Años atrás, un hombre, muy trabajador, decidió llevar a su familia desde New York hasta Australia en busca de una mejor oportunidad de ingresos. Los de la familia eran dos jóvenes muy apuestos: Uno de ellos pretendía ser trapecista en un circo y el otro quería ser actor. Este último, mientras esperaba una oportunidad, trabajaba en los puertos locales, situados en las peores zonas de la ciudad.
Una noche, de regreso a casa, el joven fue asaltado por cinco bandidos. Se resistió a entregar su dinero y fue agredido y lo patearon hasta deformarlo: Le desgarraron el rostro y lo golpearon brutalmente por todo su cuerpo.
Cuando finalmente fue encontrado por la Policía, tirado en la calle, lo consideraron muerto y llamaron a la funeraria. En el trayecto un Policía pudo ver que el joven hacía un intento por respirar y fue llevado, de inmediato, al Hospital de Emergencias más cercano.
Fue horrible la impresión recibida por el Equipo Médico al verlo y constatar que aquel joven ya no tenía un rostro: Sus ojos estaban desgarrados, su cráneo, piernas y brazos fracturados, su nariz estaba literalmente perdida en su cara, todos sus dientes completamente partidos y su mandíbula desprendida.
Se tenia que trabajar por salvar su vida.
Permaneció cerca de un año en el Hospital y cuando salió su cuerpo estaba recuperado, pero su rostro era repulsivo de ver. Ya no era aquel joven bonito al que todos admiraban.
Cuando empezó a buscar trabajo, siempre era rechazado por todos, por su apariencia física. Un empresario le sugirió que participara en un espectáculo de Circo, su nombre sería:
“ El Hombre Sin Rostro “
Ejerció este trabajo durante un tiempo, pero seguía sintiendo el rechazo de las personas. Nadie quería ser visto con él. Llegó a pensar en la muerte. Luchó con esta situación durante casi cinco años.
Un día, caminando, entró a una Iglesia, pensando que allí podía alcanzar algún alivio: Vio al Sacerdote orando, y él, entonces, inclinó su cuerpo y también se puso a rezar.
El Sacerdote, al verlo, piadosamente lo levantó y lo llevó a la Sacristía para conversar. Estaba tan impresionado que le dijo que haría todo lo posible por ayudarlo a recuperar su dignidad y su vida.
El joven comenzó a asistir a las Misas y a Comulgar con frecuencia; Siempre agradecía y pedía a Dios que le diera su paz espiritual y la gracia de ser un mejor hombre día a día.
Después de un tiempo, el Sacerdote, por medio de influencias personales, logró conseguir los servicios médicos del mejor Cirujano Estético de Australia y sin costo alguno.
El Cirujano estaba impresionado con el joven, por todo lo acontecido en su vida: Era una gran muestra de positivismo y amor.
La cirugía fue un milagro, se dispuso para él los mejores servicios médicos.
El joven empezó a cumplir todas las promesas hechas a Dios. También fue bendecido con una bella esposa, varios hijos y grandes sucesos profesionales.
Ahora es admirado por todos como un hombre entregado a Dios, conservador y un gran ejemplo de coraje sorprendente.
Somos muchos los que no conocíamos esta historia, que, aunque cruel y triste, al final nos muestra la grandeza del amor y la fe, y no deja de ser un relato muy gratificante.
El Sacerdote que en aquel momento ayudó a Mel Gibson fue apenas un instrumento usado por Dios para su recuperación y todo cuanto le sucedió.
2006-06-30 14:29:46
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answer #2
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answered by Marcelo P 5
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No. Ese dato circulaba por Internet en un mail que no hacía más que captar direcciones de correo para enviar spam. Si te llega, eliminalo inmediatamente.
2006-06-30 14:23:55
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answer #4
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answered by Argentino 5
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eso dicen, la verdad no se. lo vi en la red incluso
pero esta guapisimo y ademas es superinteligente
lo mejor es que incluso lo ponemos en duda, por si asi fuera no parece y habla muy bien de su recuperación, superación y es un ejemplo de como podemos superar las peores crisis.
2006-06-30 14:22:37
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answer #5
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answered by niña preguntona 1
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