La vida es un misterio. Si te dijera el sentido que tiene¿te quedarías conforme con la respuesta y partirías raudo a hacer lo que tienes que hacer?
Eso es, tienes que encontrarlo tu, para cada ser humano es distinto, pero sirve de mucho dos cosas:
- Ser observador, sólo observar, sin juzgar ni creerte el Salvador de la Humanidad.
-Dejar de pensar en ti mismo como centro del Universo y esto es, dejar de ser egocéntrico. Lo que a ti te pasa, le ha sucedido a grandes pensadores, recuerda que Buda estuvo buscando distintas alternativas y finalmente se sentó bajo un árbol y dijo que de allí no se movería hasta encontrar lo que buscaba.
Jesús (según dicen) ayunó 40 días en el desierto para el mismo fin, entonces, no te sientas mal por no encontrar el sentido de la vida en dos minutos.
Persevera, observa, siente, comete errores y luego enmiéndalos, atrévete, lee mucho y se generoso con los demás. El sentido de tu vida llegará en algún momento.
2006-08-16 16:14:45
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answer #2
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answered by Olivia M 5
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El sentido de la vida es servir, sirve la luna, la tierra, el sol, el viento, el trueno, ¿no siente que cuando sirves a alguien te sientes satisfecho, y le encuentras sentido a tu vida? y puedes servir amando, aydando, estudiando, trabajando, con una sonrisa,.... ENCUÉNTRALE SENTIDO A TU VIDA... SALUDOS..
2006-08-16 14:18:57
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answer #3
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answered by antonio z 2
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¿Cuál es el sentido de la vida?
Quizás tú sientes que el dinero, el poder, o encontrar a tu pareja puede ser el sentido de tu vida.
O quizás buscas el sentido de tu vida en las opiniones y en la búsqueda de aprobación de tus amigos, tus padres, etc., pero siempre acabas sintiéndote igual: con una sensación interior de desesperanza y vacÃo.
Pero lo más interesante, es que el sentido de tu vida lo sientes, por primera vez, cuando sufres un gran estremecimiento emocional o está en peligro tu vida.
Es, en esos momentos, cuando todo aparece tan claro como si, después de una tarde con neblina, esta se disipara y apareciera el sol, reluciente, ante tus sorprendidos ojos.
¿Haz hecho alguna vez el experimento de visualizarte en tu propio funeral? ¿De imaginarte el recuerdo que deseas dejar en tus amigos y tu familia?
Si no lo has hecho… imagÃnate por un instante, que hay una tumba, que estás asistiendo a un funeral… y que abres la tapa, para ver a la persona que está dentro… ¡y para tu sorpresa… ¡eres tú mismo!
Es tu propio funeral.
¿Por qué deseas que te recuerden las personas que están asistiendo a tu funeral?... piensa por un instante…
Ahora, ¿Qué te hubiera gustado haber logrado? ¿Haber experimentado?... piensa por unos instantes…
Para mi, resultó curioso que en lo que yo imaginé más en este ejercicio, es en el amor… en los detalles aparentemente “tontos” de la vida: en mi pequeña sobrinita, pÃcara y encantadora… en los hermosos momentos que pasé con mis parejas… y en los instantes en que servà a alguien y lo ayudé… me resultó asombroso darme cuenta que no me pasó por ningún instante el concepto monetario… ni pensé en carros, casas, propiedades… nada de eso.
¿Te pasaron cosas parecidas a ti cuando hiciste el ejercicio, de pura casualidad?
Recuerdo que en el libro bÃblico de Proverbios, dice una cita más o menos asÃ: “He visto que no hay nada mejor para el hombre terrestre que se regocije por el duro fruto de su trabajo, es el don de Dios”.
¿Qué es lo que te regocija a ti? Pueden ser pequeñas cosas, desde caminar en un atardecer de lluvia, en un bosque, escuchando el suave trino de los pájaros y peculiar sonido de los grillos al anochecer.
Llenarse los pulmones hondamente con el frescor y el aroma a árbol mojado y hierba…
En lo personal, pocas cosas me dan tanto deleite como despertarme temprano, caminar, y oler el delicioso aroma a fresco… escuchar aún los cantos de los pájaros, y las calles todavÃa pacÃficas y tranquilas, antes del duro y nervioso ajetreo diario.
Y contemplar la luna en la noche, en la calle, ya casi sin gente.
Quizás disfrutar de la compañÃa de una amiga, llenarme de su sonrisa y del brillo de su mirada… de tener entre mis brazos a mi pequeña sobrina… ¡en fin!
Con sabidurÃa, Dios dijo que en verdad no podrÃamos entrar al reino de los cielos hasta que volviéramos a ser niños, y con profunda admiración, ahora que convivo a diario con mi sobrinos de 8 y 3 años, puedo comprender en toda su majestuosidad lo que significa esto.
Admiro de ellos su alegrÃa eterna, de la felicidad que les trae que les obsequie una simple goma de mascar, que los cargue… admiro la seguridad en sà mismos, instintiva y natural que tienen.
Su terquedad para conseguir lo que quieren, a pesar de los intentos manipuladores de los adultos para dominarlos con un “ya no te voy a querer”, “eres malo”, “mira como te ve la gente”, “ pareces niña”, “si te comportas te compro esto”… me pregunto cuantos de nosotros nos quedamos inconscientemente con esas manipulaciones desde niños.
Los niños no entienden el concepto del rencor. Puedes insultarlos y pelear con ellos, pero al rato están como si nada. Y no fingen.
Es que asà es la naturaleza de un niño.
Y tienen una capacidad inagotable para jugar y hacer cosas… ¡y ser felices!
Reflexioné, que toda mi lucha interior… ¡está enfocada a volver a ser niño!
¡Tener la alegrÃa y espontaneidad de un niño!
¡Aprender a perdonar y olvidar como un niño!
¡Tener la terquedad para conseguir lo que quiero, como un niño!
Y por fin entendà aquella frase de Picasso: “A los 10 años ya pintaba como uno de los grandes del Renacimiento… ¡pero tarde otros 50 para volver a pintar como un niño!”.
Entonces, ¿Cual es el sentido de la vida? Para mÃ, es vivir permanentemente en el presente, disfrutando de todo, obedeciendo a los impulsos de mi corazón… y haciendo lo que me hace más feliz, en cada momento.
Ya sea en mi trabajo, en el amor… ¡todo lo que esté haciendo en todo momento y a cualquier hora! Asà sea mientras viajo en metro.
Sabes? Quizás hoy yo deberÃa estar muerto. Si.
Hace 3 dÃas caminaba por la esquina de mi casa, distraÃdo, pensando en un display que acababa de ver anunciando libros con descuento –mi golosina favorita- cuando caminé como un autómata hacia el otro lado de la calle…
Sin fijarme en que la luz del semáforo estaba en siga, y una auto corrÃa a toda velocidad, para poder evitar la luz roja del semáforo…
Como en sueños, recuerdo la voz de un hombre que se encontraba en la esquina con su pareja, diciéndome...
¡Cuidado!
Esa voz me despertó abruptamente de mis divagaciones, me detuve, y cuando reaccioné, me encontraba a mitad de la calle, justo en el momento en que el auto pasó a milÃmetros adelante de mÃ… no se detuvo.
Solo escuché el zoooom y vi apenas una imagen difusa del coche de lo rápido que pasaba, al más puro estilo de la pelÃcula “Matrix” ¡en serio!
Si yo hubiera seguido caminando, seguramente me hubiera alcanzado… y a la velocidad que iba, seguramente estarÃa, o muerto, o paralÃtico, o en estado de coma, o todo en vendas al estilo “momia de Guanajuato”.
Ya ni siquiera hubiera podido escribir esta actualización del sitio, hoy Domingo 24 de agosto.
Ya después de la experiencia me pregunté ¿Cuántas cosas inconclusas hubiera dejado de mi vida sin hacer? ¿Cuántas personas que quiero y amo nunca se los expresé? ¿Cuántas personas que me aman, o amaron nunca me lo dijeron y yo jamás lo sabrÃa?
La verdad, yo me considero muerto, estoy viviendo extra… fue providencial que la voz de ese hombre me despertara de mi “sueño”.
Me salvó la vida.
Y como estoy viviendo tiempo “extra”, aún tengo menos miedo a intentar cosas que antes.
Y más disposición para amar y ser feliz. Tengo muchos sueños por cumplir y espero que tú también los tengas.
Me despido.
¡Suerte!
2006-08-16 12:19:37
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answer #7
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answered by dani 3
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