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puede ser de Neruda, Ruben Dario, Bequer, no se, me voy a fijar
en los libros que tengo en mi casa a ver si los tengo, te vuelvo a
escribir.
Es de Juan de Dios Peza del libro Palida Muerte
2006-08-05 02:45:39
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answer #9
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answered by saragrinberg 7
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