No puede existir ningún tipo de dudas de que la vida en la tierra se debe a la evolución.
No se si se podrá aceptar de forma completa lo que Darwin expresaba, pero esta muy claro que las especies van evolucionando de acuerdo al habitat que lo rodea.
La propia diversidad en el color de piel y de razgos físicos en el ser humano son una muestra clara de eso.
Por ejemplo.
En las zonas tropicales del planeta, la población es mayoritariamente de piel más oscura que la de las personas que viven en los extremos del propio planeta.
Esto se debe a una adaptación que se ha ido produciendo para que el cuerpo pueda tener mayor tolerancia al calor solar y no sufra quemaduras que podrían llegar a ser muy graves.
Por lo mismo la gente que vive en el norte de europa, por ejemplo, es de piel más blanca, ya que la fuerza del calor del sol es mucho menor y no necesitan por tanto que su piel se vaya oscureciendo.
Pero hay un ejemplo más aún.
En esas mismas regiones de europa, las personas poseen una nariz algo más larga que la de las personas de otras partes del mundo, ya que el aire que respiran es mayormente frío y necesita un recorrido algo mayor para calentarse y llegar a los pulmones a una temperatura más adecuada.
Esto es solo un par de ejemplos de lo que es la evolución humana, que llegó de ser un Primate a ser un Homo, debido a diversos cambios en su habitat, que se fue transformando, lo que obligó que durante millones de años éstos fueran evolucionando para llegar a lo que es el ser humano hoy.
El hecho de compartir el 99% de los genes y la posibilidad de que los primates mismos adquieran hábitos humanos hasta en las manualidades, nos demuestran que una parte sufrió un proceso de adaptación y cambios, mientras otra parte por la no necidad de eso, siguió manteniendose dentro de la especie, sin cambios.
Los creacionistas sinceramente tienen una visión muy limitada y esta totalmente basada en fundamentos religiosos, que no todos seres humanos comparten y estan llegando a extremos muy peligrosos, ya que en una potencia mundial como lo es Estados Unidos, más allá de lo que se piense del país, altas autoridades estan tratando de imponer el creacionismo en las escuelas.
Eso puede ser un error muy grande para la educación de ellos, pero a la vez muy peligroso para el resto del mundo, porque así como los romanos extendieron por Europa la obligatoriedad de creer en su dios, de donde llegó a América con la conquista, los Estados Unidos, conquistadores por naturaleza, pueden llegar a imponer en el mundo el creacionismo y llegar a límites de quemar todos los estudios y literatura que se refiera a la evolución, tal como ha pasado con otras ciencias en siglos anteriores.
Un saludo.-.-
2006-07-25 12:09:22
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answer #1
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answered by Dr. Si 7
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La vida en la tierra es por Creación Divina...
De todas las criaturas que Dios hizo, el ser humano es con muchos la suprema y más compleja. Sin embargo, por causa del orgullo los seres humanos a menudo olvidan que Dios es su creador, que son seres creados, y que por lo tanto son dependientes de Dios.
El propósito y fin de la creación: Dios tenía razones específicas para la creación del mundo. (1) Dios creó los cielos y la tierra como una manifestación de su gloría, poder y majestad. David dice: “Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos” (Sal 19:1; cf. Sal 8:1) Al contemplar todo el cosmos creado –desde el inmenso espacio del universo creado hasta la belleza y el orden de la naturaleza-, no se puede menos que admirar la majestad del Señor Dios, el creador. (2) Dios creó los cielos y la tierra a fin de recibir la gloria y el honor que le corresponden. Todos los elementos de la naturaleza –por ejemplo, el sol y la luna, los árboles del bosque, la lluvia y la nieve, los ríos y arroyos, las colinas y montañas, los animales y las aves- dan voces de alabanza al Dios que los hizo (Sal 98:7-8; 148:1-10; Is 55:12). ¡Cuánto más Dios desea y espera recibir gloria y alabanza de los seres humanos! (3) Dios creó la tierra a fin de suplir un lugar donde pudieran cumplirse su propósito y sus fines para el género humano. (a) Dios creó al ser humano a su imagen y semejanza para que Él pudiera tener relación amorosa y personal por toda la eternidad. Dios concibió al ser humano como un ser trino (cuerpo, alma, espíritu), que posee mente, emoción y voluntad; para que pueda responderle espontáneamente como Señor, y adorarlo y servirle con fe, fidelidad y gratitud. (b) Tanto deseó Dios esa íntima relación con la “raza humana” que, cuando Satanás tuvo éxito al tentar al hombre para que se revelaran y desobedecieran el mandamiento de Dios, Él prometió enviar a un Salvador para redimir al género humano de las consecuencias del pecado (Gn 3:15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya: ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañal). Este versículo contiene la primera promesa implícita del plan de redención de Dios para el mundo. Predice la victoria final para la humanidad y para Dios sobre Satanás y el mal al profetizar un conflicto espiritual entre la “simiente” de la mujer (es decir, el Señor Jesucristo) y la “simiente” de la serpiente (es decir, Satanás y sus seguidores). Aquí Dios prometió que Cristo nacería de una mujer (Is 7:14) y que sería “herido” mediante su crucifixión. Sin embargo, Él resucitaría de los muertos para destruir (es decir, “herir”) del todo a Satanás, el pecado y la muerte a fin de salvar a la raza humana (Is 53:5; Mt 1:20-23; Jn 12:31; Hch 26:18; Ro 5:18-19; 16:20: 1Jn 3:8; Ap 20:10)).Dios tendría de esa manera un pueblo para sí que disfrutará de Él, lo glorificará y viviera en justicia y santidad delante de Él (Is 60:21; 61:1-3; Ef 1:11-12; 1P 2:9). (c) La culminación del propósito de Dios en la creación está registrada en el libro de Apocalipsis, donde Juan describe el fin de la historia con estas palabras: “y él morirá con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios” (Ap 21:3).
La naturaleza humana a la imagen de Dios. Las Escrituras declaran con claridad que la raza humana, por una especial decisión de Dios, fue creada a la imagen de Dios y conforme a su semejanza (Gn 1:26-27) Por lo tanto, no somos producto de la evolución; por cuanto fuimos creados a la semejanza de Dios, podían responder a Dios y tener comunión con Él, y reflejar su amor, gloria y santidad. Nótese al menos dos aspectos diferentes de la imagen de Dios en el género humano, que poseían una semejanza moral con Dios, en que eran justos y santos, con un corazón capaz de amar y de querer hacer lo que era bueno. Y poseían una semejanza con Dios en inteligencia, porque fueron creados con espíritu, mente, emociones y poder de elección (Gn 2:19-20; 3.6-7; 9:6)
“Toda teoría de la evolución del hombre y que genéticamente somos idénticos a los primates, son ideas y fundamentos de Satanás, para desvirtuar esta naturaleza y hacernos ver como los animales que nunca fuimos creados; hasta tal punto llega su poder de convencimiento de que podemos demostrar que Dios, no fue el creador de la vida... Teorías que fundamentalmente se han basado en similitudes; pero carecen de validez en cuanto al carácter moral, espiritual y esencial.”
Era la voluntad de Dios que los seres humanos lo amaran a Él sobre todas las cosas y amaran al prójimo como a sí mismos. Este doble mandamiento de amor resume toda la ley de Dios (Lv 19:18; Dt 6:4-5; Mt 22:37-40; Ro 13:9-10)
Lo cierto es que el hombre actual, “desvirtuado por el “enemigo” cree demostrar la edad real vivida por nuestros patriarcas; que no fueron seis (siete) los días de la creación; que Jesús no fue el cordero sin mancha; en otras palabras que el contenido de la Biblia es una metáfora, para los incrédulos y angustiados humanos. “Hombre de poca fe” también trata de demostrar que el mal no existe, que sólo es una violencia generada por las ansias de poder y el “enemigo” ¿no quiso el trono de Dios? Por que no va a querer que el hombre se ingenie barbaridades para mantenerlos atados y llevárselos como es su plan.
El método que Dios empleó en la creación fue el poder de su Palabra. Una y otra vez se declara: “Y dijo Dios...” (Gn 1:3, 6, 9, 11, 14, 20, 24,26), En otras palabras, Dios habló y fueron creados los cielos y la tierra; antes que se pronunciara la palabra creadora de Dios, ellos no tuvieron existencia previa alguna (Sal 33:6,9; 148:5; Is 48:13, Ro 4:17; Heb 11:3).
La evolución es el punto de vista predominante sobre el origen de la vida y del universo expuesto en la comunidad científica y educativa del mundo contemporáneo. Los que creen en la Biblia deben considerar estas cuatro observaciones en cuanto a la evolución:
1.La evolución es un esfuerzo naturalista por explicar el origen y desarrollo del universo. Este punto de vista comienza con la suposición de que no hay ningún creador personal y divino que hizo y formó el mundo; más bien, todo comenzó a existir por una serie de sucesos casuales que ocurrieron durante miles de millones de años. Los defensores de la evolución afirman que tienen información científica que respalda su hipótesis.
2.La enseñanza de la evolución no es verdaderamente científica. Según el método científico, deben basarse todas las conclusiones en la prueba irrefutable deducida de experimentos que puedan reproducirse en cualquier laboratorio. Sin embargo, no se ha ideado ni puede idearse ningún experimento que pruebe y verifique las teorías en cuanto al origen de la materia a partir de una supuesta explosión gigantesca o en cuanto al gradual desarrollo de los seres vivientes de las formas más simples hasta las más complejas. Por consiguiente, la evolución es una hipótesis sin “prueba” científica y debe aceptarse por fe en las teorías humanas. La fe del pueblo de Dios, por el contrario, está en el Señor y en su revelación inspirada, la cual afirma que Él es quien hizo todas las cosas de la nada (Heb 11:3)
3.Es innegable que ocurren cambios y desarrollos dentro de diversas especies de seres vivientes. Por ejemplo, se están extinguiendo algunas variedades de especies; por otra parte, a veces se ven nuevas razas que se forman dentro de las especies. Pero no hay prueba alguna, ni siquiera en el registro geológico, que respalde la teoría de que alguna vez una “especie” de ser viviente evolucionara a otra “especie”. Mas bien, la prueba existente respalda la afirmación bíblica de que Dios creó cada ser viviente “según su especie” (Gn 1.21, 24-25)
4.Los que creen en la Biblia también debe rechazar la teoría llamada evolución teísta. Esa teoría adopta la mayor parte de las conclusiones de la evolución naturalista, sólo añadiendo que Dios comenzó el proceso evolutivo. Semejante teoría niega la revelación bíblica que le atribuye a Dios una función activa en todos los aspectos de la creación. Por ejemplo, todo verbo principal en Gn 1 tiene a Dios como sujeto, salvo (Gn 1:12) en que se cumple la orden de Dios dada y la frase reiterativa “fue la tarde y la mañana”. Dios no es un pasivo supervisor de un proceso evolutivo; más bien, es el activo Creador de todas las cosas (Col 1:16)
Es bien cierto que desde la gestación la gran mayoría de los seres vivos tienen similitud; pero es al diseño de la vida y el ser humano es el único ser viviente que tiene estrecha relación con Dios como anteriormente se anota; no hay prueba científica que demuestre que descendemos de los homínidos. Esta forma de pensamiento es tan descabellada que sólo Satanás no se puede contener de la risa, el ver la ingenuidad del hombre; si ese es su propósito desvirtuar la creación de Dios y convencernos que somos la evolución del mono. ¿Porqué trata de tomar órganos de otros animales para implantarlos en seres humanos y no del chimpancé?; que el mapa genético tiene el 99% de los caracteres del ser humano; si se compara una célula, es el 99,999% idéntica al del hombre y pasarán años para que el hombre pueda demostrar todas estas teorías que sólo están fundamentadas en mentes ateas y que son dominadas por el príncipe de la mentira y el engaño “Satanás” que aún en su derrota; sólo se vanagloria con la libertad que el ser humano ha tomado en sus manos, olvidándose de Nuestro Creador y dador de vida: ¡Dios!
Reverencia
Salmo 111:10 El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos; Su loor permanece para siempre.
Existen cristianos que en vez de vivir bajo la Gracia de Dios viven con un constante miedo hacia Dios. Una cosa es tener temor de Dios y otra distinta es tenerle miedo. La fría religión legalista ha enseñado el concepto de tenerle miedo o pavor a Dios, cuando en realidad la Biblia enseña otra cosa para la vida cristiana. El principio de la sabiduría es el temor de Jehová. La Palabra “temor” en este contexto debe ser traducida como reverencia. El temor de Dios viene a nuestras vidas como producto de estar sometidos a Él, de admirarlo por Quien Él es y por expresarle una continua adoración y fiel obediencia. Esto significa reverenciar a Dios. En el hebreo (idioma en el que se escribió el Antiguo Testamento) la palabra “principio” significa “la mejor parte”. Es decir, entonces, que la mejor parte para conocer a Dios es aprender a reverenciarlo como el Rey de Reyes y Señor de Señores. ¿Es usted un cristiano reverente hacia Dios? Entenderá que desde el principio Dios creó el universo.
Por último, quién anda en espíritu, esta en la comunicación con el Creador; entonces si no sabe que rumbo tendrá tu vida mañana, ¿para qué te matas experimentando con lo que no conoces? Sí por fe crees esas teorías, ¿por qué no crees por fe en el Poder de la Palabra de Dios? Muchos testimonios conoces del poder de Dios en la vida humana; muchos milagros has escuchado y aún dudas de Dios. Si en verdad fuéramos niños que siempre están dialogando con Dios pero cuando más sabes menos crees en el Creador.
Los que ponen su confianza en sí mismos y en los recursos humanos están condenados a la desilusión, a la pobreza espiritual y a la perdición definitiva. Por el contrario, los que confían plenamente en el Señor serán bendecidos y finalmente recompensados con una herencia divina. No temerán ni estarán ansiosos en ninguna de las circunstancias de la vida porque sus raíces se han profundizado en Dios. Después que el Señor Dios creó los cielos y la tierra, Él no abandonó el mundo para que anduviera por su cuenta. Más bien, sigue participando en la vida de su pueblo y en el cuidado de su creación. Dios no es como un relojero que formó el mundo, le dio cuerda y ahora deja que lentamente se le acabe la cuerda; más bien, Él es el Padre amoroso que cuida lo que ha hecho. A ese continuo cuidado de Dios por su creación y su pueblo se le llama, en términos doctrinales, su providencia.
2006-07-24 03:41:18
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answer #4
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answered by Anonymous
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