Depende la religión
Para los católicos es parte de una trinidad (Y puro amor--)
Para los testigos de Jehova no existe (y de hecho la consideran algo zatanico)
Para los cristianos tampoco existe (Ellos sólo adoran a 1)
Para los judíos es sólo un invento basado en costumbres egipcias (Ésta última antropológicamente es correcta)
Lo cierto es que vendrán muchos con citas interminables de la Biblia a afirmarte algo que ni ellos mismos saben LOL (empezando por el hecho de que copiarán y pegarán citas de la Biblia, pero para no variar no te explicarán nada....)
La verdad es que si alguien viene a basarse en la Biblia para fundamentarse deberían también de contar las 800 contradicciones que contiene la Biblia además de sus enmiendas que abiertamente los Papas han confesado de viva voz haberlas hecho (pero bajo inspiración divina claro está)
Si quieres mi opinión el espirítu santo es parte del Folklor normal de cualquiera que se diga religión. Y por tal no existe y no está más que en la imaginación de los fieles, basados en lo que dice la Biblia pero que ya ha sido modificada, cambiada, manipulada cantidad de ocasiones y algunas de estas hasta los mismos que lo hicieron lo diieron de viva voz (Entre ellos Carlo Magno, Constantino, Papas de todas las épocas etc)
Pero claro como toda religión es más CÓMODO pensar que existe un espíritu santo que te cuida y te garantiza un paraíso eterno.
***Edit: Ya que me llama Pedro heme aqui :p
He aqui unas cuántas de las cosas que nunca han concordado en la Biblia (favor de tener una a la mano.)
-En los evangelios todos dicen una versión diferente:
En el de Mateo según Judas se suicidó
En el de Lucas murió a causa de una ccidente
-En la genealogía de Cristo desde David hasta San José su padre Mateo y Lucas no coinciden más que en 2 de los nombres
-El famoso "Padre Nuestro "
Mateo lo coloca en el sermón de la montaña y Lucas lo pone cuando entra en Jerusalem
-La parte de la supuesta sinagoga de Nazareth
Lucas lo coloca en el inicio de su vida pública
Marcos dice que pasó en Galilea
Y Juan ni lo puso (Olvidó poner algo tan imortante)
-Conforme Juan el bautista:
Lucas y Mateo dicen que el bautista ya conocía a cristo y Juan dice que ni lo conocía
-El capítulo de lla muerte de Cristo es verdaero caos:
Uno dice que pasó a las 9AM
Otro dice que ya estaba muerto a esa misma hora pero frente a Poncio Pilatos
Y los otros dos dicen que fue en la tarde.
-La famosa resucitación de Lázaro Juan ni la menciona
-Juan menciona 7 milagros que los otros 3 ni mencionan
-Los 4 evangelistas dicen que Jesús nació en los tiempos de Herodes, pero ya se comprobó Histórica y antropológicamente que Herodes murió 4 años antes de Cristo
La verdad os hará libres........
Menudo libro inspirado bajo "perfección divina"
Aclaro que no tengo nada en contra de la religión (de ninguna) y también aclaro que no quiero ofender a nadie simplemente digo algo que cualquiera puede revisar en cualquier Biblia y en la comodidad de su hogar.
Pedro tenía la duda y fundamento lo que digo.
Sí sé que dije 800 y apenas pongo unas pocas (apenas me he ocupado unas cuantas de los evangelistas) pero es cosa de leer la biblia y en orden para que se encuentren todo tipo de contradicciones fallas e inexactitudes
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Las respuestas basadas en la religión las puedes leer acá abajo:
2006-06-19 23:47:46
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answer #1
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answered by Raziel (Mi perfil SI es público) 5
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EL ESPIRITU SANTO ES EL MOTOR DE MI VIDA, QUIEN ME IMPULSA A CAMINAR.
EL ESPIRITU SANTO ES QUE LA MANO QUE ME TOCA Y LA FUERZA QUE ME SOSTIENE.
EL ESPIRITU SANTO ES MI DULE HUESPED DEL ALMA.
EL ESPIRITU SANTO ES QUIEN ME DA PAZ.
Y SOBRE TODO EL ESPIRITU SANTO ES LA PRESENCIA VIVA DE DIOS EN MI!!!
2006-06-26 20:31:54
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answer #2
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answered by Leticia B 1
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El es Dios mismo. El es una persona, la persona más maravillosa y amorosa que existe en este mundo. El es más real que nosotros.
Él esta alli mismo donde tu estás, El Espíritu Santo es Dios mismo. El Espíritu Santo esta presente en todas partes al mismo tiempo.
Dios mismo pone en nosotros el deseo de buscarle, antes que uno lo busque a él. El ya nos está buscando a nosotros.
La palabra mata, más el Espíritu vivifica. Este versículo explica claramente porque muchas veces leemos algo pero sentimos que algo está faltando, el mismo versiculo indica que nos enfoquemos en el Espíritu Santo de Dios.
Yo te invito a que ores, hables a él. El espiritu Santo de Dios desea, anhela una comunión contigo, y con todo ser humano. Se muy respetuoso, ya que toda blasfemia contra el Espíritu Santo no es perdonable. El Espiritu de Dios ora por ti y por todos nosotros a El Padre que esta en el cielo de una manera muy especial.
El espíritu Santo es nuestro consolador, guía, él nos habla, convence, testifica, aparta, santifica, regenera, sella, El Espíritu Santo glorifica a Cristo.
El Espíritu Santo habla a tu espíritu(pues debes saber que tu y todos nosotros tenemos un Espíritu, alma y cuerpo) y te convence de la verdad de Dios.
Así como Dios nos ha dado órganos para ver, oir, sentir,... de la misma manera él nos doto de órganos necesarios para comunicarnos con él.
La creación misma habla del poder y la perfección de Dios, creador del cielo y de la tierra, Dios todopoderoso, santo, justo.
El es un Dios de amor. Cree en él, es una desición, es por fe.
Vamos, Dios es perfecto, yo soy imperfecto enfocate en Dios. Como el Rey David de Israel exclamó. Cual siervo jadeante en busca del agua, así te busca, oh Dios todo mi ser.
Salmo 42:1.
Espero sean de gran utilidad lo escrito anteriormente, y conteste tu pregunta,
has iniciado la búsqueda más maravillosa de la vida.
puedes ver un programa de TV llamado "this is your day" en :
http://ww.bennyhinn.org
2006-06-24 15:50:23
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answer #3
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answered by great most 2
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El Espíritu Santo es el AMOR que une al padre y al hijo. El esta en todas partes, pues posee omnipresencia.
Tiene mucho poder....las personas que hemos tenido la oportunidad de compartir con el nos quedamos en el asombro.
Estas personas, la mayoria, que te responden hablan sin saber, sin conocer. Quizas nunca han conocido al Jesus verdadero, aquel que vive en nuestro corazon, sin embargo lo juzgan...
Recuerden algo muy importante que dijo Jesús..."Mi reino no es de este mundo...." es muy fácil para nosotros los seres humanos decir que las cosas que no entendemos y no les encontramos razón lógica simplemente decir que no existe, que se lo invento un fulano..bla bla bla.
Les exhorto que vean con los ojos de Jesús, para que puedan entender las cosas. El nos dijo: "El que tenga oídos que entienda..."
2006-06-23 04:35:18
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answer #4
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answered by Anonymous
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La tercera persona de la Trinidad.
(A) Nombres.
Principalmente se le llama:
el Espíritu de Jehová,
el Espíritu del Señor,
el Espíritu del Padre,
el Espíritu de Jesús (Gn. 6:3; Is. 11:2; 61:1; Mt. 10:20; Hch. 16:18, etc.).
Es el Espíritu de verdad, de vida, de fe, de amor, de poder, de sabiduría, de gracia, de gloria (Jn. 14:17; Ro. 8:2; 2 Co. 4:13; 2 Ti. 1:7; He. 10:29; 1 P. 4:14), etc.
(B) Personalidad.
El Espíritu no es un mero poder ni una expresión figurada de la energía divina, como lo pretenden, por ejemplo, los antitrinitarios.
La Escritura le atribuye una personalidad distintiva, como también sucede con el Padre y con el Hijo (Mt. 3:16, 17; 28:19; Jn. 14:16, 17; 15:26). Siempre se emplea en relación con el pronombre personal masculino a pesar de que en gr. el término «Espíritu» sea neutro (Jn. 16:13, 14; Hch. 13:2).
El Espíritu piensa, conoce el lenguaje, tiene voluntad (Ro. 8:27; 1 Co. 2:10-13; 12:11). Se le puede tratar como una persona: se le puede mentir, se le puede probar, se le puede resistir, se le puede contristar, se le puede afrentar (Hch. 5:3, 9; 7:51; Ef. 4:30; He. 10:29). Por otra parte también enseña, testifica, convence, conduce, entiende, habla, anuncia (Jn. 14:26; 15:26; 16:8, 13).
(C) Divinidad.
Los textos que hablan de la personalidad del Espíritu afirman también generalmente su divinidad. Posee los atributos divinos: omnisciencia, omnipresencia, omnipotencia, eternidad (1 Co. 2:10, 11; Sal. 139:7; Zac. 4:6; He. 9:14). Es identificado con Dios, con el Señor (Hch. 5:3, 4). Es la blasfemia contra el Espíritu Santo la que no tiene perdón (Mt. 12:31, 32).
(D) El Espíritu Santo en el AT.
Obra en la creación (Gn. 1:2).
Es Él quien da aliento al hombre y a los animales (Gn. 2:7; 6:3; Jb. 33:4; Sal. 104:29, 30).
Esta en medio del pueblo de Dios (Is. 63:11).
Capacita a ciertos hombres de cara a una tarea especial (Éx. 31:3; Jue. 6:34; 11:29; 1 S. 16:13).
Pero no es dado a todos y puede ser retirado (Jue. 13:25; 16:20; 1 S. 10:10; 16:14). Así se explica la oración de David: «No quites de mí tu santo Espíritu» (Sal. 51:11).
Los profetas anuncian claramente cuál va a ser su obra en el Nuevo Pacto: será derramado sobre todo Israel, y sobre toda carne, será dado para siempre, morará en el corazón del hombre, que regenerará y santificará (Is. 44:3; 59:21; JI. 2:28-29; Ez. 36:26-27; Jer. 31:33).
(E) La obra del Espíritu Santo en Jesucristo.
El Señor fue asistido por el Espíritu a lo largo de toda su carrera aquí en la tierra. Por el Espíritu, fue concebido, ungido, sellado, llenado, revestido de poder, conducido, ofrecido en sacrificio, resucitado (Lc. 1:35; 4:18; Jn. 6:27; Lc. 4:1-2,14; He. 9:14; Ro. 8:11). Si el Hijo del Dios viviente no pudo pasar ni un solo día sin la asistencia del Espíritu, ¡cuánto más no lo necesitaremos nosotros!
(F) Convicción de pecado.
Según el Señor Jesús, la primera obra del Espíritu en el hombre es la de convencerle de pecado (Jn. 16:8, 11). Sin esta convicción, nadie puede sentir la necesidad de un Salvador; y el pecado que el Espíritu destaca es precisamente el de no haber creído todavía en Cristo. En efecto, los hombres están perdidos no por ser pecadores, sino porque siendo pecadores no reciben al Salvador (Jn. 3:18, 36).
La blasfemia contra el Espíritu Santo es la atribución de las obras y testimonio del Espíritu Santo a Satanás con contumacia, cuando es innegable y totalmente evidente que la obra de testimonio es de Dios. Es este estado en el que el hombre se cierra ante toda la luz posible, ante la misma manifestación plena del poder de Dios en gracia, la Palabra se manifiesta de un modo inexorable (Mt. 12:31-32; Lc. 12:10; Jn. 12:37-40). Este pecado involucra un corazón lleno de odio hacia la verdad y hacia la luz de Dios, y lleva a la perdición, por cuanto encierra al hombre en una actitud totalmente aberrante en contra de Dios y de su testimonio. Se hace así absolutamente incapaz e indispuesto a creer. Entonces se hace imposible el arrepentimiento y el perdón (Mr. 3:29; He. 10:26-27). Es un estado irreversible, en el que se da un endurecimiento judicial (cp. el caso de Faraón, endurecido por Dios). Por otra parte, el caso de la persona que anhele ir a Jesús, pero que esté atormentada por la idea de que ha cometido el pecado imperdonable, es totalmente distinto. Su angustia y deseo de ir a Jesús para recibir su perdón constituyen evidencia clara de que no lo han cometido. Las personas encerradas en el castillo de la angustia tienen a su disposición la llave de la promesa en Jn. 6:37. El texto recibe su plena fuerza del original en la versión Reina-Valera revisión 1977: «Al que a mí viene, de ningún modo le echaré fuera.»
(G) Regeneración y bautismo del Espíritu Santo. (Ver también REGENERACIÓN Y BAUTISMO).
La regeneración o nuevo nacimiento es la resurrección espiritual que opera el Espíritu en el corazón del pecador en el momento de la conversión (Jn. 3:5-8).
Es el Espíritu el que vivifica (Jn. 6:63) y que nos trae a una nueva vida (Gá. 5:25).
El bautismo del Espíritu, prometido por Juan el Bautista y Jesús (Mt. 3:11; Mr. 1:8; Lc. 3:16; Jn. 1:33; Hch. 1:4-5), es el acto por el que Dios nos hace, a partir de entonces, miembros del cuerpo de Cristo.
El Espíritu toma al pecador arrepentido, y lo inmerge en Cristo; une, a partir de entonces, la cabeza con los otros miembros del cuerpo (1 Co. 12:13). Este bautismo lo reciben todos los creyentes; Pablo afirma que es ya un hecho cumplido para el creyente («por un Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo»). Esto es cierto incluso de aquellos en Corinto que eran aún carnales (1 Co. 3:1-3; cp. 1 Co. 6:19).
En Hechos, la expresión «bautizar con el Espíritu Santo» aparece solamente dos veces: con ocasión de Pentecostés, cuando los 120 discípulos fueron hechos miembros del cuerpo de Cristo, que el Espíritu formó a partir de aquel momento (Hch. 1:5; 2:1-4), y con respecto a la experiencia de los gentiles en casa de Cornelio, que fueron también unidos al cuerpo de Cristo en el momento de su conversión (Hch. 11:15-16).
Otros pasajes presentan el bautismo como siendo la operación por la cual Dios nos inmerge en la muerte de Cristo para resucitarnos con Él, quedando «revestidos de Cristo» (Ro. 6:3-4; Gá. 3:27; Col. 2:12; Tit. 3:5). El bautismo en cuestión es evidentemente el bautismo del Espíritu Santo, del que el bautismo de agua es el símbolo y testimonio.
(H) Don y recepción del Espíritu.
El Espíritu Santo es prometido a todos los creyentes (Hch. 2:38), a los que lo pidan (Lc. 11:13), y que obedezcan a Dios (Hch. 5:32).
Es un «don» (Hch. 2:38; 5:32; 8:20; 10:45; 11:17; 15:8), que se recibe por la fe (Jn. 7:39; Ef. 1:13; 3:16-17; Gá. 3:2, 5, 13-14; 4:4-7).
Antes de Pentecostés, los discípulos tuvieron que esperar el descenso del Espíritu (Hch. 1:4), lo que ahora ya no es necesario (Hch. 2:17-18).
Los samaritanos, que eran medio paganos, tuvieron necesidad de la intervención especial de los apóstoles para recibir el Espíritu (Hch. 8:12, 15-17); sin embargo, Cornelio y sus amigos (que estaban en nuestra misma situación como procedentes de la gentilidad) recibieron el Espíritu Santo por la sola fe, al oír lo que Pedro decía, sin la previa imposición de manos ni un anterior bautismo con agua (Hch. 10:43-48).
Los doce discípulos de Éfeso eran solamente discípulos de Juan, no de Jesús; una vez aceptaron al Salvador, recibieron el Espíritu (Hch. 19:2-6). «Si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él» (Ro. 8:9). Todo el que tenga en claro este punto de capital importancia no carecerá del testimonio interior del Espíritu (Ro. 8:15-16).
(I) Plenitud del Espíritu.
El Espíritu mora en el corazón del creyente (Jn. 14:16-17, 23; 1 Co. 6:19; Ro. 8:9, 11; 2 Ti. 1:14; 1 Jn. 4:4, 13; Stg. 4:5). Su deseo es el comunicarnos la vida y el poder del Señor (Hch. 1:8; Lc. 4:14, etc.). Podemos contristar al Espíritu Santo al resistirle, al entregarnos al pecado (Ef. 4:30; cp. 1 Ts. 5:19; Hch. 7:51).
El Espíritu, que mora en nosotros eternamente, no nos abandona (Jn. 14:16); pero deja de manifestar su poder, y nos comunica su tristeza y nos convence de pecado. ¿Qué se ha de hacer en tal situación?
(I) Siguiendo 1 Jn. 1:7-9, confesar nuestro pecado, creyendo que la sangre de Cristo nos limpia.
(II) Volver a buscar la plenitud del Espíritu ordenada por Ef. 5:18.
Esta debería ser la experiencia normal de todos los creyentes, como lo fue en los primeros cristianos: puntales de la iglesia, diáconos, recién convertidos (Hch. 2:4; 4:4, 31; 6:3; 7:55; 9:17; 13:9, 52). Esta plenitud se obtiene mediante la fe, al «beber» el agua viva del Espíritu (Jn. 7:37-39). No es ésta la experiencia de un instante, sino que tiene que ser renovada cada día, ante cada necesidad, hasta que llegue el momento de nuestra transformación completa a imagen de Dios en su presencia (Ef. 3:16-21).
Muchos creyentes, al abandonar su primer amor (Ap. 2:4), han perdido precisamente esta plenitud que hacía rebosar su corazón en el momento de su conversión. Para volver a hallarla, debe arrepentiste de su desvío, recibiendo el perdón que Dios ofrece y volver a beber de la fuente inagotable de la gracia (Jn. 4:13-14; 10:10), al andar no según la carne sino según el Espíritu para la gloria de Dios (Gá. 5:16-25). (Véase SANTIFICACIÓN).
(J) Unción y dones del Espíritu.
Habiendo venido a ser reyes y sacerdotes con Cristo, los creyentes han recibido, todos ellos, la unción del Espíritu (Ap. 1:6; 2 Co. 1:21; 1 Jn. 2:20, 27).
Un don del Espíritu (o don espiritual) es la calificación sobrenatural acordada a cada creyente, con vistas al servicio que cada uno tiene que llevar a cabo en el seno del cuerpo de Cristo (1 Co. 12:27; cp. 12:11).
Pablo enumera una cantidad de estos dones:
sabiduría,
conocimiento (1 Co. 12:8),
fe,
sanidad (1 Co. 12:9),
milagros,
profecía,
discernimiento de los espíritus,
lenguas,
interpretación (1 Co. 12:10),
don de ser apóstol,
de enseñar,
de ayudas,
de gobiernos (1 Co. 12: 28);
de evangelista,
de pastor (Ef. 4:11);
de ejercer liberalidad (Ro. 12:8).
No se dice que esta enumeración sea exhaustiva. Sea cual sea la tarea, Dios dará la capacidad necesaria. ¿Quién escoge el don que nosotros debemos recibir? Dios mismo, como Él quiere (1 Co. 12:11, 18). Él da a cada uno (1 Co. 12:6-7, 11, 27) un don diferente (1 Co. 12:8-10, 29-30; Ro. 12:4-6). Así, es un error decir que todos deberían hablar en lenguas como señal de su bautismo del Espíritu (cp. 1 Co. 12:10, 13, 30). (Véase LENGUAS [DON DE]).
Se debe señalar que cada uno de los dones enumerados es sobrenatural, y no únicamente los tres dones de milagros, sanidades y lenguas. Dios es también soberano en cuanto a la época en la que otorga ciertos dones. Los otorgó en profusión en la época en que se tenía que acreditar el Evangelio y el Nuevo Pacto (He. 2:4), con señales externas jamás renovadas (Hch. 2:1-3; 4:31). Naturalmente, en la actualidad Dios puede manifestar su poder según su voluntad; de hecho, la mayor parte de los dones (sabiduría, conocimiento, fe, evangelistas, pastores, doctores, gobiernos, ayudas, liberalidad) no han dejado nunca de ser dados. En cambio, si bien Dios sana en la actualidad a ciertos enfermos mediante sus siervos, o de manera directa, no da a nadie que se conozca el poder de sanar a «todos», lo cual era la característica del don de Cristo y de sus apóstoles (Mt. 10:8; Mr. 6:56; Lc. 4:40; 6:19; 9:11; Hch. 9:16). (Véase ENFERMEDAD, SANIDAD).
La iglesia en Corinto había recibido todos los dones, y 1ª Corintios es la única epístola en la que se mencionan estos carismas (1 Co. 1:7; 12:14); todo ello no impidió que los corintios fueran carnales y que tendieran a las contiendas y la división. Así, lo esencial es estar totalmente sometido al Señor y a la totalidad de su Palabra, discernir el don otorgado a cada uno, y dejarse utilizar para el bien de toda la iglesia.
(K) Otros ministerios del Espíritu.
Se evocan diversas actividades del Espíritu mediante los símbolos que le representan:
el soplo o viento (Espíritu significa «viento») (Jb. 32:8; Jn. 3:8):
la paloma (Lc. 3:22),
el aceite (He. 1:9: Lc. 4:18; 1 Jn. 2:20),
el fuego (Hch. 2:3-4),
el agua viva (Jn. 4:14; 7:38, 39),
el sello, la prenda y las arras (Ef. 1:13, 14; 2 Co. 1:21, 22),
El Espíritu recibe el nombre de Consolador (Paracleto Jn. 14:16),
enseña y conduce en la verdad al creyente y a la iglesia da testimonio a Jesucristo (Jn. 14:26; 15:26; 16:13, 14; Hch. 8:29; 13:2).
Inspiró a los autores sagrados (1 P 1:11; 2 P. 1:21; 1 Ti. 3:16),
da origen a la oración eficaz (Ro. 8:26, 27; Ef. 6:18) y
la adoración que agrada a Dios (Jn. 4:23-24).
Será, en los últimos tiempos, derramado de una manera particular sobre Israel (Ez. 37:9-14; Zac 12:10).
Es por Él que nuestros cuerpos mortales serán resucitados (Ro. 8:11). Habiendo recibido, aquí en la tierra, las arras del Espíritu; en el cielo los creyentes serán llenados por Él de toda la plenitud de Dios (Ef. 3:16-21; 2 Co. 3:17, 18). Así Dios será verdaderamente todo en todos (1 Co. 15:28). (Véase DIOS, INSPIRACIÓN, FIESTAS [de pentecostés]).
Espero que esta respuesta aclare tu duda.
2006-06-21 18:15:53
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answer #5
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answered by Providencia D 3
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El espiritu santo es la Tercera Persona de la trinida:Padre,hijo y espiritu santo,los tres son uno solo.Es el consolador que Dios nos dejo en la tierra,es guia,es amor, es paz.cdo DIOSte toca sientes tantas cosas ries,lloras de alegria,danzas.Si no has sentido nunca un toque de DIOS,pidele que toque y sentiras su bendicion.
DIOS TE BENDIGA
2006-06-21 08:19:25
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answer #6
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answered by yari 2
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¿Quién es el Espíritu Santo? ¿Qué bases tenemos para decir que es Dios? ¿Cómo sabemos que es una persona real? ¿Cuál es la obra que realiza? ¿De qué manera puede ayudarnos? Se presentarán estas y muchas otras preguntas para su análisis y discusión a la luz de las Escrituras en esta serie de estudios.
¿Ha notado usted el lugar tan importante que se le da al Espíritu Santo en la Palabra de Dios? Lea el primer capítulo de Génesis y se dará cuenta de que cuando Dios creó los cielos y la tierra, el Espíritu Santo estaba en actividad en el principio. Lea el último capítulo de Apocalipsis y se dará cuenta de que El también se une a la esposa de Cristo, la Iglesia, para extender un maravillosa oportunidad a todo se humano: "El que quiera, tome de agua de vida gratuitamente" (Apocalipsis 22:17)
Lea las enseñanzas de Jesús, el libro d los Hechos y las epístolas de Pablo. En todas se le da un lugar prominente al Espíritu Santo y a su poderosa obra en el plan de Dios.
No obstante, aunque nos parezca extraño, la obra y el ministerio de Espíritu de Dios fueron asuntos olvidados o descuidados por mucho tiempo en la historia de la Iglesia. Aun hoy hay iglesias que todo lo que oyen de Espíritu Santo es la bendición final en los servicios. Ojala estas lecciones sirvan para que le demos al Espíritu de Dios el lugar que se merece tanto en la adoración como en nuestra vida.
Desde el principio las Escrituras presentan el Espíritu Santo como el Espíritu de Dios.
¿En qué sentido se dice que el Espíritu Santo es divino?
Al decir que el Espíritu Santo es divino no nos referimos a que es parecido a Dios. Lo que se indica es que El es plenamente divino. El es Dios, así como el Padre es Dios y también lo es el Hijo, Jesucristo. En la Biblia se le dan muchos nombres y títulos al Espíritu Santo.
¿Cómo sabemos que el Espíritu Santo es Dios?
La Biblia atribuye estas características divinas al Espíritu Santo. Los atributos de Dios se asignan también Espíritu Santo, entre los cuales está su omnisciencia (que lo sabe todo); su omnipresencia (que está en todo lugar) su omnipotencia (que para El todo posible).
Isaías pregunta: "¿Quién enseñó al Espíritu de Jehová, o le aconsejó enseñándole?" (40:13) Pablo indica que Espíritu Santo es el instrumento por medio del cual se nos han revelado las cosas que Dios ha preparado para los que le aman. El Espíritu Santo todo lo escudriña, lo descubre, lo entiende y lo ilumina. Nada se escapa de su entendimiento y comprensión (1 Corintios 2:10).
El conocimiento del Espíritu Santo abarca no sólo el universo natural y mundo espiritual que nos rodea sino también incluye las cosas profundas de Dios, y los inalcanzables misterios de la naturaleza y de los propósitos de Dios En consecuencia, siendo que El cono hasta los más íntimos secretos de Dios y de su obra, el Espíritu Santo puede revelar a los cristianos todas las cosas que Dios ha preparado para ellos.
El apóstol Pablo también indica que el Espíritu Santo posee suficiente conocimiento como para revelarnos la voluntad de Dios de manera personal (1 Corintios 2:10). Nadie sabe lo que uno piensa o siente. Esto es algo que sólo lo sabe el espíritu, que constituye la base del ser humano. De la misma manera, nadie sabe lo que Dios piensa, desea o dispone. El único que conoce estas cosas secretas de Dios es el Espíritu Santo. Los paganos hacen uso de imaginación para hacerse dioses a los cuales adoran. Los filósofos hacen uso del razonamiento humano para especular en lo que respecta a un ser supremo. En cambio, el Espíritu Santo no tiene que imaginar ni especular; El conoce perfectamente a Dios y por lo tanto puede revelar plenamente hasta lo más oculto de la Divinidad.
El Espíritu Santo no sólo posee todo conocimiento; El también está presente en todo lugar al mismo tiempo. En el Salmo 139:7, David pregunta: "¿A dónde me iré de tu Espíritu?" No importa cuánto descendamos, El está allí. El Espíritu Santo es todopoderoso. Zacarías 4:6 dice que la obra de Dios se realiza "no con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos." Realmente, el Espíritu Santo posee todos los atributos sobrenaturales que lo identifican como Dios.
¿Cómo sabemos que el Espíritu Santo es distinto del Padre y del Hijo?
Es cierto que la Biblia se refiere a El como el Espíritu de Dios y el Espíritu de Cristo, pero eso es porque es enviado tanto por el Padre como por el Hijo. (Vea Juan 14:26; 15:26; 16:7.) Esto demuestra claramente que el Espíritu Santo no es el Padre ni el Hijo, porque una persona no se envía a sí misma. Hay aun otro punto de gran importancia. En Juan 14:16 Jesús se refiere al Espíritu Santo como otro Consolador (abogado, consejero, maestro). El texto griego da la idea de otro de la misma naturaleza. De manera que todo lo que Jesús había hecho por y en sus discípulos lo podría hacer también el Espíritu Santo por y en nosotros.
¿Es el Espíritu Santo inferior al Padre y al Hijo en alguna manera?
Mateo 28:19 indica que el bautismo en agua se administra en el nombre del Espíritu Santo así como en el nombre del Padre y del Hijo. (La palabra nombre es singular aquí, porque sólo hay un nombre o título par cada uno.) En 1 Corintios 12:4-6, Pablo indica también que "El Espíritu es el mismo" (el Espíritu Santo); "el Señor es el mismo" (Jesucristo, el Hijo); "Dios es el mismo" (el Padre). Es evidente que los tres son distintos, pero coexisten en perfecta unidad y armonía en su obra.
¿Es difícil entender la doctrina de la Trinidad? ¿Por qué?
La Trinidad divina es mucho más alta, más grande y más maravillosa de lo que nosotros podemos entender o imaginar. Alguien ha dicho que para entender y explicar a Dios o a la Trinidad de manera perfecta uno tendría que ser Dios. Dios es infinito mientras que nosotros somos limitados. El es absoluto; nosotros dependemos de El. Por eso siempre debemos esperar que el tema de su naturaleza y su existencia en tres personas sea misterioso e inexplicable. Decir que uno entiende y puede dar una explicación exhaustiva sobre este tema es subestimarlo o exagerar las capacidades del saber humano.
Muchos piensan que el Espíritu es solamente una influencia o una forma de energía. Este es el resultado de la filosofía humanista y de la negación d lo sobrenatural.
¿Cómo sabemos que el Espíritu Santo es una persona?
Las cualidades básicas de la personalidad son la inteligencia, la sensibilidad y la voluntad. La Biblia demuestra que el Espíritu Santo posee tales características. Romanos 8:27 dice que "el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos". Esto indica que El tiene mente, inteligencia y conocimiento.
Esto mismo se puede deducir de todas las ocasiones en que Jesús les dijo a sus discípulos que el Espíritu Santo los enseñaría. No sólo necesitaría aprender lo que el Espíritu enseñara sino también les dijo que tendrían que depender de El y fielmente seguir cada momento sus directrices e instrucciones.
Jesús sabía, por ejemplo, que no todos los hombres aceptarían el evangelio. Por eso les anticipó que cuando los enemigos del evangelio trajeran a los seguidores de Cristo ante los gobernantes y las autoridades, no tendrían que preocuparse por defenderse de ellos ni por lo que tuvieran que decir El Espíritu Santo estaría siempre con ellos para enseñarles exactamente lo que deberían decir. Esto lo haría en momento que fuera necesario. Si leemos cuidadosamente el libro de los Hechos veremos que esto sucedió en repetidas ocasiones. El Espíritu Santo hizo que los momentos de aprieto se convirtieran en oportunidades para que el evangelio fuese proclamado.
Que el Espíritu Santo posee sensibilidad se puede ver por el hecho de que se puede enojar y volverse enemigo de los rebeldes (Isaías 63:10). También ha habido casos en que algunos han tratado de mentirle, y El ha respondido con juicio, como sucedió con Ananías y Safira (Hechos 5:3). Por otra parte, el apóstol Pablo enseña que no se le debe contristar (Efesios 4:30). Uno no puede de mentirle a la electricidad, ni entristecer a una fuerza impersonal, como la luz o la energía. Los sentimientos del Espíritu Santo demuestran que El es una persona real.
¿Posee voluntad el Espíritu Santo?
¡Por supuesto que sí! Algunos están tratando de hallar una manera fácil de manifestar la mayor cantidad posible de dones espirituales. Pero 1 Corintios 12:11 dice que "todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere". Eso significa que El ejerce voluntad y distribuye los dones como quiere. En Hebreos 2:4 se habla de "repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad".
En la Biblia se indica también que el Espíritu Santo hace muchas otras cosas que sólo una persona puede hacer. En Hechos 8:29, El le habló a Felipe y le dio instrucciones específicas que pronto trajeron como resultado la conversión del eunuco etiope. En Hechos 10:19,20, le ordenó a Pedro que fuera con los hombres que habían venido por él de casa de Cornelio. El resultado de esto fue el primer derramamiento del Espíritu Santo entre los gentiles. En Hechos 13:2, mandó a los líderes y ala iglesia de Antioquía que apartaran a Pablo y a Bernabé para que fueran a realizar la obra a la cual El los había llamado. En muchos otros pasajes encontramos al Espíritu Santo invitando, prohibiendo, obrando y hablando. Estas son cosas que sólo un ser personal puede realizar.
La relación del creyente con el Espíritu Santo es de fundamental importancia. Por el hecho de pensar desde el punto de vista humano nos puede resultar difícil admitir que sea una persona real Alguien a quien no podemos ver con nuestros ojos materiales.
Pero jamás debemos caer en la trampa de considerar al Espíritu Santo como una influencia impersonal, vaga y abstracta. Tampoco debemos permitir que haya en nosotros una actitud indiferente o frívola hacia El, ni en hechos ni en palabras. Es alarmante ver como algunos que profesan estar llenos del Espíritu Santo se expresan de El con irreverencia. Manifestamos el más profundo respeto cuando nos dirigimos a un presidente, a un alto funcionario público o a un personaje famoso ¿No debiera ser mayor el respeto y la reverencia con que nos dirigimos al Espíritu de Dios, o cuando hablamos de El?
La Biblia indica claramente que Espíritu Santo tiene los mismos sentimientos que se le atribuyen a las personas. Puede entristecerse y ofenderse. Se acerca a los que lo invitan, pero (tal como cualquier otra persona) no obliga a nadie a recibirlo contra su voluntad.
La única manera de conocer a fondo a una persona es pasar largo tiempo juntos. En el transcurso de esta estrecha relación personal iremos descubriendo cosas nuevas y teniendo experiencias que desconocíamos de esa persona. Lo mismo sucede en nuestra relación con el Espíritu Santo. Podemos atraerlo a nuestra vida por medio de la oración, la meditación y el estudio de la Palabra de Dios. Mientras más practiquemos estas cosas, más agradable y provechosa será nuestra comunión con El.
Los fariseos acusaron a Jesús de estar echando fuera los demonios con el poder de Beelzebú, el príncipe de los demonios, que es Satanás. Cristo les refutó su ignorancia a la vez que declara que El echaba fuera demonios por el Espíritu de Dios. Estos falsos líderes religiosos estaban negando el poder de Dios manifiesto en el Señor Jesucristo. De esta manera blasfemaban contra el testimonio que el Espíritu Santo daba acerca de Jesús como Mesías y Salvador. El único medio que Dios utiliza para la salvación del pecador es el testimonio que da el Espíritu Santo acerca de Jesús. Por eso el que blasfema y niega ese testimonio no puede ser perdonado.
2006-06-21 04:57:24
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answer #7
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answered by Pensador 4
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Primera queja...el usuario reztel o algo asi dice que lo mas comodo seria pensar que el Espiritu Santo esta alli para protegernos...es una tonteria porque en todo caso lo mas comodo es pensar que no hay un mas alla y vivir la vida a full no? ademas que Dios mismo esta alli para cuidarte...él te guia y te dice que es que segun cad religion...te digo algo...no sabe mucho...si quieres mas informacion tendrias que definirme a que religion t refieres, segunda queja...si el libro tiene 800 contradicciones que las ponga no? q no tire la piedra y huya..eso es crear escandalo o intriga, no lo creas, Mira el Espiritu Santo es la tercera persona de Dios, siendo DIos unico y trino es un misterio que en El hayan tres personas, Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espiritu Santo, donde se encuentra?...es DIos...en todos lados, no te confundas si? cuidate y cuidado con lo que lees porque hay mucha gente malintencionada, s mejor que hables con tu pastor o tu parroco o el padre de tu parroquia o templo...no lo hagas x internet no t llenes de ideas q te complicaran la fe
2006-06-20 05:00:18
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answer #8
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answered by NOnaMeMNO 2
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Mirá, no tengo formación religiosa, pero igual me atreveré a dar una respuesta desde lo que siento.
Se que forma parte de la trinidad Padre, Hijo y Espíritu Santo. Y siento que tal trinidad vive en nuestro interior y junto a Dios somos uno. Creo que al poder llegar a Dios en nuestras oraciones y al ser cada uno de nosotros creación de Él, todos accedemos inevitablemente a formar parte de Él. Por lo tanto el Espíritu Santo se encuentra en la conexión con Dios. Y establece un nexo entre Padre e Hijo. Y creo también, que todos somos en algún punto, Padre e Hijo, y para serlo, en algún punto de nuestro interior, vive el Espíritu Santo.
2006-06-20 04:09:18
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answer #9
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answered by Gabriel 4
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El Espiritu Santo es el Amor de Dios (Padre e Hijo) y no te puedo decir donde se encuentra (es omnipresente) pero si COMO encontrarlo: abriendo las puertas de tu corazon al Amor, la Bondad, la Paz.... Me entiendes ¿verdad?
2006-06-20 00:19:54
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answer #10
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answered by José M 2
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Espíritu Santo se denomina en la teología cristiana trinitaria a una entidad espiritual con características divinas, que es parte o está relacionada con Dios.
Para la Iglesia Católica y gran parte de las otras denominaciones cristianas, el Espíritu Santo es una de las tres personas de Dios, lo que se denomina la Santísima Trinidad.
2006-06-19 23:49:31
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answer #11
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answered by kaef 3
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