¿Qué sucede mientras soñamos?
Ernest Hartmann nos entrega su respuesta:
“Un hombre sueña que su madre está manejando un pequeño triciclo y que ella da vueltas y vueltas sobre un proscenio. Simultáneamente la madre canta como en una ópera: tienes que amarme, amarame, amaaaarme”.
Para un psicoanalista el sueño, puede reflejar dos aspectos relacionados con la madre: una necesidad emocional y una inclinación al drama. Para un neurobiólogo, el sueño indica una reducción de la norepinenfrina y una disminución en la serotonina, conduciendo a un aumento en la acetilcolina, lo que produce imágenes aleatorias en la mente del ser humano. Al igual que cualquier otro sueño, por lo demás.
Lo que pensamos sobre nuestros sueños, ha reflejado siempre nuestra concepción del universo.
En la Grecia antigua, los sueños eran mensajes de los dioses, en los tiempos bÃblicos eran considerados profecÃas. En los Estados Unidos actualmente los expertos en sueños, tienen diferentes enfoques. Las interrogantes son: Constituyen los sueños un sistema significativo? O es un proceso aleatorio, una suerte de un tic del cerebro?
Ernest Hartmann, médico psiquiatra, psicoanalista, profesor de PsiquiatrÃa de la Tufts School of Medicine y director del Centro de Trastornos del Sueño del Newton Wellesley Hospital, de Boston, describe su teorÃa en su más reciente libro “Dreams and Nightmares: The New Theory on The Origin of Meaning of Dreams.
Freud
Durante cincuenta años a los estudiantes de PsiquiatrÃa, se les enseñó, las teorÃas de Freud: el id, ego y super ego. Fueron entrenados cómo actúa el inconsciente, la libre asociación de ideas, la psicoterapia y sobre la teorÃa de los sueños. Los sueños fueron el eje de este método. El propio Freud designó a los sueños como “La vÃa regia que conduce al inconsciente”, significando con esto que los sueños son el camino, que de otra manera permanecen ignorados y escondidos en la mente.
La teorÃa vigente sobre los sueños, se inició hace 100 años atrás, cuando Sigmund Freud encontró que la neurologÃa era demasiado primitiva para explicar casi nada sobre los sueños.
Freud inventó la psiquiatrÃa moderna con el paradigma de su libro “La Interpretación de los Sueños”, que entre otros factores propuso la idea del consciente e inconsciente.
Ãl postuló que durante el sueño, nuestra mente racional, (el ego), se relaja, aflorando a la superficie los instintos (el id), Sin embargo si nuestros deseos ocultos o los impulsos se tornan demasiado explÃcitos, despertamos. Entonces, surgió la hipótesis de que los sueños venÃan codificados, a través de sÃmbolos y el trabajo del psicoanalista era decodificar el sueño y permitir al soñante tener una verdadera visión interna de sà mismo.
Sueño REM
Entonces en 1953, ocurrió un gran sismo en esta área de la ciencia. Dos cientÃficos de la universidad de Chicago descubrieron, el sueño REM (Rapid Eye Movement). Se detectó que cuando la persona está durmiendo y se mueven los ojos de esa manera, es cuando aparecen las imágenes que llamamos sueños.
Estos cientÃficos descubrieron que exclusiva y constantemente los sueños ocurren durante estas etapas REM, lo que sugerÃa que el catalizador de los sueños hasta allà vigente, no eran los deseos o recuerdos reprimidos, al contrario, era más bien un proceso fisiológico. Pareciera que hasta los animales tenÃan ciclos REM.
En la activación de la fase REM, el tronco del cerebro, la parte mas baja y primitiva, boquea los impulsos motores con una información sensorial (olfato, tacto, audición), además bloquea el activador de los impulsos el impulso de correr, por ejemplo). Esto es porque cuando alguien está soñando, no reacciona fÃsicamente empezando a correr inmediatamente. Pero, el soñante se encuentra efectivamente paralizado.
Los sueños de episodios REM (cuando estamos soñando), son guiados a través del equilibrio de tres neurotrasmisores: serotonina, norepinefrina y acetilcolina. Los neurotransmisores son compuestos quÃmicos que envÃan mensajes desde una célula nerviosa a otra célula nerviosa.
Mientras estamos durmiendo, la producción de serotonina, noripenifrina, disminuye hasta el lÃmite de una casi inactividad. Este proceso eleva el nivel de acetilcolina, lo cual induce a entrar en la etapa REM (a soñar) y hay una excitación visual, surgen contenidos emocionales y el centro motor que es el responsable del flujo de sueño en el cerebro dormido, forma imágenes.
La “sÃntesis”, se instala en el cortex, que es donde se sitúa el pensamiento y la parte más elevada del cerebro. Entonces el cerebro responde a la llegada de imágenes juntándolas y tejiéndolas, lo mejor posible, insertando pequeñas partes de forma aleatoria para transformarse en lo que llamamos como soñar. Los compuestos quÃmicos serotonina y noripenifrina, gatillan el proceso de soñar y son los mismos que guÃan el proceso de juzgar.
De pronto, los sueños, que de acuerdo a Freud eran considerados deseos insatisfechos o poderosas urgencias y necesidades reprimidas, fueron descritos como “automáticos”.
El contenido de los sueños, podrÃa no ser tan importante ni tan propio de cada individuo, porque los sueños no eran gatillados por un pasado tormentoso, sino era el resultado de una reacción quÃmica. Los cientÃficos que descubrieron el sueño REM, estaban en lo cierto, los sueños eran un mero proceso quÃmico, entonces la teorÃa del inconsciente, era un montón de tonterÃas- por decirlo de manera delicada. Asà mismo, el hablar de terapia era tonterÃa. Sucedió que los psiquiatras más inclinados, desde siempre hacia la ciencia se retiraron hacia otro lado y se dedicaron a estudiar el cerebro humano. Los psiquiatras más inclinados hacia el psicoanálisis, siguieron otro camino y empezaron a estudiar la mente.
Entonces surgió una nueva teorÃa, a lo mejor los sueños no eran tan importantes, ya que no eran gatillados por un pasado terrible, sino más bien por una liberación de elementos quÃmicos.
Los informes y artÃculos sobre estos estudios tomaron una posición o la otra. Y aquà el ámbito del psicoanálisis que habÃa estado unido a través de un puente entre el mundo médico y el psicológico empezó a distanciarse.
Fue por ese entonces que Ernest Hartmann estaba concluyendo su especialización como psiquiatra en la Universidad de Harvard.
Hartmann desde siempre sintió atracción por la ciencia, ya que es hijo del famoso psiquiatra vienés, Heinz Hartmann, cuyas teorÃas son estudiadas en las escuelas de medicina en todo el mundo. Heinz Hartmann fue uno de los primeros y más fieles discÃpulos de Freud.
Heinz Hartmann, conocido como el psicoanalista de los psicoanalistas, fue tan leal a Freud, que las personas le decÃan “el hijo de Freud”.
Asà a la edad de dos años Ernest Hartmann, conoció a Freud y este acontecimiento está escrito en la contraportada de su más reciente libro.
Conocer a Ernest Hartmann es como conocer un poco al nieto de Freud. El no tiene la barriga ni la barba de Freud, pero, habla con acento alemán, y demuestra una bondad y cortesÃa casi anticuadas.
Sin embargo, Hartmann, no es un nieto fiel, cuando se trata de ideas.
En el estudio de su casa en Newton (Boston), se ven todas las paredes desde el suelo hasta el techo, tapizadas de libros. Hay dos sillones de cuero, color burdeo y sobre una elegante mesa, sujetando, gruesos libros una enorme piedra con la palabra: SUEÃOS.
En décadas de investigación como cientÃfico y psicoanalista, ha rechazado casi la mitad de los principios de Freud. Hartmann, no cree, como Freud, que el contenido de los sueños sea irracional o codificado. Rechaza la idea que los sueños esté basados en deseos reprimidos. De acuerdo a J. Christian Gillin, profesor de psiquiatrÃa de la Universidad de California, dice que Hartmann es un: Aun pensador independiente, no solo ha actualizado la teorÃa de Freud, sino que la ha reconstruido”.
Hartmann, cree igual que los neurobiólogos, que los sueños son activados quÃmicamente. Además se ha dedicado a investigaciones en esta área.
Sin embargo, él está en la búsqueda de comprender el porque soñamos y lo que significan los sueños y cuales son las respuestas involucradas en un nuevo modelo de la mente.
Hartmann, pasó años como investigador cientÃfico y psicoanalista trabajando con personas traumatizadas. A través de todo ese tiempo, él ha recolectado series de sueños, conteniendo de 6 a 1000 sueños cada una.
Los sueños fueron compilados a las semanas o meses después de un trauma o en ciertos casos, hasta cinco años.
En las pesadillas de personas traumatizadas descubrió que tenÃan ciertas caracterÃsticas: habÃa un fuerte sentimiento, a menudo expresado en metáforas. Y allà encontró entrelazados recuerdos del pasado.
Las personas que han sufrido un trauma no suelen soñar mucho con el hecho en si o como se sintieron después. Sin embargo en algunas ocasiones, el individuo, puede soñar con el hecho, como por ejemplo en una violación. Pero, los personajes, el lugar y los detalles suelen ser diferentes. Después de un tiempo, estas mismas personas pueden soñar con eventos traumáticos, que no han sido vividos como con olas gigantes. Es importante señalar que tanto el sueño de la ola gigante y el de la violación engendra un sentimiento similar de terror.
Las grandes pérdidas, gatillan similares sueños metafóricos. Hartmann, informa sobre un hombre cuya madre omnipotente recién habÃa fallecido. Este fue su sueño: “Una montaña inmensa, se ha partido en mil pedazos y se ven restos de esta esparcidos por todas partes. En el sueño, el hombre reflexiona Se supone que debo arreglar y hacerme cargo de todo esto”.
En otro sueño, de una mujer que habÃa perdido a su madre: “Veo una casa vacÃa sola y árida. Todas las puertas y ventanas están abiertas y el viento sopla a través de ellas”.
En estos sueños, según la teorÃa de Hartmann, fueron impulsados por emociones, pero el contenido metafórico ha sido importante. La metáfora describe Hartmann es una manera terrible de mostrarle al soñante. “SÃ, es un acontecimiento, pero será único? Veamos otras catástrofes, lamentable, sÃ, pero es parte de un catalogo repleto de desastres en la humanidad... y la gente sobrevive”. En otras palabras, los sueños son sanadores.
Hartmann, cree que este tipo de sueños basado en experiencias del pasado, es un ejemplo, del cerebro diciendo: “veamos: otras veces, cuando sentiste terror, fue igual, no? No, pero el sentimiento era similar y sobreviviste”.
En su concepto, los sueños pueden ser el equivalente a los fibroblastos en la mente. Después de un corte, los fibroblastos tejen juntos los bordes de la piel, para reconstruirla. Sà el trauma por similitud, rasga la mente, entonces los sueños, al hacer conexiones con otros acontecimientos traumáticos y con experiencias pasadas ayudan a restablecer la psiquis.
Hartmann empezó a pensar en los conceptos comunes de dos tipos de sueños; las pesadillas que se presentaban a través de metáforas de un trauma y los sueños que traÃan la solución a problemas. Ãl descubrió que el soñar es “hiperconectivo”, un estado mental en el cual somos capaces de hacer más lances asociativos que en el estado de vigilia. Esto fue a raÃz de un sueño que tuvo, donde vio nÃtidamente una pila de alfombras persas, juntas, pero separadas holgadamente.
Al ir desarrollando la teorÃa, Hartmann, empezó a visualizar la mente como compuesta por “redes de neuronas, extendidas una sobre la otra. ImagÃnese unas pequeñas redes de pesca electrificadas, una sobre la otra.
El punto donde el cordón roza el nudo que une la trama de la red, es una conexión neural.
Al parecer, en la mente consciente los sueños se quedan dentro de esa red.
Hartmann cree que durante todo el tiempo, la mente hace conexiones, ya sea despierta, durmiendo o soñando. Cuando estamos soñando la mente se conecta más amplia y abiertamente. De acuerdo a Hartmann. La miente despierta está en una búsqueda, se dirige hacia una meta.
Cuando se está en el estado REM, la mente en una verdadera exploración, esparciendo conexiones todo el tiempo. El hacer conexiones la mente soñante ayuda al individuo a pensar de manera asociativa o más creativamente, asà como lo hizo Howe con la máquina de coser y Stevenson con Jekill y Hyde.
Hartmann se ha dedicado varias décadas a estudiar en laboratorio el fenómeno de la Pesadillas. Ãl define a una pesadilla como un despertar aterrado de un sueño sin que medie causa externa. Algo que despierta al individuo, con un sentimiento de miedo. La pesadilla constituye según Hartmann un fenómeno psicológico y biológico muy bien definido. Dice que para explicarlo con claridad, primero hay que diferenciarlo de otros fenómenos fuertemente relacionados, con los que con frecuencia se les confunde. De forma especÃficamente distintos hay dos fenómenos biosicológicos diferentes: terror nocturno y pesadilla. En el laboratorio de sueños, se ha podido constatar la diferencia entre estos dos fenómenos. En el terror nocturno, la persona que está durmiendo, no recuerda imágenes ni describe ningún sueño, pero con frecuencia, se acuerda de una sensación de alguien que le está aplastando todo el cuerpo y despierta con un grito de miedo.
De acuerdo a Hartmann, en un laboratorio de sueños es posible confirmar el diagnóstico de pesadilla o terror nocturno, pero en general, dice que no esto no es absolutamente indispensable. De acuerdo a su opinión, sin usar datos del laboratorio, descubre clÃnicamente el diagnóstico en sus pacientes, para informarse si se trata de pesadillas o terrores nocturnos o ambos. Les formula a los pacientes la siguiente pregunta:) Esas pesadillas son sueños? La pregunta parece ingenua para el que sufre de pesadillas, igual que para los que sufren de terrores nocturnos Los que padecen de pesadillas, contestan; por su puesto que sÃ. No tienen ninguna duda al respecto, sÃ, son pesadillas o sueños muy aterradores No pueden imaginarse una pesadilla que nos sea un sueño terrible. Al despertar suelen contar con detalles meticulosos todos los elementos involucrados, por ejemplo: Ay entonces el monstruo me perseguÃa y yo no podÃa escapar: Alas personas con quien estaba conversando tenÃan una expresión de maldad, después de un rato empezó a sacar puñales alguien me hirió el brazo. Hartmann dice que sus pacientes que sufren terrores nocturnos, juzgan su pregunta absurda. Cuando él pregunta si sus pesadillas son sueños, éstos responden: Por supuesto que no. Estos últimos pacientes se acuerdan de sus sueños, como la mayorÃa de las personas, pero saben con certeza que estos episodios de terror nocturno son absolutamente diferentes de los sueños.
Hartmann, enfatiza en estas diferencias con el objeto de contribuir a un mayor esclarecimiento sobre la investigación sobre los sueños, pesadillas y terrores nocturnos.
Es obvio, según Hartmann, que un individuo que despierta de golpe sobresaltado con un grito de la cama y una expresión espantosa en el rostro, está sufriendo de un terror nocturno, no una pesadilla. Estos fenómenos reitera, son totalmente diferentes psicológica y fisiológicamente.
Terrores nocturnos
Los terrores nocturnos, son e fácilmente reconocibles, en la mayorÃa de los casos aunque los familiares, muchas veces los confundan con pesadillas En primer lugar, son muy comunes en niños de 3 a 8 años de edad. Los padres comentan que el niño, despierta gritando, con una expresión vidriosa en el rostro, pera luego, quedarse dormido nuevamente y tener otra vez un sueño profundo, donde es difÃcil despertarlo, o en otros casos, puede iniciarse un episodio de sonambulismo. En todos los casos citados, el niño se acuerda de pocas o de ninguna imagen.
El terror nocturno se produce al principio del perÃodo de sueño, en general, después de dos horas de haberse quedado dormido. Consiste en despertar aterrorizado con un grito, acompañado de sudor, movimientos corporales y en algunas ocasiones, sonambulismo. El recuerdo de imágenes onÃricas es nulo o inexistente.
Pesadillas
Hartmann, constató en sus investigaciones que hay que tener muy presente que una pesadilla es un sueño, y como la mayorÃa de los sueños, tiene una duración entre cinco a treinta minutos; la persona despierta, a veces de manera más brusca que lo habitual, y recuerda un largo sueño, con muchos detalles y en el que hay elementos de terror, pero el acto de despertar en sà no es violento.
Lo más común en el caso de pesadillas es que el paciente diga algo similar a lo siguiente: Entonces ese gigante o tal vez un tipo de hombre monstruoso, me empezó a seguir y yo tentaba huir, pero no era capaz de hacerlo. Repentinamente este personaje me alcanzaba y yo despertaba con pavor.
La pesadilla tÃpica es un fenómeno diferente del terror nocturno, ya que estas suelen producirse más tarde en la noche, o durante la mitad del perÃodo de sueño.
En las pesadillas, puede surgir un aumento en el pulso, respiración y otras alteraciones, pero no tan extremos como en el terror nocturno. Definitivamente la pesadilla es un sueño: un sueño largo y aterrador que despierta al individuo. Se le recuerda muy nÃtidamente como una experiencia onÃrica intensa y vivida, con muchos detalles.
Muchas de las pesadillas estudiadas por Hartmann, eran un recuerdo de experiencias pasadas. Cita un ejemplo de un veterano de la Segunda Guerra Mundial, que sufrÃa de una pesadilla recurrente de un cráneo humano decepado, botado al lado de una vereda. Esto lo despertaba horrorizado y asustado. El sueño intrigaba al veterano. De todas las atrocidades que habÃa presenciado, no se podÃa acordar de haber visto alguna cabeza humana decepada. Entonces, después de algunas sesiones de terapia, él recordó un episodio de su infancia, que habÃa hecho surgir los mismos sentimientos. Su A conejillo de indias de estimación, habÃa desaparecido y un poco después él encontró la cabeza de su Conejillo de indias, cocinado como guiso, por su madre. La madre habÃa tratado de suplir una deficiente dieta alimenticia.
Hartmann, ha recolectado además otro tipo de sueños; los de los cientÃficos y los de los artistas.
Entre ellos está la historia del inventor ElÃas Hoce, quien durante cinco años habÃa tratado de inventar la máquina de coser.
Hoce, podÃa visualizar la mayor parte e la máquina; una aguja perforando un pedazo de tela, pero una y otra vez no podÃa imaginarse de que manera podrÃa, sostener y sujetar el hilo.
Entonces, una noche soñó, que él era un misionero, y que unos nativos lo habÃan tomado preso. Vio que los aborÃgenes portaban unas flechas. Pero notó algo muy interesante; en la punta, las flechas, tenÃan un orificio. Al despertar, encontró la solución a su problema; ahà estaba, era solo hacerle una perforación a la punta de la aguja para sujetar y sostener el hilo.
Por otra parte, Robert Louis Stevenson, ha señalado que toda la trama de su obra. El Dr. Jekill y Mr. Hyde, la obtuvo de un sueño.
En una investigación reciente efectuada en una universidad en los Estados Unidos, se consultó a 50 matemáticos y estos cientÃficos informaron haber resuelto sus problemas por lo menos una vez, a través de sus sueños.
Asà mismo, Hartmann, menciona entre otros, a famosos artistas como Albrecht, Durero, William Blake y Frida Khalo, para quienes la fuente de inspiración fue extraÃda de sus sueños.
La psicologÃa está en un nivel más alto que la biologÃa”, concluye Hartmann, pero tomará 10.000 estadÃsticas para decir lo que es el mecanismo de defensa. La psicologÃa es el camino más corto, para describir lo que sucede en el cortex, y por ende comprender mejor la naturaleza humana.
2006-07-31 17:59:18
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answer #4
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answered by Luli* 2
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