Tan solo por el inmenso goce que inunda este corazón
un poco cansado, un poco o un mucho lastimado, más
ahora pleno, y vigoroso, por el encanto solo de sentirse
valorado, querido y respetado, les saludo con alegría inmensa
y les cuento mis anécdotas, ya haciendo un lado las penas,
ya tan solo diciendo de las cosas bellas, de los besos y abrazos,
de las caricias, los susurros, de los sueños que se quedan prendidos en mi almohada, hasta recibir día a día a las mañanas bañadas de rocío, impregnadas del aroma de mi dulce amada.
2006-10-09
12:06:37
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pregunta de
josel
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