¿Ah, sí?
Pues hay algunos del Inserso que se las traen, vereis:
En un autobús repleto de viejecitos y viejecitas, en una gira especial del Inserso para gente de la tercera edad, una viejecita le toca en el hombro al chofer y le da un buen puñado de cacahuetes sin cáscara.
El chofer, sorprendido, le da las gracias y se los come con agrado.
Cinco minutos después, la abuelita repite la operación; y el chofer vuelve a agradecerle el gesto, y se come los cacahuetes.
Cinco minutos más tarde vuelve la buelita con otro puñado. Y así, una y otra vez.
Al cabo de unos diez puñados, el chofer ya no puede más y le pregunta a la dulce ancianita:
- Dígame, abuelita: es muy gentil de su parte atiborrarme de cacahuetes ya pelados, pero... ¿usted no cree que, a lo mejor, sus cuarenta y pico amigos y amiguitas querrían también unos pocos?
Y la abuelita:
-No, joven: nosotros no tenemos dientes para masticarlos y tan sólo chupamos el chocolate que los recubre, Y para no tirarlos..
2006-11-10
10:15:12
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22 respuestas
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pregunta de
Def-
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