English Deutsch Français Italiano Español Português 繁體中文 Bahasa Indonesia Tiếng Việt ภาษาไทย
Todas las categorías

2006-07-31 06:55:39 · 10 respuestas · pregunta de Anonymous en Política y gobierno Política

10 respuestas

El nacional socialismo no tiene por que ver nada con una política de tipo socialista o socialdemocrata, la palabra nacional socialismo es una expresión que se puede aplicar hasta en las políticas mas conservadoras pues cabe recordar que hitler reivindico el nacional socialismo alemán y fue un dictador asesino, chiflado y loco.

2006-07-31 07:06:24 · answer #1 · answered by Anonymous · 0 0

Dejar de fumar puede ser un proceso difícil que toma mucho tiempo. No obstante, mantenerse alejado del tabaco es la parte que toma más tiempo y la más importante del proceso es que cada día debe tomar la valor de no fumar ahora pero ya no debes preocuparte porque aquí tienes tu mejor confederado, el programa Dejar de Fumar en 7 Días de aquí https://tr.im/1CyGH
El programa Dejar de Fumar en 7 Días, como su nombre lo indica, es un software natural que promete arruinar con la adicción de fumar en casi nada una semana.
Este software fue desarrollado por Julián Costa, un ex-fumador que se convirtió en un experto sobre el tema de esta forma que si quieres dejarte de fumar en solo una semana ya has enfrentado la opción.

2016-07-09 11:41:25 · answer #2 · answered by Anonymous · 0 0

Se basa en la preponderancia de los valores nacionales de tu pais por encima de todos los demas, siendo estos considerados inferiores. El caso mas famoso es el aleman, pero podria darse en cualquier parte del mundo. De ahí la expresion nacional socialismo, tu sociedad por encima de todo

2006-08-02 00:07:22 · answer #3 · answered by akline72 3 · 0 0

en atraer las cabezas huecas de apestosos como tú.

2006-08-01 18:34:13 · answer #4 · answered by QUINITA 3 · 0 0

El Nazismo es una ideología que surge en la Alemania de los años 20 pero que no alcanzará importancia hasta los años 30 momento en que las duras condiciones de paz impuestas en el Tratado de Versalles (1919) se juntan con la grave crisis mundial del Jueves Negro en 1929. A nivel mundial las democracias liberales quedan fuertemente desacreditadas. La situación mundial parece dar razones a las reivindicaciones obreras tradicionalmente vinculadas al marxismo. Tal y como Marx había sugerido en el Capital el propio sistema se come a sí mismo empobreciendo a la clase trabajadora que es la misma que ha de consumir los propios productos que produce. Se acumulan los stocks y las empresas quiebran, despiden trabajadores y la situación se agrava más aun. En Alemania la situación es más acuciante aún ya que han de pagar el tributo de la derrota en la Primera Guerra Mundial y el descontento popular ante la injusta situación hace que las calles se llenen de manifestaciones extremistas de toda índole. Comunistas y nacionalsocialistas sobre todo.

Los nacionalsocialistas creen en la existencia de una conspiración judía para hacerse con el control mundial. Advierten que muchos de los principales líderes obreros son también judíos y asimilan ambos conceptos, bolchevismo y judaísmo, en una misma cosa. Los nacionalsocialistas o nazis encontrarán en este colectivo el blanco perfecto de sus iras para descargar toda la frustración ante la pésima marcha de la economía. Su discurso no ha variado desde su creación como Partido Obrero Alemán, expulsar a lo judíos, imponer el orden y acabar con el tratado de Versalles.

Los principales ideólogos del partido cuando este llegue al poder ya están allí, (Hermann Göring, Heinrich Himmler, Rudolf Hess...) y los principales elementos que lo caracterizarán también. Una fe ciega en un líder, Hitler, y un enemigo mortal al que echar todas las culpas, los judíos, dos elementos estos presentes en toda creencia fanática. Creyentes con una fe inquebrantable en Hitler que, curiosamente, harán notar sus animadversiones hacia sus compañeros de partido compitiendo unos con otros por obtener los favores del führer cuando este ostente el poder.

El grupo ya hacía tiempo que llevaba forjando todo un mito en torno a la raza aria. Un mito sobre sus orígenes sobre su fuerza y su vigor y, sobre todo, sobre su superioridad respecto a las demás razas. El nacionalsocialismo resulta una ideología fascista en la medida que se caracteriza por dar gran importancia al estado, por presentar un fuerte liderazgo de un caudillo supremo, en este caso Hitler y por defender un imperialismo visceral que debe llevar a conquistar los pueblos que se consideren inferiores. A la pregunta de qué es el nazismo muchos alemanes en aquella época respondían: la voluntad del Führer.

En 1919, el Alemán Adolf Hitler se unió al Partido Obrero Alemán, haciéndose cargo del área de propaganda. Un año más tarde el partido publicó su programa: Veinticinco puntos entre los que se contaban el rechazo al Tratado de Versalles, la aspiración a la unidad con Austria en la "Gran Alemania" y a un gobierno central fuerte, y la voluntad de reservar a Alemania sólo para los "verdaderos" alemanes.

Esta ideología no hubiese llegado a más, probablemente, sin la adhesión de un Hitler idealista y dotado orador, ni sin el apoyo de los poderes económicos y financieros que no lo ven con malos ojos ya que se declara fuertemente anticomunista. Y hay que recordar que la agitación comunista en Alemania por aquel tiempo era fuerte. Su fuerte carácter pronto lo lleva a capitanear el partido. Se adoptaba asimismo un nuevo nombre, el de Partido Nacional Socialista Obrero Alemán. Nacía así el partido Nazi, dirigido por el propio Hitler desde 1921. - Tras encabezar un fallido intento de golpe de Estado en 1923, contra la República de Weimar Hitler es condenado a prisión y recluido en un castillo. Una condena de 5 años, de la que, finalmente solo cumplió unos meses. Allí escribirá el libro "Mein Kampf" ("Mi lucha") que pronto se convierte en el elemento que le faltaba al colectivo, un libro casi sagrado. En él declara firmemente su antisemitismo y su anticomunismo y deja claro que la suya es una raza elegida. Elegida para gobernar.

El crecimiento del caudal electoral nazi llegaría con la crisis de 1929. Aún sin tener mayoría en el Reichstag (Parlamento Alemán), en 1933 Hitler consigue ser llamado por los sectores conservadores para ocupar el cargo de Canciller de Alemania.

Una vez en el cargo, Hitler llamó a nuevas elecciones en medio de una intensa propaganda nazi.

Muy poco tiempo antes de los comicios, el Reichstag fue incendiado. Entonces Hitler culpó a los comunistas, sugiriendo que el incendio era el comienzo de una revolución y sembró el pánico con el objetivo de un mayor caudal electoral. Finalmente, las elecciones le otorgaron el control del Parlamento, el que poco después aprobaba una ley que establecía una dictadura a través de medios democráticos. Comenzaba el Tercer Reich, que la propaganda afirmaba duraría mil años. Hitler, tras la muerte de Hindenburg, y el asesinato del jefe de las SA Ernst Röhm en 1934 reunió en su mano todo el poder, e impuso desde entonces un gobierno centrado exclusivamente alrededor de su figura, basado en el principio del caudillo o Führer Prinzip. Según este principio político, el Führer (Caudillo) quedaba identificado con el pueblo ("Era" el pueblo), y sólo él conocía y representaba el interés nacional. Esta representación del pueblo por el líder era esencial: no suponía ningún procedimiento de consulta y delegación del poder. El Führerprinzip, sostenía sus ideólogos, reemplazaba a un gobierno irresponsable e impotente (el parlamentario), por otro poderoso y en el que la responsabilidad recaía en una sola figura. Así, la voluntad del Führer se transformaba en la ley. La aplicación de este principio resultó en formas totalitarias de control y represión, ya que cualquier oposición a los designios del Führer era, por definición, Antinacional.

El régimen que se implanta ejercerá un fuerte control sobre cada aspecto de la sociedad mostrando especial interés en la educación de la juventud alemana. Desde la infancia, se enseña a los niños a ser duros y a sufrir la lucha por ser el más fuerte seleccionando poco a poco a unos escogidos que irán conformando una nueva élite de guerreros sagrados (las SS) a modo de una nueva Esparta naciente y victoriosa. La ciencia tampoco escapa a la influencia de partido que la utiliza para justificar sus ideas o para buscar nuevas armas para la guerra que se prepara.

Hitler aplicó de inmediato la represión contra un amplio espectro de ciudadanos: los judíos (definidos como enemigos de la nación), los comunistas y socialistas, los líderes sindicales, los testigos de Jehová, los homosexuales, los desafectos y todo aquello que no encajara en la estrecha definición nazi de la "nación". La represión la llevaron adelante prioritariamente las SS, fuerzas paramilitares creadas en 1925 y fortalecidas por el régimen, y la Gestapo, que era la policía secreta nazi y que contaba con una densa red de espías y delatores.

El terror se ejercía de forma directa: por medio de la censura, las agresiones físicas, los arrestos y las detenciones en campos de trabajo.

Goebbels en BerlínLa teoría nazi sostenía que entre el Führer y su pueblo existía una armonía mística, una absoluta comunión. Pero en la realidad, la aprobación y adhesión del pueblo debían ser logradas. Por eso, la propaganda fue llevada adelante por Joseph Goebbels desde el "Ministerio del Reich para la educación del pueblo y la propaganda", creado en 1933.

La propaganda se desarrolló en varias direcciones. Se recurrió a los grandes actos públicos, manifestaciones y desfiles nazis, que escenificaban la grandeza de Hitler y la disciplina impecable de su ejército; se difundieron políticas de bienestar (vacaciones, pensiones, etc) y se recurrió a los medios de comunicación masiva. Los afiches favorables al régimen nazi y a su política cultural y racial cubrieron las ciudades. Los periódicos y libros fueron sometidos a una estricta censura, y se llevaron a cabo grandes quemas de libros considerados "perniciosos".

El cine sufrió no sólo la censura sino además la manipulación. Todas las películas debían contener algún mensaje pronazi. El propio estado se ocupó de producir películas documentales de propaganda, utilizando todos los adelantos de la técnica y arte. La radio se convirtió en un medio muy importante para el régimen, ya que permitía que la voz del Führer entrara en los hogares alemanes, del mismo modo que la propaganda nazi.

La propaganda no buscaba sólo fortalecer la fidelidad al régimen o el odio hacia los judíos, sino también difundir formas culturales consideradas propias o saludables para la nación, identificadas con la raza aria. De esta manera, se instaba a los jóvenes sanos a casarse, informándoles previamente de los antecedentes raciales de su pareja, y a procrear familias numerosas. Las mujeres eran alentadas a permanecer en el hogar, a obedecer a su maridos y a dedicarse a la crianza de los niños.

Los jóvenes fueron un blanco importante para la propaganda nazi. Se crearon instituciones destinadas a la socialización de niños y jóvenes, como las juventudes Hitlerianas. En ellas los jóvenes recibían una cuidadosa educación física y adoctrinamiento político. La Liga de Muchachas Alemanas formaba a las niñas para sus futuras tareas en el hogar, mientras los niños aprendían destrezas militares.

Para Hitler, su régimen había restablecido la "primacía de la política", a las cual debía someterse la economía del Tercer Reich. Así, hasta 1939, las demandas de los industriales (de menores costos) se enfretaron con la necesidad de la legitimación del régimen, dotando de cierto bienestar a los trabajadores. Las competencias nacionales de destreza en el oficio, o el lanzamiento de Volkswagen -el auto del pueblo- fueron claros ejemplos de esta obra social del Tercer Reich.

Las políticas socialistas de la Alemania nazi sólo pudieron hacerse compatibles con el gasto en armamento a costa de un enorme déficit público (que se acumuló año tras año desde 1933) y de un control de precios y salarios policíaco, que provocó todo tipo de distorsiones e ineficiencias económicas.

Los nazis instauran también el control reproductivo de la sociedad alemana. Es imperiosa la necesidad de crear nuevos arios y de sacar de circulación aquellos que presenten defectos en nombre de la higiene racial, promoviendo la eutanasia y recurriendo a la eugenesia si hace falta. Así mismo, se busca la fecundación de todas las alemanas de buena sangre por parte de la élite aria para que poco a poco la raza perdida recupere su esplendor.

El nazismo está imbuido de una paranoia racial que le lleva a tejer todo un entramado científico-místico. Por una parte pretende mediante la moderna ciencia de la biología y la selección natural de Darwin demostrar, de modo pseudocientífico la realidad de la raza pura y por otra parte presenta la creencia mística de que esta debe recuperar unos poderes que se le suponen perdidos por los cruces con razas supuestamente degeneradas, como serían los judíos o, en menor medida, los eslavos. En los judíos se centra el mal de males y hacia el final de la Segunda Guerra Mundial empezarán a ser exterminados en los campos de concentración.

Niños supervivientes del campo de exterminio de Auschwitz, tras su liberación por el Ejército Rojo en enero de 1945Para Hitler, los comunistas eran traidores y enemigos de la nación alemana. Pero había un enemigo mayor aún que se fusionaba con ese y con los otros posibles: los judíos. Partiendo de una concepción racista, desde principios de los años veinte Hitler fue construyendo un estereotipo racial del judío, un artificio que englobaba a todos aquellos arquetipos sociales que suscitaban odio o temor, sobre todo entre los hombres de clase media.

Los judíos encarnaban, para Hitler, todos los males que aquejaban a la nación alemana (de raza aria): eran los comunistas, los proletariados agitadores, los financistas avaros y los grandes industriales que exprimían al pueblo alemán; eran la prensa que difamaba a la nación, y también los débiles y corruptos parlamentarios cómplices de los humillantes tratados de paz y de la debilidad de la nación. Eran, en síntesis, el enemigo racial, que desde el interior corrompía y contaminaba a la nación, debilitándola. El judío era el enemigo absoluto que tanto necesitaba el sistema totalitario para la movilización política y social, así como para distraer la opinión publica de los propios problemas.

En 1935, las leyes de Nuremberg privaron a los judíos de la ciudadanía alemana y de todo derecho. Se les prohibió el contacto con los arios y se les obligó a portar una identificación. Las leyes afectaban a todos aquellos a quienes el Estado definía racialmente como judíos, como "semitas", más allá de que practicasen o no la religión judía. La violencia y el acoso de las SS y de la policía a los judíos continuaron, produciéndose masivas emigraciones. Luego, siguió una segunda fase de expropiación, caracterizada por la "arianización" de bienes, los despidos y los impuestos especiales.

En 1938 se les prohibió a los abogados y médicos judíos el libre ejercicio de sus profesiones y se obligó a que los que tenían nombre no judíos antepusieran los de "Sara" o "Israel" a los propios. En noviembre, esgrimiendo como excusa el asesinato de un diplomático alemán en París a manos de un joven judío fueron atacados por miembros de las SS, en lo que se llamó "noche de los cristales rotos". Los judíos fueron considerados globalmente responsables del ataque y obligados a reparar los daños, a indemnizar al estado alemán por los destrozos y a entregar el dinero recibido a compañías de seguro. Se los excluyó de la vida económica, se les prohibió el acceso a las universidades, el uso de transportes públicos y frecuentar lugares públicos como teatros o jardines.

Finalmente, los judíos fueron concentrados en guetos (barrios especiales donde vivían hacinados) o en campos. A esto seguiría la esclavización y el exterminio durante la guerra. Los campos, inicialmente destinados a la prisión preventiva de "enemigos del estado" (comunistas, por ejemplo), se convirtieron en lugares de trabajo forzoso, para experimentos médicos y para la eliminación física de judíos, testigos de Jehová (conocidos entonces como los Bibelforscher), gitanos, homosexuales y discapacitados.

El objetivo final de la política exterior nazi era la conquista del lebensraum o espacio vital alemán. Su imperialismo era a la vez económico y racial. Hitler sostenía que el pueblo elegido (la raza superior) debía disponer de suficiente espacio definido como una relación entre los recursos (tierras, alimentos) y la población. Su objectivo inmediato eran las tierras de Europa Oriental, pobladas por razas consideradas inferiores.

La política interior totalitaria del Tercer Reich estaba al servicio de su política exterior expansionista. El totalitarismo creaba las bases materiales y psíquicas para la conquista exterior y, al mismo tiempo, los grandes éxitos y la conciencia de la "misión" de la raza distraerían a la población de la represión interna.

Hitler expresó desde un principio su voluntad de rearme a Alemania, realizado primero en secreto, se hizo público después de 1935, y fue tolerado por las naciones europeas que estaban más preocupadas por el avance del comunismo que el nazismo. La política inglesa y francesa fue la del "apaciguamiento", que consistía en conceder a Hitler aquello que reclamaba y firmar nuevos pactos, apostando con esto a mantener a los nazis bajo control.

Ejércitos mayores y mejores entrenados, producción de barcos de guerra, aviones, tanques y municiones, e investigación de nuevos tipos de armamento, absorbieron crecientes recursos estatales. Por otro lado, el rearme permitió llegar al pleno empleo y dejar atrás la crisis de 1929. Esto reactivó la economía alemana y trajo un nuevo prestigio al reich.

En 1936, las fuerzas militares alemanes reocuparon sorpresivanmente Renania. Desde ese momento y hasta 1939 la táctica consitió en ataques justificados por el derecho alemán al Lebensraum, seguido por nuevas promesas de paz.

Al episodio de Renania le siguió la intervención en la guerra civil española y la anexión de Austria en 1938. La semidictadura austríaca intento en vano impedir la campaña de anexión de los nacionalistas austríacos, y dejó finalmente el poder a los alemanes en 1938. Un plebiscito a favor de la "Gran Alemania" confirmó luego la Unión.

El siguiente objetivo fue Checoslovaquia, donde un conflicto con la minoría alemana de los Sudetes le sirvió de excusa para la anexión de la región en 1938. Inglaterra y Francia accedieron a estas pretensiones alemanas por medio de los Acuerdos de Múnich y Chescolovaquia debio ceder. Pero Hitler invadió el resto de Checoslovaquia en 1939. Esto puso de manifiesto su verdadera intención y el fracaso de la política de "apaciguamiento" de Inglaterra y Francia. Cuando, tras firmar un pacto de no agresión con la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), Hitler se lanzó en septiembre de 1939 a invadir Polonia, Francia e Inglaterra le declararon la guerra. Así comenzaba la Segunda Guerra Mundial.

Claves de la ideología nacionalsocialista temprana:
Racismo
Especialmente el antisemitismo.
Creación de la Herrenrasse por el Lebensborn (un departamento del Tercer Reich)
Antieslavismo (al menos hasta la II Guerra Mundial).
Creencia de algunos ideólogos en la superioridad de la raza aria, alemana y nórdica; otros defendían sencillamente la diferenciación racial.
Eutanasia y eugenesia buscando la supuesta "higiene racial"
Antimarxismo, anticomunismo, antibolchevismo
Negación de la democracia, con la consiguiente prohibición de la existencia de partidos políticos, sindicatos.
Führerprinzip/creencia en el líder (Responsibilidad ascendente y autoridad descendente).
Fuerte exhibición de la cultura local.
Regeneración del arte.
Amor a la Naturaleza y creación de reservas naturales y leyes de protección de la Naturaleza.
Darwinismo social
Defensa de Sangre y Tierra (en alemán: "Blut und Boden" - idea representada por los colores rojo y negro de la bandera nazi)
"Lebensraumpolitik", "Lebensraum im Osten" (Creación de más espacio vital para los alemanes).
Relación con el fascismo italiano de Benito Mussolini y el español de Francisco Franco.
Creación del Frente de Trabajo, que aglutinaba a los trabajadores de Alemania.
Proyecto "Belleza en el trabajo" para mejorar las condiciones laborales de los obreros.
Creación de la "Ayuda de Invierno" para acabar con el hambre y la penosa situación de muchos alemanes antes del Reich.
Grandes actos de masas para fomentar el espíritu colectivo.
Era obligatorio, a partir de los 10 y hasta los 17, ser miembro de las Juventudes Hitlerianas.

Tras la Segunda Guerra Mundial, continuó inspirando a los movimientos neonazis.

En muchos países, entre ellos la Alemania actual, hay leyes estrictas en contra del nazismo, que es considerado un delito.

Actualmente, las referencias al nazismo y a Hitler, así como a diversos personajes y organizaciones influyentes, son muy recurrentes, pero se suelen considerar cuanto menos ofensivas si se realizan en el contexto de una discusión con el objetivo de defender el propio punto de vista sobre algún tema. Por ejemplo, en numerosas discusiones políticas, con el fin de atacar al adversario, se hace referencia a la famosa cita de Goebbels ("Una mentira repetida mil veces se convierte en verdad").

Además, son muchos los que buscan distanciarse ideológicamente lo máximo posible de Hitler, incluso en temas que se supone que no son políticos.

El neonazismo está presente hoy en día en Estados Unidos, Alemania, Austria y Chile.

2006-07-31 11:49:25 · answer #5 · answered by Anonymous · 0 0

Es "nacional socialismo" es un nombre que inventó Adolf Hitle en Alemania cuando asumió el poder. Se hablaba mucho de socialismo en esa época, y él explotó el orgullo y el apego de los alemanes por lo propio para agregarle la palabra nacional, refiriéndose al nacionalismo, nosotros somos mejores que el resto (no fué ni será el último en hacerlo), muchos pueblos del planeta tienen esa tendencia, por ejemplo los musulmanes, y con eso obtuvo popularidad. Y como tenía ambiciones personales desmesuradas, comenzó por conquistar paises limítrofes para que "el pueblo de caballeros" como él lo llamaba tuviese más "espacio vital". Todas cosas prefabricadas pues tenía una crisis interna tremenda, una inflación galopante y una desmesurada cesantía. Así alistó la gente para la guerra y creó el "nuevo orden", un orden basado en el soplonaje y el terror. Se tiró contra los judíos igual como lo hizo la Inquisición contra los ricos, para apoderarse de los bienes de los pudientes primero, y después el asesinato en masa de judíos fue una consecuencia de todo lo anterior, ya que fue cómodo echarles la culpa de todos los males. Como abreviación de nacional socialista (escrito en alemán) nació la sigla NAZI. Hoy rebrotan los neonazis, no solo en Alemania, sino en EE.UU., Inglaterra, y otros paises, como consecuencia del creciente número de extranjeros ilegales que hay en dichos paises y considerando la cesantía, dicen que les quitan el trabajo a ellos.

2006-07-31 07:55:32 · answer #6 · answered by Anonymous · 0 0

El nacionalsocialismo alemán tiene sus raíces en una tradición intelectual y política nacional poderosa, que no se limita a la simple herencia científica o filosófica de fines del siglo XIX (Darwin, Gobineau, Chamberlain, Nietzsche, Wagner). Numerosos temas que resurgen en el nacional-socialismo, animaban la vida política y social alemana desde hacía décadas
La síntesis “Nacional-social” se apoya sobre las dos corrientes políticas principales del siglo XIX, el nacionalismo y el socialismo, que fueron por mucho tiempo antagonistas. La idea de esta síntesis fue formulada en Alemania a fines de siglo por Adolf Stöcker y Friedrich Naumann. Su influencia política fue reducida, pero la idea se difundió tanto entre la izquierda como la derecha. La derrota y la crisis alemana posterior a 1918 no hicieron más que reforzar esta corriente. Llevada esta idea a la práctica, implicó una mistificación pues nada tuvo que ver con el nacionalismo o el socialismo, tal como estos términos son entendidos. Y si parte de las incumplidas promesas del primitivo programa del Partido, redactado en 1920, fueron socialistas, sólo tuvieron valor como medio para ganarse el apoyo de las masas.

Varios son los planteos que se hacen desde el nacional-socialismo.

1. La crítica de la democracia parlamentaria y la aspiración a un gobierno fuerte son producto de la evolución económica y política moderna. El liberalismo aparece como superado. Para hacer frente a las nuevas tareas interiores y exteriores, el Estado debe disponer de medios más amplios. El parlamentarismo no fue aceptado jamás totalmente en Alemania, ni siquiera después de 1918, y se lo ve como producto de la Revolución Francesa, impuesto por el extranjero victorioso. Weimar es el régimen de la derrota, antinacional por esencia y nacimiento

2. La idea de «völkisch», el racismo y el antisemitismo a fines del siglo XIX, la idea de la especificidad de los pueblos y de las razas, y la de un lazo estrecho entre el pueblo (naturaleza) y su civilización (cultura) conoció una gran expansión y no solamente en Alemania. La situación geopolítica de Alemania en Europa, sus fronteras móviles y su reciente unidad, contribuyeron a la necesidad de afirmar su superioridad.

3. El antisemitismo no es una exclusividad de Rusia o Francia. En el plano político es en Austria donde alcanza su desarrollo más brillante con Karl Lueger, intendente de Viena entre 1897 y 1919. En Alemania, a pesar de que el intento de Stöcker fracasó rápidamente y que los diputados antisemitas en el Reichstag no fueron más de 16, la idea impregnó a sectores cada vez más amplios de la población (ejército, profesores, clases medias rurales y urbanas). Una poderosa inmigración judía a comienzos del siglo ** proveniente de Europa del este y la concentración de los judíos en ciertos sectores de la vida nacional (banca, comercio, profesiones liberales, prensa) no hicieron más que exacerbar, en ocasión de la crisis, sentimientos ya arraigados en el pueblo alemán.

4. La política exterior: desde la caída de Bismarck (1890), Alemania no cesó de reclamar su «lugar bajo el sol», es decir, tierras para poblamiento, fuentes de materias primas, mercados para su industria, colonias en relación con su dinamismo demográfico. La amputación del 10% de su territorio y la pérdida de las colonias en 1918 provocaron un profundo sentimiento de frustración. El nacional-socialismo es este aspecto no será sino el eco sonoro de una reivindicación común a la inmensa mayoría de los alemanes.

La manifestación de todas estas aspiraciones será planteada cuando el nacional-socialismo se exprese a través de Adolf Hitler y su partido, el Nacionalsocialista de los Trabajadores Alemanes (NSDAP).



En 1925 el NSDAP que no era más que un grupo pequeño minado por divergencias y rivalidades, se reconstruye. Se implanta primero en Alemania media y septentrional, y su fisonomía cambia por completo: el pequeño partido fascista bávaro se convierte en un movimiento de masas alemán, que pronto abarca todas las regiones y todas las capas sociales del país. Con frecuencia debe conquistar por la fuerza la libertad de expresarse en los bastiones ocupados por la izquierda. Su propaganda, las demostraciones de poderío de la SA, la novedad de su programa y de su estilo, los errores de sus adversarios y el cansancio de la opinión pública, le aseguran éxito tras éxito. En julio de 1932 el NSDAP se convierte en el primer partido en el Reichstag. Con los comunistas, tiene la mayoría absoluta. Los cancilleres Papen y Schleicher deben gobernar sin parlamento. El sistema político weimariano ha muerto. De ahora en adelante, ningún gobierno será posible son los nacional-socialistas. El 30 de enero, Adolfo Hitler se convierte en canciller del Reich.

El nazismo no estaba basado en un conjunto de normas razonadas y coherentes como ocurre en otras ideologías. Y tampoco las opiniones de los líderes nazis ofrecieron un programa detallado de la política a seguir una vez en el poder. La Weltanshauung de Hitler, la actitud frente a la vida, se mueve en un contexto de conflicto. Su obra escrita, Mein Kampf, significa Mi lucha, y lucha es una palabra a la que se recurre una y otra vez en los discursos del líder nazi: “Toda la obra de la naturaleza es como una lucha entre la fuerza y la debilidad. Los Estados que violan esta ley elemental, sucumben”. Hitler consideraba esta lucha como la base de todo lo alcanzado por el hombre y sin ella, los individuos nunca conseguirían nada”.

El aspecto más característico de la weltanschauung era su insistencia en la raza y la interpretación histórica de Rosenberg, el ideólogo del partido, estaba estructurada a partir de categorías de lucha interracial. La lucha que Rosenberg había creído percibir a lo largo de la historia, había tenido lugar entre la super-raza nórdica o aria y otras razas menores de la humanidad. La palabra “raza” utilizada sin un significado biológico preciso, y la pretensión de descender de una pretendida raza superior aria, tienen quizá origen en el conde Gobineau. El conde Gobineau en su “Desigualdad de las razas humanas” había sustentado la idea, a mediados del siglo XIX, para sostener la aristocracia en contra de la democracia. A principios del siglo **, Chamberlain, un inglés casado con la hija de Richard Wagner y que adoptó la nacionalidad alemana, popularizó el mito ario en una obra seudocientífica, “Los fundamentos del siglo XIX”. La vital contribución de Chamberlain consistió en elevar el existente culto al germanismo a reivindicaciones de superioridad nacional. Gobineau había afirmado la superioridad de una clase social; Chamberlain la superioridad de un pueblo sobre el resto del género humano.

Rosenberg sostenía que la raza aria provenía del norte de Europa, de donde se habría expandido a Egipto, Persia, India, Grecia y Roma. Esta raza, la única apta para crear cultura, había remodelado las antiguas civilizaciones que florecían en aquellas áreas. El colapso de estas civilizaciones, sostenía, había obedecido a la degeneración provocada por la mezcla de los arios con razas inferiores. La filosofía en la que se basaba esta comprensión de la historia hacia a ésta inatacable desde la visión del autor. Para él, todas las facultades morales y mentales eran raciales, por lo que los arios conocían intuitivamente cuál era su verdad esencial. “Pensamos con nuestra sangre” era la respuesta a cualquier argumento convincente de crítica analítica. Rosenberg caracterizaba “su” raza aria como rubia, de ojos azules, alta y de cráneo alargado. Entre sus características personales incluía el honor, el valor, el amor a la libertad y su espíritu de investigación científica. La antirraza y gran parte de la causa de lo que, para Rosenberg, era “degenerado”, era la raza judía. La inhumana persecución de los judíos por parte de los nazis estaba firmemente basada en su actitud ante la vida. El hecho de que fueran capaces de predicar un antisemitismo tan abierto antes de su ascenso al poder, indica cuan arraigado estaba este prejuicio social en Europa central. En esta concepción racial, los arios constituían una parte de la nación alemana y su misión estaba en formar una elite con la función de hacer extensiva su weltanschauung a la nación, dándole así un carácter ario. Este mítico concepto justificaba el derecho de los nazis a dirigir a los alemanes y el de los alemanes a dirigir a los eslavos. Esto implicaba, asimismo, que no hubiera igualdad entre razas o individuos humanos, que para Hitler era una norma natural inquebrantable.

De aceptar la comprensión de la historia como una lucha entre razas a la exaltación del Volk, sólo había un paso. Esta entelequía constituía el núcleo de la ideología de Hitler. Era de importancia esencial, para él, “emplazar adecuadamente el Volk; el estado era un organismo artificial, destinado a preservar el Volk más que a ninguna cosa”. Así es como se justificaron los primeros ataques nazis a la República de Weimar, a la que se acusó de no proteger al Volk. Esta situación axial del Volk, determinaba asimismo la función principal del Partido y justificaba la subordinación de los deseos y libertades individuales a su servicio. Hitler sostenía que los verdaderos intereses del Volk no podían alcanzarse a través de formas democráticas de gobierno. Las votaciones secretas, las decisiones de la mayoría y otros procesos semejantes, debilitaban las responsabilidades del individuo frente al Volk, destruyendo las heroicas cualidades de la raza aria.

Hitler tomó como modelo la organización militar tradicional. De ahí el desarrollo de su Führerprinzip, “principio del liderazgo”, que fue aplicado por primera vez a la organización del Partido y después de 1933, al gobierno del Estado. Decía al respecto que “el funcionario en el cargo escucha las distintas expresiones de opinión y luego, por su parte, otorga su decisión. No cabe decisión posible en la que un hombre no asuma responsabilidad. Este es el principio que guía nuestro movimiento”. En los términos del estudio clásico de la fuente de la autoridad hecho por Max Weber, Hitler ha sido descripto como un líder “carismático”. Esta cualidad consiste en que posee aparentemente cualidades “sobrenaturales o sobrehumanas o por lo menos, específicamente fuera de lo ordinario”, que lo hacen aparecer como un emisario de Dios, o un Líder predestinado. Pero a pesar de ello, Hitler no pudo haber llegado jamás al poder sin sus seguidores que hicieron el trabajo preparatorio, “de manipulación”, cuando los opositores fueron aterrorizados y silenciados, las decisiones tomadas antes de las reuniones que supuestamente deben adoptarlas y se simulaba la unanimidad por la combinación de terror, intriga y teatralidad, donde el Líder surge gradualmente como infalible e invencible.

Teóricamente el Führer era la personificación del espíritu del Volk, espíritu que podía estar dormido o ser ignorado durante siglos, pero que ocasionalmente podía manifestarse en la persona de su líder. El Führerprinzip recogía la idea de Hitler de que los grandes acontecimientos y realizaciones de la historia eran obra de grandes hombres, aunque en determinadas circunstancias cabía atribuirlas además, a un grupo aristocrático o elite. En el contexto nazi, el papel de elite correspondía al Partido, un organismo electo, disciplinado y con funciones específicas. Servía de vínculo entre el Führer y el Volk, lo que permitió a Hitler negar, al menos para su propia satisfacción, que fuera un dictador. Pero una vez hecho con el poder, el Partido es transformado de una institución jerárquica dotada de vida política, en una banda de seguidores obedientes e incondicionales. El Estado estaba subordinado al Partido, aunque ambos existían para ejecutar la voluntad del Volk. En virtud de que el Führer no era sólo el jefe del Partido sino también la voz mística del Volk alemán, a Hitler le resultó fácil ascender a la condición de Líder único, por encima del Partido y del Estado. Hitler asumió el título de Führer y canciller del Reich después de la muerte de Hindenburg en 1934, indicando así que su autoridad derivaba de una fuente distinta de la Constitución. En la práctica, esto significaba mostrar que la autoridad del Führer derivaba de la “voluntad unida del pueblo” y no provenía del Estado ni del Partido.

Unida a la idea de comunidad racial iba la de Lebensraum o espacio vital. Fue elaborada a partir de ideas conocidas en Europa hacia tiempo y fundamentalmente pretendía una Alemania poderosa en Europa central y oriental, que se extendería en tanto lo permitiese el poder militar. Esta teoría estaba basada en gran parte en el concepto de lucha. Se mantenía la idea de un proceso natural de selección que permitiría destruir al Estado débil o no expansivo. Los Estados vigorosos realizarían su expansión de un modo natural, por lo que las fronteras estáticas apenas tenían significado. Sin embargo, estos conceptos serían usados, principalmente, como propaganda, para provocar en los alemanes una “conciencia espacial”.

El razonamiento más eficaz presente en la concepción del espacio vital, descansaba en la primacía del poder político sobre el económico. El desarrollo económico, sostenía Hitler, está basado en un control político y ambos dependían del poder militar. El espacio como tal carecía de importancia, pero las amplias áreas contiguas a Alemania, una vez conquistadas y controladas eficazmente, proveerán las materias primas y otras exigencias económicas en cantidades suficientes para convertir a Alemania en autosuficiente, factor vital para un estado de guerra o de tregua armada. Los pueblos sometidos de las regiones conquistadas estaban destinados a servir de medio a la raza alemana para mantener un alto standard de vida, mientras el suyo propio permanecerá perpetuamente bajo.

¿Dónde reside la originalidad del nacional-socialismo? ¿En la reivindicación del Lebensraum, ya presente en los pangermanistas? ¿En la organización dirigista de la economía y la sociedad, preconizada por los socialistas y aun por ciertos conservadores? ¿En la eliminación de la lucha de clases, que la mayoría de las fuerzas políticas no marxistas consideraban deseable? ¿En las concepciones raciales sobre la superioridad de los arios sobre otras razas? La originalidad reside en haber sabido darle una forma coherente y dinámica a todas esas ideas y en el marco de una crisis general, una expresión política de masas

2006-07-31 07:53:07 · answer #7 · answered by rosebud 4 · 0 0

Pues dijese lo que dijese Hitler y los suyos, la Historia ha demostrado que se basaba en la fuerza de las armas. Cuando esa fuerza se acabó, se acabó también el nacional socialismo.

2006-07-31 07:10:36 · answer #8 · answered by Jsocrates2006 6 · 0 0

En teoría, en las ideas que expuso Hitler en el "Mein Kampf", donde (se supone, porque yo no he leido, ojitomuchocuidao averquevasapensardemí queyonosoydeesos) expone que la raza aria no estaba donde le correspondía estar, que Alemania había sido vilipendiada en la Gran Guerra y que el Judaísmo y el Comunismo eran peligrosos para la humanidad.

En la práctica: la fuente es la escasa inteligencia emocional que tenía el Hitler.

Bueno, espero que te sirva de algo. Me voy a potar un rato. Adiós.

2006-07-31 07:07:12 · answer #9 · answered by Gila 2 · 0 0

Básica y fundamentalmente en el predominio de la raza Aria,sobre las demás.

2006-07-31 06:58:41 · answer #10 · answered by AJEDREZ L 3 · 0 0

fedest.com, questions and answers