«Notas que te llega»
No obstante, la capitanía es algo más que una pura cuestión de tiempo: «Notas que te llega, que los compañeros se acercan a ti para plantearte cosas, que te eligen para una negociación con el presidente», indica Josetxo. «Nadie te dice que vas a ser capitán, te llega y lo asumes», resume Muñoz.
«Cuando hay que negociar las primas ya ves que empieza a tocar a los más veteranos, que normalmente son de casa, tienen más experiencia y conocen más el club. Las cosas pasan y te das cuenta», comenta Cruchaga. «Vas asumiendo papeles casi sin darte cuenta, los compañeros te vienen con preguntas que antes no te hacían, en fin, notas que adquieres un nuevo estatus», añade Patxi Puñal.
César Cruchaga resume el proceso: «De los que llevábamos un poco el rumbo del equipo -Palacios, Yanguas, Mateo y yo- me quedé solo y me tocó. Nadie me lo dijo. El brazalete ya lo llevaba en el campo, porque Palacios jugaba menos, pero una cosa es llevar el brazalete y otra ser capitán».
«No hace falta ser navarro» afirma Puñal. «Aunque en los últimos años hayan sido navarros todos los capitanes, no es una condición el ser navarro. Seguro que si Alfredo, por ejemplo, hubiera continuado más años en el equipo hubiera sido capitán», añade Josetxo.
«Gusta, gusta ser capitán», reconoce abiertamente César Cruchaga. «Tienes mucha labor, pero por mi carácter siempre he sido un poco mandón y me gusta hacer lo que esté de mi parte para que las cosas vayan bien. Tengo criterio, experiencia y conozco bien el club. He podido ayudar a muchas personas dentro y fuera del campo. Me gusta ayudar a la gente, no solo en el vestuario. Hay situaciones muy difíciles de manejar, de mucha responsabilidad y tensión, pero es un reto muy bonito. Es una ilusión que tenía, la he conseguido y lo hago muy orgulloso», añade el más veterano de los capitanes.
«Claro que gusta, es un orgullo. Significa que llevas tiempo en el equipo, que los compañeros y el club te piden involucrarte más y malo sería no asumir esa responsabilidad», explica Patxi Puñal. «A nivel personal significa que has llegado hasta aquí, y en el grupo, en el club, te toca asumir con orgullo funciones nuevas para que todo funcione mejor», matiza Josetxo. «Osasuna es mi club, en él estoy desde pequeño y darte cuenta de que lo representas te llena de orgullo», concluye Muñoz.
Las cualidades del capitán
Josetxo Romero tiene muy claro el principal requisito del capitán: «Hay que querer a este club, preocuparte de tus compañeros, de que todos se identifiquen los valores del club, y de que todo funcione en beneficio del grupo». «Hay que mirar por el colectivo, estar pendiente de cada uno de tus compañeros, hablar con ellos de todo cuanto pueda pasar y explicar qué es Osasuna a quien no lo entienda», añade Muñoz.
«El éxito del vestuario de Osasuna es la gente de casa -explica Cruchaga-, que va acompañada del carácter navarro: gente humilde, currela, noble, siempre dispuesta a ayudarte, que nunca te va por detrás sino de frente. Debemos hacernos respetar en el vestuario para trasmitir esto a los que vienen de fuera y se acoplen a lo que hay».
«La labor del capitán normalmente es de puertas adentro, solucionar problemas -en ocasiones personales- que nunca salen a la luz, para poder hacerlo hay que estar pendiente de todos los detalles», completa Patxi Puñal.
«De crío me fijaba mucho en Patxi Rípodas de capitán. Me llamaba la atención su garra y su capacidad de lucha. Luego ya en el club, viví la capitanía de Juan Carlos Unzué y todo lo que nos quiso transmitir. Son dos ejemplos a seguir», recuerda Iñaki Muñoz.
«Claro que hace falta que te respeten, pero para ello no hace falta ni jugar. Recuerdo a Mateo en su último año, que apenas jugó, cómo metía a algún compañero en el cuarto del médico para explicarle cuatro cosas», recuerda Patxi Puñal.
Los cuatro están de acuerdo y repiten la frase de que «ser capitán es mucho más que negociar las primas», aunque encargarse de la negociación de las primas es un buen momento para ver si eres o no capitán del grupo. «Los líos más desagradables que toca resolver -comenta Cruchaga- lo normal es que ni salgan a la luz pública, sino que se queden dentro del vestuario. Suelen ser de tipo extradeportivo, como cosas que no nos parecen bien de un jugador, del que te enteras de cosas, o del funcionamiento del club. La gente no se entera de muchas cosas, pero hay ocasiones en las que te toca poner las pilas a un compañero». «Aquí debe primar el sentido de grupo por encima de las individualidades, y si uno va por libre hay que avisarle», concreta Josetxo.
«Cuando surge un problema nos reunimos los cuatro para tratar de buscar la solución, y si afecta a todo el grupo, exponemos a los compañeros lo que hemos pensado», informa Iñaki Muñoz sobre el funcionamiento de ellos. Cruchaga pone el ejemplo de una negociación con la directiva: «Cada presidente es distinto, lo mismo que las plantillas o los objetivos. Se habla en el vestuario, se escucha a otras partes y hay una negociación, de la que continuamente se informa a los compañeros».
Lo que significa Osasuna
No obstante, quizás la parte más importante, y delicada, del cometido del capitán sean los problemas individuales que pueden darse dentro del grupo: «Hay que hacer grupo, y las cuestiones individuales hay que resolverlas en función del grupo», asegura Josetxo. «Los principales problemas que surgen quedan dentro del vestuario, porque en muchas ocasiones afectan a personas concretas», comenta Puñal. «En pretemporada, por ejemplo, miras a tu alrededor y ves lo que hay. Cada uno ya sabe lo que tiene que hacer por el bien del equipo, y cuando eres veterano sientes la necesidad de, si ves que alguien flaquea o se tuerce un poco, hablar con él para ayudarle», dice Iñaki Muñoz. «Hay que decirle "no seas tonto que tienes esta oportunidad y quién sabe si se repetirá"», añade Cruchaga.
«Hay que explicar a cada uno que significa la camiseta de Osasuna», dice Muñoz. «Es normal que fuera de tus horas de trabajo te plantees problemas individuales o colectivos que puedan darse para encontrar sus soluciones», comenta Puñal. «Cuando las cosas van bien en el equipo parece que puede haber menos situaciones conflictivas como algunas de las que hemos tenido estos años y que nadie ha sabido», asegura Josetxo.
«Hay que hacer de psicólogo con los compañeros, de puente con el entrenador o el entrenador, de trasmitir sus deseos u órdenes de un lado a otro», valora César Cruchaga, que respecto a la función del capitán sobre el terreno de juego, añade: «Con los árbitros hay que ser listo, ver como es cada uno, no liarla, ponerse de su lado para traerlo al lado del tuyo, para que la próxima vez pite a tu favor en caso de duda».
«Legar una tradición»
Ninguno de los cuatro se plantea trasmitir los galones de capitán. «Espero que me queden muchos años», responde Josetxo. «Pero es ley de vida y un día tocará dejar esto a los que vienen por detrás», añade Muñoz. «Como te ha llegado a ti le tocará a otros y no pasará nada», sintetiza Puñal.
No obstante, César Cruchaga concreta lo de transmitir el relevo: «Cuando acabe esta temporada tendré 33 años y me siento en la obligación de enseñar a los Flaño, Raúl García, David López o Nacho Monreal el manejo de ciertas situaciones que pueden darse en un vestuario. Ellos también se dan cuenta de que dentro de unos años les tocará y ponen las orejas ...»
Respecto a la transmisión de la capitanía, César Cruchaga explica: «Es una obligación legar esta tradición de navarro a navarro, como lo hicieron los primeros rojillos. Conmigo lo hicieron Unzué o Ziganda, que cuando vio que se acababa su carrera miró para abajo, vio quienes eran los siguientes y fue enseñándoles cositas para que cuando sean capitanes no les vaya el vestuario de las manos, para que, si vienen cinco de un mismo país, el vestuario no pierda su identidad».
2006-07-22 01:37:21
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answer #8
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answered by Anonymous
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