Salvador Sánchez ha sido uno de los peleadores más grandes que ha parido el boxeo mexicano en toda su gloriosa historia. Quien podría contrariarnos esa afirmación, cuando el inmenso Salvador Sánchez nos abandonó de este mundo, víctima de un desafortunado accidente de automóvil, cuando en plenitud de facultades estaba considerado por la estricta crítica mundial como "el mejor libra por libra" del orge y sus logros en el ring lo colocaban junto con su enorme clase, como un fuera de serie, de esos que solamente nacen una vez cada muchísimos años. Quizás haya sido el mejor de todos los tiempos, claro que le faltó un trecho largo de logros por su temprana y prematura muerte. Salvador Sánchez fue una de esas raras avis en extinción, fenómeno del ring, que concentra todos los elementos en un solo hombre. Sí, ese selecto púgil que lo contiene todo: clase, boxeo, pegue, aguante, carisma y, sobre todo, hacer en el ring las cosas imposibles en fáciles... y que para golpearlo era complicado pues tenía una sólida defensa.
Su biografía con foto en http://www.jorgemata.info/salvador%20sanchez.htm
2006-07-12 09:59:49
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answer #1
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answered by Argentino 5
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Nace Salvador en el seno de una familia de ejidatarios o campesinos en un pueblo llamado Santiago Tiasquitengo, Estado de Mexico. Hace pinitos en box hallado del manager Agustín Palacios que, tras pelearlo unas cuantas batallas amateurs, lo brinca al profesionalismo.
Su primer combate fue contra Al Gardeno a cuatro rounds en Misantla-Veracruz ganando por nocaut en tres rounds. Sostiene en esa misma ciudad cuatro combates, iguales números de triunfos por nocaut. Esto ocurría en el año de 1975. Obtiene sendos triunfos sobre gente anónima, pero ya derrota a gente de nombre como Saúl Montana (papá del púgil semicompleto peleando actualmente) y el tabasqueno Antonio León.
Es de advertirse que en ese año 75, 76 y 77 combatió en peso gallo. En 1977 le gana a Rosalio Badilla, Raúl López y Daniel Felizardo, y se le firma un combate con el titular nacional de peso gallo, el maztleco Tono Becerra. Esta pelea se hizo en la tierra del campeón Tono Becerra, Mazatlán Sinaloa, y realmente fue un fallo controversial donde la mayoría afirmó que se había dado una decisión en favor del peleador local sin merecerlo, despojando de la victoria y del título a Sal. Aclaramos que en esta pelea ya no intervino como manager Agustín Palacios sino Don Cristóbal Rosas, quien con el que esto escribe guarda grata amistad, y es de saberse que a partir de ese momento Don Cristóbal se haría cargo del acondicionamiento del que sería superestelar pugilista. También a partir de ese momento se adhiere al equipo, el Lic. Juan José Torres Landa en su carácter de apoderado de Sal.
Este combate marca importantes puntos en la vida de Sal. Pierde su primer combate, que sería el único de su vida (claro fallo muy poco claro), y otro punto es que abandona la división gallo y brinca a los plumas.
Reaparece con un pleito en Los Angeles Calif, ante Juan Escobar ante quien empata. El año de 1979 se puede decir que fue el definitivo en la carrera de Sal, al victimar a gente ya con nombre como Carlos Mimila, Jesse Martínez, Salvador Torres, Fel Clemente Filipino, Rosalio Muro, Rafael Gandarilla... todo eso el año de 1979.
Con motivo de sus triunfos recibe una oportunidad del CMB por disputar el título pluma de manos de Danny Coloradito López. Eso ocurre un 2 de febrero de 1980 y contra todos los pronósticos en contra, Sal derrota al Colorado López. Nosotros asistimos con un grupo de amigos a Phoenix a esa memorable batalla, donde constatamos el nacimiento de una rancia figura del boxeo mundial, ya que de peleador destilaba calidad a raudales. Era, lo que se podría llamar en el argot del boxeo, un peleador completo... no le faltaba ni le sobraba nada.
Comienza su reinado defendiendo su corona ante el pupilo de nuestro buen amigo de Tucson-Arizona, Beto Martínez: Rubén Castillo, a quien Sal Sánchez derrota en el Comunity Center de Tucson en cerrada decisión. Como comentario, esa función hicimos el viaje en una excursión que se llamó "excursión de la alegría", donde fueron 50 aficionados en una tourné. Le concede la revancha al Colorado, lo noquea en 14 rounds en Las Vegas, derrota a Patrik Ford y a Juan Laporte. El mundo del boxeo comenzó a reconocer a este gran púgil azteca, y los reconocimientos de todos lados se hicieron llegar. Derrota a Roberto Castañón y a Nik Pérez.
En ese tiempo había un púgil boricua que venía siendo el terror de los peleadores mexicanos, había derrotado a una docena de ellos. Su nombre Wilfredo Gómez, quien era el campeón supergallo y quien crecido por los triunfos sobre púgiles aztecas, lanzó su grito a los cuatro vientos retando a Sal Sanchez y amenazándolo con destronarlo del título, creándose una especie de rivalidad entre ambos paises deportivamente hablando. El anuncio de Wilfredo Gómez levantó el encono de los aficionados mexicanos que hizo que se desbordaran las pasiones. Nunca en mi vida, después de ver tanto box a todos niveles, me había tocado ver tal desborde de pasión, de exhaltación. Me tocó asistir a dicha función y en el lugar de Las Vegas-Nevada no cabía un alfiler. Casi toda la aficionera de Puerto Rico o de México, nunca vi cantidad alguna tan grande de apuestas entre personas, era un escándalo. Nuestro grupo no ganamos más porque se nos agotó el efectivo de la divisa verde.
Llegó la hora de la verdad y allí surgió la excelsa figura del tremendo Wilfredo Gómez, quien recibió una paliza que pienso en como quedó. Ni sus familiares lo reconocieron. Fue una soberbia exhibición de Salvador que se consagró como el inmortal púgil y el mejor libra por libra de ese momento. Fue un triunfo grandioso para el boxeo azteca y así Sal recibía el
prestigio y reconocimiento dentro del concierto del boxeo mundial como el mejor.
Despues de su triunfo sobre Gómez, va a Nueva York donde derrotó en duro combate a aquel portento de peleador, el africano Azumah Nelson, a quien noquea en 15 rounds en tórrida batalla.
Salvador Sánchez entrenaba en el pueblo de San José Iturbide Guanajuato para defender su título en Nueva York el 11 de agosto de 1982. Entrenó ese día, tomó sus alimentos, en la tarde anunció a sus dirigentes que iría a Querétaro por unas bocinas de estéreo para su auto deportivo. Algo raro sucedió esa tarde. Siempre que iba a Querétaro de compras, por lo que fuere, lo acompañaba su entrenador Enrique Hernández. Esa tarde su destino estaba marcado. No pidió que lo acompañara nadie. Sal abordó su Porsche y se alejó. Se sabe fue al taller por las bocinas, mismas que no las
tuvieron, de allí pasó con unos amigos y por último se le vió en un bar tomando una copa. A la una de la mañana regresó, pero nunca llegó ya que se mató a las 3:35 horas. Lo más extraño de todo es, como que salió del bar a la una de la mañana y murió dos horas y media después, ¿dónde estuvo? Nadie lo sabe, nadie lo ha explicado.
Salvador Sánchez fue casado en dos ocasiones. Con su primer matrimonio no procreó, en su segundo tuvo dos hijos y su fortuna se repartió entre las dos viudas.
Un 12 de agosto de 1982 moría un hombre y nacía una leyenda. Salvador Sánchez se convirtió en el hijo predilecto del boxeo mexicano. Su personalidad introvertida permitía ver una sonrisa casi infantil, jovial sencillo y de vida tranquila. Sal Sánchez se convirtió en el modelo de los deportistas y de la juventud, y su estilo y poderío (aun cuando su esmirriada figura lo ocultaba pronto), lo colocaron como uno de los mejores pugilistas del orbe al lado de Wilfredo Benítez, Larry Holmes y Wilfredo Gómez, una de las últimas y mayores satisfacciones fue, como dijimos, el nocaut que le propinó a Wilfredo Gómez, cuando el boricua osó disputarle el título del mejor libra por libra, o kilo por kilo. O Sánchez no lo sabía o no le importó dicho nombramiento. Así se escribió la historia de este inmortal, muerto trágicamente, que se le recuerda todavía y vive también en el corazón de los mexicanos, que lo llegaron a considerar su mejor peleador de todos los tiempos.
2006-07-13 01:53:24
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answer #2
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answered by Anonymous
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