PESCA CON CAÑA A PULSO
PESCA EN ALGUNOS TIPOS DE PLAYAS
Esta forma de pescar en las playas descritas me la plantee sabiendo que los peces se alimentan en esa franja lechosa o turbia que queda al romper las olas. ¿Por qué hay que emplear una caña con carrete para lanzar a más de 50 metros si con una caña simple de 8 metros se puede llegar a esa zona? Lo único que hay que hacer es buscar una playa con las características adecuadas.
La zona de pesca más apropiada puede ser una playa o cala de pendiente pronunciada, propia de arenas de grano más grueso que las playas de aguas someras. También puede estar constituidas por gravilla o chinarro (cantos rodados), muy común en playas o calas encajonadas por cantiles o promontorios rocosos. Este tipo de playas se da en muchas partes de nuestras costas Mediterráneas.
Las olas en esta clase de playas suelen romper cerca o en la misma orilla. Es requisito indispensable que se forme un turbión lechoso detrás de dicha rompiente, en una franja de varios metros paralela a la costa. Es esta la zona donde se alimentan los peces y están al alcance de nuestras cañas de pulso. Eso sí, lo más probable es que haya que mojarse un poco en algunas ocasiones.
En las estaciones cálidas esto no supondrá ningún problema para nosotros que sólo necesitaremos ir con el bañador puesto y podremos estar a remojo durante bastante tiempo sin sentir frío.
El problema es cuando llegan las temporadas más frías. Esto se solventa haciendo uso de los conocidos vadeadores hasta la cintura y una buena prenda de abrigo debajo ya que el vadeador nos protege del agua pero no del frío.
Es norma más que habitual que si alguien nos ve pescando de esta manera y en estos lugares se extrañe, y seguro que nos tomará por un “bicho raro o chalado”. Pero cambian de opinión cuando nos ven sacar alguna pieza, y su siguiente pensamiento podría ser: “¡Vaya! Este sí que sabe”.
EL EQUIPO
Cañas: para pescar en estas playas precisaremos de una caña bastante larga, de más de 6 metros (es imprescindible que sea de carbono), de manera que podamos llegar hasta la zona elegida superando las olas. Las más indicadas son de 8 metros en adelante. En ésta variante podemos utilizar cualquier caña de pulso si pescamos desde la arena ya que no nos hará falta el salabre, pues en el supuesto de clavar algún bicho éste se podría varar.
Línea madre: será de la misma o casi la longitud que la caña, con un mono-filamento que puede ir desde el 0’25mm hasta el 0’30mm como máximo. El mono-filamento debe de ser resistente, y a su vez elástico, de un color neutro o mejor aún, transparente.
Boya o flotador: estos pueden ser los mismos que venimos utilizando de día, o sea, de pera. De noche será obligatorio el uso de boyas luminosas para ver las picadas.
Plomos: los utilizados serán igual que en la pesca a pulso con boya (al estilo de los sargueros), es decir, de perdigón partido de unos 5 a 7mm; uno debajo de la boya, si esta no es lastrada, y otro en la lazada que une a la línea madre con el bajo y, por supuesto, de acuerdo con la boya y cebo a emplear. Las boyas eléctricas suelen ser algo más pesadas, y por lo tanto, estas necesitarán algo menos de plomo debajo que las de pera.
Bajo, hijuela o gameta: se construirá con mono-filamento de un color poco visible; con una resistencia igual o algo menor que la línea madre, y cuya longitud será aproximadamente de unos 30 o 40mm.
Anzuelos: irán desde el Nº 8 hasta el Nº 4 si lo que pretendemos es pescar peces menores de 1kg. Si estimamos que los peces que hay son más grandes, entonces aumentaremos el tamaño del anzuelo, pero siempre en proporción al cebo que queramos utilizar.
Aparejos: para esta variante no difieren en mucho de las otras tratadas, puede variar el grosor del mono-filamento, el tamaño de plomos y anzuelos, pero siempre puestos en la misma disposición que venimos estudiando; es decir, línea madre y bajo unidos por dos lazadas; un plomo debajo de la boya y otro al final de la línea madre. La distancia de la boya hasta la punta del anzuelo la marcará la
profundidad a la que más nos interese pescar, procurando en todo momento que el anzuelo no llegue a tocar nunca en el fondo.
El salabre o sacadera: puede no ser necesario, pero nunca estará de más llevarlo en nuestro equipo.
FUNDAMENTALES PARA LA TRAMPA
Los cebos: el camarón, gamba, masilla de sardinas, quisquilla, chipirón, trozos de calamar y sardina nos pueden dar muy buen resultado; también la lombriz de veta y coreana nos puede proporcionar estupendas capturas.
El engodo: será igual que el de la pesca diurna de sargueros (pan y sardinas) a diferencia de que el aglutinante o material pesado será la arena.
LA TÉCNICA
Consiste en poner el cebo por detrás de la ola que va a romper en la orilla; justamente en el turbión lechoso que se forma al romper ésta. El cebo debe de quedar del fondo a unos 15-30 centímetros aproximadamente. No hace falta decir que es necesario que el mar este movido para que con su vaivén la boya suba y baje dándole animación al cebo.
Mi primera pescata en esta variante la hice en la playa del Portús (Cartagena), donde se dan todas esas condiciones o características a las que antes me he referido.
Esta primera pesca en playa fue por pura casualidad. Me explico: Un día fui a pescar por la mañana muy temprano a esa playa con el ánimo de anzuelar alguna dorada.
Iba equipado con dos cañas de lance medio y sus correspondientes carretes; empleando de carnada lombriz americana y algunas pequeñas titas.
Ese día la pesca no fue buena aún haciendo lances de más de 80 m de distancia. Las doradas no se dejaban ver, pero una de las veces que recogí para revisar el cebo, ya en la misma orilla, noté que se clavaba algo. Sin mucho esfuerzo varé en la playa una pequeña lubina, lo cual despertó mi curiosidad.
Al día siguiente y viendo que el mar estaba en las mismas condiciones que el día anterior, volví a la playa, pero esta vez por la tarde, preparado con caña de spinning, carrete, unos Raglous, Red-gill y una boya de agua o buldo. También eché en el equipo, como quien no quiere la cosa, una caña sin anillas con sus correspondientes aparejos y un poco de quisquilla que me quedaba de unas pescatas anteriores (algo pasada). Llegué al pesquero sobre las 18:30 horas.
Monté la caña con su correspondiente carrete y un Red-gill pequeño con su buldo. Comencé a lanzar y recoger en todas las direcciones hasta que al cabo de una hora desistí por no clavar nada.
Es entonces cuando preparo la caña de carbono sin anillas de 8 metros, con un aparejo con boya, línea madre del 0’25mm, un bajo del mismo calibre y un anzuelo del nº 8. Por mi cabeza pasaba la idea de anzuelar alguna herrera.
La primera picada se hizo de rogar durante más de 15 minutos, pero por fin la boya se sumerge con rapidez y firmeza. La respuesta inconsciente fue inmediata. Al momento di el “cachete” y, no con cierta emoción, ensarto un buen sargo.
Otro intento más me proporcionó otro buen sargo al cual le siguieron cinco lubinas, de unos 400g la más pequeña, y de 900g la mayor, y cuatro sargos más; todo ello entre capturas de varias herreras medianas. Todo esto sucedió en poco más de media hora. Podría haber durado más y seguir pescando, pero tuve la mala suerte de que se agoto la quisquilla que llevaba. También he de decir que ese día no llevaba engodo de ninguna clase. De haber llevado suficiente quisquilla y algo de engodo ¿qué pescata me hubiese hecho ese día?. Esto aún me lo vengo preguntando de vez en cuando.
Toda esta emoción la volví a experimentar en días sucesivos con el mar en las mismas condiciones;
llegando a pescar un día en menos de tres horas un par de lubinas kileras y veinticinco sargos de muy buena talla, sin contar algunos magres, palometas...
MEJOR ÉPOCA Y HORARIO PARA LA PESCA
La mejor época para practicar esta variante es la comprendida entre principios de Abril y últimos días de septiembre; meses en los cuales podemos ir ligeros de ropa, siempre que haga buen tiempo. En los demás meses del año también se puede practicar, siempre y cuando tengamos a mano unos buenos badeadores. También, en este último caso la pesca puede ser algo más selectiva.
Las mejores horas para practicar esta clase de pesca son, desde las dos o tres que le preceden al ocaso hasta las dos o tres que le siguen al alba; sin desdeñar en ningún caso otras, pero por lo general menos productivas y más selectivas.
ALGUNAS RECOMENDACIONES
- Esta variante es incompatible con las marejadas fuertes, así como la total ausencia de ellas. Se puede decir que la mar ideal es aquella en la que existe una floja a moderada marejada, con lo cual, la ola rompe en la misma orilla produciendo el imprescindible turbión, pero sin que nos cree ningún peligro a nuestra integridad física.
- Cuanto más larga sea la caña que utilicemos más posibilidad de acierto podríamos tener.
- Si hubiese alguna o algunas rocas cerca de la orilla no dudéis de tentar a los peces cerca de ella; podría tratarse un lugar idóneo para la emboscada de algún róbalo por ejemplo.
- Las playas planas con poca pendiente pueden ser buenas para otras modalidades, pero no para ésta.
2006-07-16 06:24:52
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answer #1
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answered by mil20 4
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