El primer contacto con la filosofía cartesiana debiera hacerse mediante la lectura del Discurso del Método. Descartes explica allí cuáles son los móviles que persigue con la investigación: se trata de mejorar la vida con ayuda de un conocimiento auténtico; y cuál es su punto de partida: el reconocimiento de la ignorancia; también explica (Discurso, III) por qué considera conveniente dirigir metódicamente esta investigación: cuando uno está extraviado parece preferible seguir una dirección fija (una regla), mientras no haya buenas razones para variarla.
Descartes consideraba que aunque la lógica tenía muchos preceptos válidos, en general eran inútiles, y que en realidad podrían bastarnos cuatro. Son las reglas del método:
El precepto de la evidencia: No admitir nunca algo como verdadero sin conocer con certeza que lo es. Es decir, no dar asentimiento más que a aquéllo que no tuviera ocasión de dudar, evitando la precipitación y la prevención.
El precepto del análisis: El segundo, dividir las dificultades que tenemos en tantas partes como sea posible, para solucionarlas mejor.
El precepto de la síntesis: El tercero, establecer un orden de nuestros pensamientos incluso entre aquellas partes que tengan un orden significativo, apoyándonos en la solución de las cuestiones más simples (que Descartes llama "naturalezas simples") para resolver los problemas más complejos.
El precepto de la comprobación: Y por último, hacer siempre revisiones amplias para estar seguros de no haber omitido nada.
Al menos desde tiempos de Hegel, Descartes es considerado como el padre de la filosofía moderna. De hecho los principales filósofos que lo sucedieron estudiaron con profundo interés sus teorías, sea para desarrollar sus resultados, o para objetarlo. Este es el caso de Spinoza, Leibniz, Malebranche, Locke e incluso Kant. Sin embargo, esta manera de juzgarlo no debe impedir la valoración de los estrechos vínculos que este autor mantiene con los grandes filósofos clásicos, Platón y Aristóteles. Suele pensarse que Descartes desarrolló su nueva filosofía tomando como modelo los procedimientos deductivos de las ciencias exactas, concretamente de la aritmética y la geometría. Sin embargo, su método también puede interpretarse como basado en la aplicación de la idea ya tradicional (clásica y medieval) de una prueba dialéctica. En su investigación de la verdad, Descartes únicamente considera verdadero aquello de lo que que hay certeza --es decir, las ideas indudables), excluyendo la supuesta verdad preestablecida, hasta no someterla al juicio de la razón y constatar que de ella puede darse una prueba rigurosa. Pero conviene interpretar estas "pruebas" en clave dialéctica, como se verá.
Como filósofo, este autor puede considerarse como continuador de la investigación clásica, tal como había quedado planteada por Platón y Aristóteles. Su principal proyecto es esclarecer la legitimidad de las bases del conocimiento, en particular aquél de índole filosófica, para a partir de allí atender las otras preguntas fundamentales. Su manera de escribir puede considerarse como intencionalmente críptica, y la comprensión de sus obras exige la participación activa del lector. Un ejemplo de esta escritura críptica permite ilustrar también la importancia que Descartes concede a la idea de una prueba dialéctica (vg., la que puede obtenerse a través de una discusión): él nunca explica por qué, tanto en las Meditaciones Metafísicas como en los Principios..., desarrolla lo que visiblemente son tres pruebas distintas de la existencia de Dios. (Al contrario, en la "Carta a los Decanos y Doctores..." que precede a las Meditaciones, da a entender que la multiplicidad de pruebas es innecesaria, e incluso dificulta su apreciación). Ahora bien, al final de la Meditación Primera Descartes había aceptado tres razones para plantear la duda más radical: el genio maligno, la hipótesis de un azar desafortunado, la hipótesis de una causalidad natural adversa (la posibilidad de que estemos sometidos a un destino aciago o a la fatalidad, que también menciona, pueden considerarse como maneras elípticas de reformular la hipótesis del genio, ya que el destino es tejido por las Moiras, y la fatalidad es dictada por el Hado --ambas, divinidades paganas no omnipotentes). De suponerse que Descartes argumenta para enfrentar al crítico radical (escéptico), el desarrollo de tres pruebas se vuelve comprensible, pues a cada una puede asignársele el propósito de refutar una de las hipótesis escépticas. Entonces Descartes no habría querido "demostrar", en primer término, la existencia de Dios: en cambio habría intentado vencer dialécticamente a su antagonista en el debate, refutando una razón que se había dado para dudar. Naturalmente, esto permite al filósofo retirar las dudas más radicales aceptadas hasta entonces en la investigación y por tanto, aceptar ciertas proposiciones como válidas (por ser racionalmente indudables).
Descartes fue considerado el filósofo de la duda porque pensaba que, en el contexto de la investigación, había que rehusarse a asentir a todo aquello de lo que fuera posible dudar racionalmente. Él estableció tres niveles principales de duda: en el primero se ponen en duda algunas percepciones sensoriales, especialmente las que se refieren a objetos lejanos o las que se producen en condiciones desfavorables; en el segundo se señala la similitud entre la vigilia y el sueño, y la falta de criterios claros para discernir entre ellos; de este modo se plantea una duda general sobre las percepciones (aparentemente) ampíricas, que podrían imputarse al sueño. Y por último, imagina que podría haber un ser superior (o un azar, o una causa natural) capaz de inducirnos a error en cualquier momento, incluso sistemáticamente.
Sin embargo, la duda no se entiende como un fin en sí mismo, ya que Descartes es un optimista sobre el conocimiento. Al contrario, es un medio para alcanzar una ciencia cierta. Se trata además de una duda metódica, que sirve como medio de investigación y que no debiera extrapolarse al conjunto de la vida (que se rige por unas reglas morales específicas y provisionales, expuestas en la Parte III del Discurso...). Aquello que queda a salvo de la duda metódica, especialmente después de discutirse las razones en que ésta puede fundarse, pero también antes de esta discusión, se considera indudable: lo absolutamente cierto o la "ciencia perfecta". Esta certeza puede considerarse absoluta, pero debe recordarse que Descartes introduce en filosofía un concepto relativo de 'absoluto' (Reglas..., VI). En realidad, puesto que una discusión especulativa no puede cerrarse definitivamente (Platón: Critón), el conocimiento es revisable en principio, ya que siempre pueden surgir críticas, fallas, errores, que no se habían sospechado.
Tradicionalmente los comentaristas consideran que la máxima certeza se materializa en lo que Descartes presenta como la proposición fundamental de su sistema: "Pienso, luego existo" (en la versión latina de las Meditaciones..., ego cogito, ergo sum). Ahora bien, esta proposición no es más que una consecuencia natural del planteamiento dialéctico que enfrenta a Descartes con el crítico radical: si el interlocutor escéptico afirma que yo estoy o que las ideas de su contraparte (vg., las mías) pueden ser erradas, él mismo no podría negar al mismo tiempo que yo existo. (Esto se debe a que en general, una controversia se rige por la argumentación ex concessis, que permite a cualquiera de los participantes emplear en su provecho las tesis y presupuestos de su adversario, sin obligarse para ello a demostrarle su corrección al primero que las sostiene --tal como Platón, en el Gorgias, fue el primero en señalar.) Pese a lo que Descartes mismo declara, pues, lo fundamental en su filosofía no sería tanto el yo, sino el planteamiento bajo el cual puede buscarse (y eventualmente, obtenerse) una prueba, y por ende, una fundamentación de las pretensiones cognitivas --entre otras, la de que quien discute, existe según su mismo adversario. Pero si este adversario es el escéptico radical, y ni siquiera él consigue poner ciertas cosas en duda, esto da un firme fundamento racional para considerar verdaderas esas mismas cosas.
2006-08-01 01:04:45
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answer #3
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answered by Anonymous
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