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se que hace poco tiempo transmitieron por telecable un documental sobre el descubrimiento del Evangelio según San Judas Tadeo el cual no se había dado a conocer en la actualidad,

2006-08-01 08:47:03 · 10 respuestas · pregunta de Anonymous en Sociedad y cultura Religión y espiritualidad

10 respuestas

NO TE MOLESTES, ES UN LIBRO APOCRIFO. NO FORMA PARTE DE LAS ESCRITURAS INSPIRADAS POR DIOS.

2006-08-04 16:51:54 · answer #1 · answered by Anonymous · 0 0

Puedes encontrar información en la pagina web de National Geographic, creo que en la edición de Marzo-2006, y además revisa la pagina web del canal que lo paso...

2006-08-01 16:00:12 · answer #2 · answered by El Recio 6 · 0 0

Te cuento, el documental del Evangelio según Judas, trata de mostrar otra condición de Judas, que en la iglesia católica es mostrado como el traidor, sin embargo, en los últimos hallazgos dice haberse encontrado un evangelio que narra la amistad que existía entre Judas y Jesús, y como este le pide el favor más grande , que lo entregue a su muerte , para que la profesia se cumpliera, se supone que él estaba más adelantado a los demás apóstoles y el señor le confió muchas cosas importantes a él. en definitiva lo que muestra este documental es que Judas entrego al señor por que este era su mejor amigo.

2006-08-01 15:57:58 · answer #3 · answered by Aryadna 3 · 0 0

Fuente: Corriere della Sera
Autor: Vittorio Messori

No, no tendremos que rescribir los orígenes del Cristianismo; y la fe de los creyentes no irá en crisis por la publicación de un fragmento del así llamado "Evangelio de Judas". Para decirlo enseguida, la clamorosa presentación en Washington, delante de la prensa mundial a propósito convocada, es sobre todo una operación económica y, probablemente, también ideológica.
Historia y teología entran allí poco, como mucho entre los especialistas verdaderos ha despertado sólo curiosidad, no han sido, ciertamente, excitados por una "novedad" que no es tal y que, ellos, ya conocían. Quizás desde hace más de 1800 años, visto que hacia el año 180 Ireneo, obispo de Lyon, griego y gran conocedor del Mediano Oriente, compuso su obra “Contra las herejías”. En ella escribe: "Dicen que Judas conoció todas estas cosas y justo porque sólo él conoció toda la verdad más que los otros apóstoles, ejecutó el misterio de la traición. Presentan estas invenciones llamándole el evangelio de Judas". Los que enseñan así fueron gnósticos pertenecientes a una secta llamada de los "Cainitas", de Caín, venerado junto a la Serpiente que tentó a Eva, a Cam, a los Sodomitas, a Esaú y, también, a Judas. En resumen, todas las figuras negativas de las Escrituras judeo-cristianas. Poniéndose a semejantes maestros, los "Cainitas" justificaban todo género de obscenidad y delitos.

Una operación económica, pues, aquella del jueves 6 de abril, visto que el National Geographic Magazine está entre las revistas más rentables del mundo, con ediciones en muchas lenguas. Su patrocinio de la traducción y la publicación del papiro encontrado entre las arenas egipcias, no es ciertamente desinteresada. Millones de dólares vendrán del aumento de las ventas, de la adquisición del volumen que será propuesto al adquirir el periódico, del documental ya comprado por muchas televisiones. Sin contar la enorme publicidad determinada por el hecho de que los medios de comunicación de cada continente han citado la noticia. No al azar se han elegido, por el lanzamiento, los días que preceden la Semana Santa, cuando en toda la cristiandad resonará el nombre de Judas Iscariote y será más fácil que se hable de su presunto "evangelio". Si es lícito un caso personal: ayer, a lo largo de todo el día he tenido que declinar invitaciones a participar en talk-show’s televisivos sobre este presunto descubrimiento. Y a mi sorpresa ("¿Pero no es la semana después de las elecciones italianas, no se concentrarán en los comentarios?") me replicaban que, sí, la política hará de dueña, pero la inminencia de la Pascua impone de insertar en el palimpsesto algo que la concierne. ¿Por qué, pues, no esta novedad sobre el apóstol que traicionó a Jesús?

Pero el fuerte olor de dinero ha aleteado enseguida alrededor del papiro emergido en los años Setenta del valle del Nilo, uno de los pocos lugares, junto al desierto de Judea, de donde proviene la biblioteca esénica de Qumrán, dónde la aridez del clima permite la conservación de materiales tan frágiles. Ya no estamos en el tiempo en que pastores beduinos cedían a los mercantes de Jerusalén y del Cairo cántaros llenos de manuscritos a cambio de pocas monedas de plata. Las bibliotecas de las universidades europeas, americanas, australianas, y hasta japonesas, se enfrentan en subastas memorables para adquirir jirones de manuscritos de los primeros siglos cristianos. Como ya es costumbre en casos parecidos, no están claras las vicisitudes comerciales de este "evangelio de Judas", pero parece cierto que el largo rollo ha sido cortado en dos.

Una parte es la que se presentó en Washington con el máximo clamor, otra parte habrá quedado custodiada en una caja fuerte: su precio es destinado a multiplicarse, visto el interés con que ha sido acogida la primicia.

Operación económica, digo, pero quizás también ideológica. El Código da Vinci de Dan Brown sólo es el ejemplo más afortunado de un filón que, desde hace algún año atrás, parece un río en plena crecida. Una pseudo-historia, una fanta-exégesis estrujan el ojo al lector, reprochándole que uno como él no puede aceptar sin más el cuento de las Iglesias "oficiales" - a empezar de la Católica - sobre los orígenes cristianos. Que en absoluto es como lo cuentan desde hace demasiados siglos los curas, que saben la verdad, pero la esconden. Por ejemplo, éstos están dispuestos a recurrir al homicidio antes que a hacer filtrar las "verdaderas" relaciones entre Jesús y María de Magdalena, con las consecuencias que ellos han tenido sobre la historia del Occidente. Como se sabe, ésta es la tesis central de Dan Brown, que no ha hecho otro que mezclar los contenidos de un cóctel rancio que ya en el 1988 Umberto Eco puso en burla - tan ferozmente cuánto inútilmente - en su "Péndulo de Foucault".

Si esto, en todo caso, es lo que quiere el mercado, ¿cómo no aprovechar un auténtico "documento secreto", de un trozo de aquellos "evangelios apócrifos" en el que estaría la verdad oculta, para engolosinar las masas, empujándolas a comprar periódicos, libros, ver la película, a lo mejor adquirir camisetas, gorros, llaveros? Los Dan Brown han reconstruido por vosotros la figura "auténtica" de la Magdalena, otros aquella de Pietro, de Simón de Cirene, de Nicodemo, del propio Jesús: aquí tienen ustedes un Judas como no habrían jamás pensado: un amigote, un bienhechor, un privilegiado por Dios, otro que el desgraciado traidor del que les han hablado siempre las iglesias. Papel, más bien papiro, canta....

La instrumentalización ideológica de los restos se ha hecho explícita, en la presentación de Washington, cuando alguien ha dicho que - con el nuevo, benemérito Iscariote - se cortarán las uñas al antisemitismo cristiano. Esto, el periódico católico Avvenire ha comentado, si es verdadero no es otra cosa que "una demencial intención de favorecer el diálogo con el hebraísmo". Demencial no sólo porque el cristianismo siempre ha sabido que, si un apóstol israelita traicionó, los otros once eran israelitas como él, como lo fueron los 72 discípulos y los millares de primeros seguidores. Y muchos de aquellos judíos, hijos de judíos, prefirieron el martirio a la negación. Pero demencial también porque la secta de los "Cainitas", de donde viene el fragmento, consideraba el Dios de los judíos como el Dios malvado, en lucha mortal con aquel bueno, el gnóstico Dios Supremo. Destruir el Jahvé de las Escrituras fue el objetivo final de la historia. Y a Judas había que exaltarlo justo como el campeón atrevido de esta batalla contra el repugnante Demiurgo semítico. Entonces, a pesar de los engañosos guiños al "diálogo", este no podrá poner entre sus textos base el papiro ofrecido a la venta por los editores americanos.

2006-08-01 15:57:05 · answer #4 · answered by PrisiiiEmO-Girl* 4 · 0 0

http://www.biblegateway.com/passage/?search=judas;&version=42;

abre ese enlace. No precisas otro

2006-08-01 15:56:01 · answer #5 · answered by cristo_amistad7 1 · 0 0

Solo hay cuatro evangelios, el de Mateo, Juan, Marcos y Lucas.

Judas Tadeo no escribió ningún evangelio.

El evangelio al que creo haces referencia es el de Judas Iscariote, que fue quien traicionó a Jesús

2006-08-01 15:55:51 · answer #6 · answered by sokoban 1 · 0 0

1. el evangelio no es de judas tadeo, sino de judas iscariote.
2. es un evangelio gnóstico, escrito alrededor del silo II, como todos los gnósticos, para justificar la doctrina. la copia del programa de la national geographic data del siglo IV.
3. a grandes rasgos, la historia en él narrada afirma que jesús estaba preso en su cuerpo humano, y necesitaba morir para poder liberarse. eligió a judas para que lo fuera a traicionar y él aceptó, convirtiendo así su traición en un "acto heroico".
4. contradice el valor redentor de la muerte de cristo, pero sobre todo, la libertad de judas al actuar. por eso no es canónico.

2006-08-01 15:55:46 · answer #7 · answered by Anonymous · 0 0

el evangelio, primero que todo es de judas el iscariote.

es un escrito de los gnosticos-cristianos, los cuales pretytenden llevar un mensaje de su grupo, ya que lo que prersenta este texto que no es evangelio, ya que los unicos evangelios que son aceptados por la iglesia son los de mateo -marcos-lucas-juan.
alli se narran episodios que no aparecen en ningun evangelio y ademas termina con la entrega de parte de judas el traidor a los romanos.
ademas judas despues de vendert a jesus a los sumos sacerdotes se suicido.

2006-08-01 15:55:04 · answer #8 · answered by SANTO TOMAS DE AQUINO BENEDICTIN 1 · 0 0

No lo habian dado a conocer por que no existia y no es judas tadeo, es de judas iscariote

2006-08-01 15:52:42 · answer #9 · answered by kakabaza 2 · 0 0

Nuevos y Urgentes: El «Evangelio de Judas», una «novedad» que no es tal
Enviado por: Admin en 23 Jun, 2006 - 07:34
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Fuente: Corriere della Sera
Autor: Vittorio Messori

No, no tendremos que rescribir los orígenes del Cristianismo; y la fe de los creyentes no irá en crisis por la publicación de un fragmento del así llamado "Evangelio de Judas". Para decirlo enseguida, la clamorosa presentación en Washington, delante de la prensa mundial a propósito convocada, es sobre todo una operación económica y, probablemente, también ideológica.
Historia y teología entran allí poco, como mucho entre los especialistas verdaderos ha despertado sólo curiosidad, no han sido, ciertamente, excitados por una "novedad" que no es tal y que, ellos, ya conocían. Quizás desde hace más de 1800 años, visto que hacia el año 180 Ireneo, obispo de Lyon, griego y gran conocedor del Mediano Oriente, compuso su obra “Contra las herejías”. En ella escribe: "Dicen que Judas conoció todas estas cosas y justo porque sólo él conoció toda la verdad más que los otros apóstoles, ejecutó el misterio de la traición. Presentan estas invenciones llamándole el evangelio de Judas". Los que enseñan así fueron gnósticos pertenecientes a una secta llamada de los "Cainitas", de Caín, venerado junto a la Serpiente que tentó a Eva, a Cam, a los Sodomitas, a Esaú y, también, a Judas. En resumen, todas las figuras negativas de las Escrituras judeo-cristianas. Poniéndose a semejantes maestros, los "Cainitas" justificaban todo género de obscenidad y delitos.

Una operación económica, pues, aquella del jueves 6 de abril, visto que el National Geographic Magazine está entre las revistas más rentables del mundo, con ediciones en muchas lenguas. Su patrocinio de la traducción y la publicación del papiro encontrado entre las arenas egipcias, no es ciertamente desinteresada. Millones de dólares vendrán del aumento de las ventas, de la adquisición del volumen que será propuesto al adquirir el periódico, del documental ya comprado por muchas televisiones. Sin contar la enorme publicidad determinada por el hecho de que los medios de comunicación de cada continente han citado la noticia. No al azar se han elegido, por el lanzamiento, los días que preceden la Semana Santa, cuando en toda la cristiandad resonará el nombre de Judas Iscariote y será más fácil que se hable de su presunto "evangelio". Si es lícito un caso personal: ayer, a lo largo de todo el día he tenido que declinar invitaciones a participar en talk-show’s televisivos sobre este presunto descubrimiento. Y a mi sorpresa ("¿Pero no es la semana después de las elecciones italianas, no se concentrarán en los comentarios?") me replicaban que, sí, la política hará de dueña, pero la inminencia de la Pascua impone de insertar en el palimpsesto algo que la concierne. ¿Por qué, pues, no esta novedad sobre el apóstol que traicionó a Jesús?

Pero el fuerte olor de dinero ha aleteado enseguida alrededor del papiro emergido en los años Setenta del valle del Nilo, uno de los pocos lugares, junto al desierto de Judea, de donde proviene la biblioteca esénica de Qumrán, dónde la aridez del clima permite la conservación de materiales tan frágiles. Ya no estamos en el tiempo en que pastores beduinos cedían a los mercantes de Jerusalén y del Cairo cántaros llenos de manuscritos a cambio de pocas monedas de plata. Las bibliotecas de las universidades europeas, americanas, australianas, y hasta japonesas, se enfrentan en subastas memorables para adquirir jirones de manuscritos de los primeros siglos cristianos. Como ya es costumbre en casos parecidos, no están claras las vicisitudes comerciales de este "evangelio de Judas", pero parece cierto que el largo rollo ha sido cortado en dos.

Una parte es la que se presentó en Washington con el máximo clamor, otra parte habrá quedado custodiada en una caja fuerte: su precio es destinado a multiplicarse, visto el interés con que ha sido acogida la primicia.

Operación económica, digo, pero quizás también ideológica. El Código da Vinci de Dan Brown sólo es el ejemplo más afortunado de un filón que, desde hace algún año atrás, parece un río en plena crecida. Una pseudo-historia, una fanta-exégesis estrujan el ojo al lector, reprochándole que uno como él no puede aceptar sin más el cuento de las Iglesias "oficiales" - a empezar de la Católica - sobre los orígenes cristianos. Que en absoluto es como lo cuentan desde hace demasiados siglos los curas, que saben la verdad, pero la esconden. Por ejemplo, éstos están dispuestos a recurrir al homicidio antes que a hacer filtrar las "verdaderas" relaciones entre Jesús y María de Magdalena, con las consecuencias que ellos han tenido sobre la historia del Occidente. Como se sabe, ésta es la tesis central de Dan Brown, que no ha hecho otro que mezclar los contenidos de un cóctel rancio que ya en el 1988 Umberto Eco puso en burla - tan ferozmente cuánto inútilmente - en su "Péndulo de Foucault".

Si esto, en todo caso, es lo que quiere el mercado, ¿cómo no aprovechar un auténtico "documento secreto", de un trozo de aquellos "evangelios apócrifos" en el que estaría la verdad oculta, para engolosinar las masas, empujándolas a comprar periódicos, libros, ver la película, a lo mejor adquirir camisetas, gorros, llaveros? Los Dan Brown han reconstruido por vosotros la figura "auténtica" de la Magdalena, otros aquella de Pietro, de Simón de Cirene, de Nicodemo, del propio Jesús: aquí tienen ustedes un Judas como no habrían jamás pensado: un amigote, un bienhechor, un privilegiado por Dios, otro que el desgraciado traidor del que les han hablado siempre las iglesias. Papel, más bien papiro, canta....

La instrumentalización ideológica de los restos se ha hecho explícita, en la presentación de Washington, cuando alguien ha dicho que - con el nuevo, benemérito Iscariote - se cortarán las uñas al antisemitismo cristiano. Esto, el periódico católico Avvenire ha comentado, si es verdadero no es otra cosa que "una demencial intención de favorecer el diálogo con el hebraísmo". Demencial no sólo porque el cristianismo siempre ha sabido que, si un apóstol israelita traicionó, los otros once eran israelitas como él, como lo fueron los 72 discípulos y los millares de primeros seguidores. Y muchos de aquellos judíos, hijos de judíos, prefirieron el martirio a la negación. Pero demencial también porque la secta de los "Cainitas", de donde viene el fragmento, consideraba el Dios de los judíos como el Dios malvado, en lucha mortal con aquel bueno, el gnóstico Dios Supremo. Destruir el Jahvé de las Escrituras fue el objetivo final de la historia. Y a Judas había que exaltarlo justo como el campeón atrevido de esta batalla contra el repugnante Demiurgo semítico. Entonces, a pesar de los engañosos guiños al "diálogo", este no podrá poner entre sus textos base el papiro ofrecido a la venta por los editores americanos.

Vittorio Messori, Corriere della Sera, sábado 8 de abril de 2006


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2006-08-01 15:51:54 · answer #10 · answered by Amor 3 · 0 0

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